El crimen de Fernando Dipré, el remisero muerto de un balazo en la nuca la noche del lunes en Eva Perón y Larrea, sigue inquietando a barrio Azcuénaga. El hombre de 50 años fue durante mucho tiempo titular de la escuela de conductores “Fer Car”. Su muerte ocurrió a pocos metros de su casa y de la de su madre, una mujer de más de 80 años que sufre mal de Alzheimer, a quien Dipré acababa de acompañar.  Ayer la Fiscalía confirmó que el robo sigue siendo la principal hipótesis de la investigación, por el momento no hay detenidos, y se trata de establecer si el disparo mortal partió desde adentro del Chevrolet Corsa, ya que los asesinos podrían haber subido al remis como pasajeros.

Sebastián Carranza, vocero de Fiscalía, detalló:  “La línea más concreta que tenemos es el robo, la billetera de la víctima no se encontró en el lugar”. Reveló que “en el lugar sí se encontró su celular, que pudo ser objeto de un robo que no se pudo consumar”.

El vocero del MPA de Rosario señaló que “en el auto se encontró una vaina de 9 milímetros, que se envió a peritar, hay que determinar si el disparo provino desde adentro del auto”.

En esa línea abundó: “Se investiga si el disparo pudo provenir de una persona que se hizo pasar por pasajero para sorprender a la víctima”. Vale recordar que Dipré estaba ofreciendo servicio de remis con su Chevrolet Corsa. “Hay medidas para tratar de identificar a dos personas”, confirmó Carranza.

Además del resultado de levantamiento de rastros y el relevamiento de cámaras de seguridad, la Fiscalía esperaba sumar testimonios de la familia de Dipré. También pidieron entrevistar a las personas que intentaron auxiliarlo en la escena del crimen. “A toda persona que pueda aportar algo, lo esperamos aquí en Fiscalía”, cerró el empleado judicial.

Según se pudo reconstruir a partir del relato de vecinos y fuentes oficiales, minutos antes de las 21 el hombre había acompañado a su madre hasta el cuarto piso del edificio de Eva Perón y Larrea, en la ochava opuesta a su vivienda de Larrea 754. Cuando regresó al automóvil con intenciones de guardarlo, una vez adentro se le abalanzaron dos hombres que habían llegado en una moto de alta cilindrada, quizá una Honda Tornado. “Puso el auto en marcha y se trabaron las puertas. Ahí forcejean y le gatillan. Uno de los delincuentes con el arma rompió el vidrio del acompañante de atrás, abrió y se dieron a la fuga”.

Los momentos posteriores fueron dramáticos. Gian, el dueño de la estación de servicios de Camilo Aldao y Eva Perón, donde Dipré guardaba el auto, relató a Canal 3: “Cuando salí del trabajo escuché detonaciones, me acerco a la esquina y veo a un hombre tirado. Cuando lo reconozco era un cliente de toda la vida, muy querido. Estaba agonizando, desangrándose. Llamamos la ambulancia y tardó 22 minutos en venir y ni siquiera era la que llamamos, ya que era de medicina privada, y la Policía se presentó en 25 minutos. Al momento que me acerco había vecinos mirando pero nadie hacía nada. Me acerqué y logré ponerle un apósito con una remera en el cuello para tratar de frenar la hemorragia. Estuvo con vida unos 15 minutos hasta que le bajó el ritmo cardíaco y no se pudo hacer nada”.