“El gobierno instala al conocimiento en el discurso de la política y a partir de ahí vuelve a ser considerado un insumo para el desarrollo”, evaluó el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, en relación a la apertura de sesiones ordinarias realizada por Alberto Fernández en el Congreso. Durante la exposición, señaló, dos de los ejes fundamentales fueron por un lado las negociaciones que el gobierno lleva a cabo para obtener una cantidad suficiente de vacunas para proteger a la población ante la segunda ola; y, por otro, el énfasis en el trabajo realizado durante 2020 por científicos y científicas del país.

“Hemos iniciado el mayor operativo de vacunación de la historia argentina. Vamos a avanzar semana a semana en nuestro plan de vacunación”, señaló Alberto Fernández. Y luego continuó su exposición con el detalle preciso de la estrategia oficial: conversar con los diferentes laboratorios internacionales para contar con una cartera diversificada de vacunas. “El gobierno argentino dialogó y dialoga con diferentes empresas y países que fabrican vacunas. Facilitamos la realización de ensayos clínicos de gran envergadura en nuestro territorio. Argentina y México producimos juntos la vacuna de Oxford/AstraZeneca para todo el continente latinoamericano. Participamos en COVAX, el fondo para la provisión organizada y solidaria de vacunas promovido por la Organización Mundial de la Salud”. Y continuó: “Desde fines de diciembre estamos recibiendo, a un ritmo menor al que acordamos contractualmente, dosis de la vacuna Sputnik V. En febrero recibimos vacunas de AstraZeneca y en los últimos días un millón de dosis de la vacuna Sinopharm, de China”.

El ministro Salvarezza apunta que “el gobierno trabajó y trabaja con todos, juega todas las cartas que tiene a disposición”. “Las farmacéuticas tuvieron problemas en cuanto a la producción y el suministro de vacunas. En general fueron los laboratorios los que no cumplieron los contratos firmados. El país, en este momento, amplía el stock disponible y ello es una buena noticia”, comentó. Aerolíneas Argentinas inició sus vuelos a Moscú a finales de diciembre y en los dos primeros viajes llegaron al país 600 mil dosis de Sputnik V; el tercero trajo un cargamento de 220 mil dosis y el cuarto, de 400 mil. Los últimos dos vuelos a Rusia transportaron 1 millón 200 mil nuevas dosis. En tanto, también llegaron 580 mil producidas por Oxford/AstraZeneca y 1 millón elaboradas por Sinopharm. Se espera que con la llegada de estas partidas, Argentina disponga de una cantidad suficiente para completar la inmunización del personal de salud y continuar con la inoculación de los docentes y los adultos mayores de 70 años.

El presidente detalló cuál es la situación del país en un contexto global de disputa por bienes escasos y estratégicos. Admitió que “existen dificultades” para el acceso en un mundo signado “por la escasez y el egoísmo” y puntualizó que el 10 por ciento de las naciones acaparan el 90 por ciento de las vacunas disponibles. “Un mundo con vacunas para pocos será un mundo más injusto y más violento. He tenido la oportunidad de dialogar con las máximas autoridades de muchos países. Necesitamos aunar voluntades para comprender que ningún país se salvará solo de la pandemia”, aseguró.

Para Salvarezza, en el fondo, el asunto es de “poder económico”. “Los países que cuentan con mayor capacidad de compra son los que más vacunan e, incluso, acumularon un stock por encima de lo que en verdad necesitaban para inocular y proteger a sus poblaciones”. Y sigue desde este punto de vista: “Realizaron compras desmesuradas que van en contra de los principios de equidad que el gobierno siempre propuso, un reparto equitativo”. De manera tácita el titular de la cartera se refiere a casos como los de Canadá, Reino Unido o Estados Unidos que adquirieron cantidades suficientes como para inmunizar a sus poblaciones varias veces.

