La reunión entre las máximas autoridades de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país, terminó en escándalo cuando el juez Alejandro Slokar le pidió a su colega Gustavo Hornos que renuncie a la presidencia del cuerpo después de que se conocieran sus visitas al expresidente Mauricio Macri, con quien el camarista reconoció mantener una relación social. La situación en Casación se está tornando tan delicada que el lunes el propio presidente, Alberto Fernández, la puso de manifiesto durante la apertura de sesiones.
Los ánimos se encendieron en Casación después de que el diputado del Frente de Todos Martín Soria denunciara que Hornos, según los registros obtenidos por la organización Poder Ciudadano, ingresó en seis oportunidades a la Casa Rosada a ver al entonces presidente Macri. En la reunión de superintendencia del 18 de febrero, Hornos les dijo a sus colegas Daniel Petrone (Sala I), Slokar (Sala II), Liliana Catucci (Sala III) y Mariano Borinsky (Sala IV) que él mantenía una relación social de larga data con Macri y que eso lo había llevado a discutir sobre política judicial, pero negó haber conversado sobre alguna de las causas en trámite en la Casación.
Este martes se volvieron a reunir los cinco, pero la sorpresa fue grande al comprobar que en el acta del encuentro anterior no estaba consignado lo que había dicho Hornos.
Esa falta de registro hizo estallar a Slokar, que acusó a Hornos de hacerles falsear a los secretarios del tribunal lo que había sucedido en la reunión del 18 de febrero. El presidente de la Casación se justificaba diciendo que su descargo no había sido oficial, sino un comentario realizado antes del encuentro de superintendencia. Sin embargo, según cuentan, la única que respaldó esa postura fue Catucci, que, como Hornos, estaba sentada en la sala de acuerdos del primer piso de los tribunales de Comodoro Py. Petrone, Slokar y Borinsky siguieron la reunión por Zoom. El acta es importante porque en la reunión de superintencia sólo participan cinco de los trece jueces que integran la Cámara. El resto se entera cuando le llega el acta y el temario, o por lo que comunica cada presidente de sala.
Slokar le anunció a Hornos que iba a pedirle la renuncia porque había perdido la confianza en él. Slokar es, además, uno de los vicepresidentes de la Cámara Federal de Casación. El otro es Borinsky. La reunión terminó abruptamente con un saludo de Slokar y el Zoom que se suspendió desde Comodoro Py. No hubo tiempo para más intercambios.
Minutos después, el presidente de la Sala II le hizo llegar el pedido de renuncia a Hornos. La carta, de una carilla, dice que fue enviada “a fin de apelar a su responsabilidad para presentar su dimisión al cargo de Presidente que reviste -- y así resguardar del mejor modo la representación del cuerpo y el gobierno de la jurisdicción -- atento a las circunstancias que, lamentablemente y en cuanto me respecta, comprometen irreversiblemente la confianza del mandato con el que fuera honrado”.
Es probable que las discusiones continúen y que alguna otra voz se sume a la de Slokar. Después de la reunión de superintendencia, ardían los teléfonos de los casadores. En algunas vocalías decían que estan esperando el informe de la presidencia de la Cámara.
En la apertura de sesiones del Congreso del lunes, el presidente Fernández se pronunció al respecto del escándalo de los supuestos encuentros entre Hornos y Macri, que, según el diputado Soria, tenían lugar antes o después de fallos adversos al kirchnerismo. "Algún miembro de este Congreso Nacional detectó la visita de jueces de la casación al entonces Presidente Macri, justamente días antes de dictar sentencias contra sus opositores políticos y solo una voz aislada de ese tribunal se alzó reclamando explicaciones. El resto lo amparó bajo el manto del silencio."
El viernes pasado, Slokar y Ángela Ledesma le habían pedido a Hornos que convocara a un acuerdo general para discutir si podía seguir al frente de la presidencia de la Casación. La jueza -- que presidió el tribunal hasta diciembre -- le había enviado una nota la semana pasada diciéndole justamente que su accionar sembraba un manto de dudas sobre todo el Poder Judicial.
Después del descargo inicial, Slokar con sus dos colegas de Sala, Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques, le habían hecho llegar una notificación recordándole cuáles eran los principios de imparcialidad judicial. Ni Yacobucci ni Mahiques pueden ser acusados de tener simpatías por el gobierno actual. De hecho, Mahiques fue ministro de Justicia de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires.
Hornos enfrenta una denuncia penal, que fue presentada por el diputado Soria en la causa por la mesa judicial macrista. La semana pasada, el fiscal federal Franco Picardi pidió que la denuncia sobre Hornos tramitara por separado. Hasta ahora, la jueza María Eugenia Capuchetti no mandó la denuncia a sorteo.
Además, el diputado Soria pidió su remoción al Consejo de la Magistratura. Este miércoles se sorteará qué consejero va a instruir la denuncia, confirmaron a Página/12 desde el organismo. Soria le pidió al Consejo que, si advierte algún delito, lo denuncie.
Hornos repitió este martes ante sus colegas que va a dar las explicaciones cuando sea necesario, pero no antes. Esa fue también parte de la justificación para que el tema no apareciera en el acta. Nadie sabe cómo continuará el escándalo en la Casación, pero la única certeza es que continuará.