Asimismo, Alberto Fernández mencionó los errores que se habían cometido en relación a las vacunaciones irregulares y subrayó que se habían corregido con velocidad, al solicitar –por ejemplo– la renuncia del ministro de Salud, Ginés González García. “Las reglas se deben cumplir. Cuando se dijo que aquellas reglas habían sido transgredidas, me he encargado de recabar la información pertinente. Aun cuando en lo personal me causaran mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían”, expresó el presidente. “Ningún gobierno de la Tierra puede arrogarse el privilegio de no cometer errores, pero todo gobierno sensible tiene la obligación de corregir esos errores para desterrar cualquier indicio de privilegio o falta de solidaridad”, manifestó.

Avances, Ley de Financiamiento y pendientes

Otro de los ejes del discurso de Alberto Fernández fue el de los avances científicos. Destacó el trabajo de los investigadores e investigadoras que produjeron kits de detección temprana (como por ejemplo, CovidAR, Neokit, Ela-Chemtest), así como también la elaboración de barbijos con telas antivirales (los ya populares “Atom-Protect” que cubrían las bocas de buena parte de los presentes en el recinto) y los tratamientos para combatir la enfermedad en aquellas personas ya infectadas (y en este caso destacó, en forma específica, el trabajo del suero hiperinmune).

“El presidente realizó una valoración muy importante del conocimiento. Haber salido de los retrocesos que había provocado el gobierno de Macri implicó asignar un nuevo rol de la ciencia y la tecnología en el sentido común de la sociedad y también al interior de la propia comunidad científica”, apunta Salvarezza. En este escenario se inscribe la inversión en ciencia, innovación y desarrollo, el incremento en el número de ingresos de los investigadores a la Carrera del Investigador Científico del Conicet así como también el número de las becas doctorales y posdoctorales.

De cara al mediano plazo, el presidente subrayó la promulgación de la Ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación -sancionada la semana pasada-, para garantizar el incremento progresivo y sostenido del presupuesto en la próxima década. “Se trata de una Ley que fue votada de manera unánime, aún por aquellos que estuvieron trabajando en contra del sistema científico y tecnológico y cajonearon el proyecto durante los cuatro años del macrismo. Hoy es muy difícil no darse cuenta que la ciencia es central para cuidar a los ciudadanos y desarrollar el país”, relata Salvarezza. Luego sigue con el detalle de lo que la norma promueve: “Lo que hace la Ley es potenciar una fracción de la inversión, es decir, la función Ciencia y Técnica. Nosotros queremos llegar al 1 por ciento en 2032, pero hay que aclarar que en ese ítem no está contemplada la inversión de las universidades, de las provincias, ni tampoco la inversión privada. Quiero decir que si sumamos todos esos componentes, uno esperaría que el escenario global de cara a la próxima década se acerque al 2 por ciento del PBI”. 

Uno de los grandes pendientes del área es el retraso en los salarios de los investigadores del Conicet, aspecto que se acentuó durante la administración macrista y en el presente la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación busca revertir. “Los sueldos están claramente atrasados y debemos realizar una política muy activa para poder recuperar el terreno perdido. Hay que tener en cuenta que el atraso más considerable, que ronda el 40 por ciento, viene de la época de Macri. Durante el 2020, el objetivo fue que nuestros investigadores no sigan perdiendo poder adquisitivo”, refirió el ministro. “Con el tema salarial estamos en deuda, el reclamo es justo y hay que resolverlo. Estamos trabajando en un plan para ir incrementando los salarios de modo progresivo, la economía que deja Macri está varios peldaños por debajo de la situación en 2015 y la pandemia pegó todavía más”, remata.

El conocimiento como vía a la soberanía

Alberto Fernández se comprometió a poner a la ciencia argentina de pie y hubo avances claros en este sentido. Es un gobierno que sabe que sin conocimiento, Argentina no tiene futuro. Si no nos concentramos en potenciar la innovación y la tecnología, el país difícilmente pueda integrarse de forma definitiva”, sintetiza Salvarezza. Desde su perspectiva, dos aspectos más fueron mencionados por el Presidente y vale la pena recuperar: por un lado, el apoyo al Plan Satelital y el Plan Espacial Nacional 2021-2030; y, por otro, el relanzamiento de Pampa Azul. “El objetivo es trazar un camino hacia la soberanía en el espacio y en el agua. En todo ello, el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la innovación productiva se constituyen como herramientas imprescindibles”.

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