La sorpresa fue enorme el viernes último por la noche, en Córdoba, cuando Diego Schwartzman se despedía del Córdoba Open de tenis, luego de perder ante el español Albert Ramos-Viñolas. El número 41 del ranking eliminaba al noveno jugador del mundo, y máximo favorito del certamen.
La misma condición tiene el argentino esta semana en Buenos Aires, donde buscará revertir lo que ocurrió en tierra cordobesa y avanzar más allá de los cuartos de final.
El porteño, que debutará el jueves ante el eslovaco Lukas Klein (286°), brindó una conferencia de prensa en la cual reflejó su momento actual. "Parece que uno no tiene permitido perder con un 40 del mundo. El partido fue cerrado, e inclusive Ramos me podría haber ganado en dos sets. No tuve un buen día en lo que yo hago, pero tampoco lo hice pésimo".
Y agregó: "Hice cosas mal y Ramos cambió su forma de jugar. El es un jugador capacitado para ganarme y lo hizo. Es algo normal y puede pasar, naturalmente me gustaría que no pase".
En relación a jugar en Argentina, Schwartzman explicó: "Los últimos tres torneos, si no contamos la lesión, prácticamente había hecho final. Hice final en Buenos Aires, final en Córdoba, y el año pasado iba rumbo a la final pero apareció la lesión. Creo que era una buena marca de tres finales seguidas en cuatro torneos. Perder en cuartos de final me dolió pero era algo que podía pasar. La pierna no tuvo nada que ver en el transcurso del partido".
Respecto de lo que sucedió en Australia, el jugador indicó que, más allá de la derrota en el Gand Slam, se encontraba jugando "muy buen tenis. Tuve un muy buen comienzo en cuanto al nivel. En Córdoba fue diferente porque me fui con malas sensaciones, no sólo por lo de la rodilla, sino porque no pude jugar bien. No me sentí cómodo jugando. Y ahora estoy tratando de ponerme en forma en polvo de ladrillo y tratando de encontrarme conmigo mismo".
De todas maneras, rescató que ahora puede reencontrarse un poco más con su juego "e ir mejorando. Mientras tanto, hay que entrenar y concentrarse, y sobre todo volver a encontrar la confianza que en el tenis aparece y se va en semanas. Acá me gusta jugar, los últimos años lo vine haciendo muy bien, y espero que continúe por esa senda. Tengo que llegar al fin de semana con chances, porque tengo un ranking que si no lo mantengo me iré unos puestos para atrás".
Y fue más allá: "Yo traté de no cambiar nada todos estos años, y traté de mantener lo que siempre hice, eso me permitió ganarle a rivales como Nadal y Thiem. Para mantenerme en el alto nivel escucho mucho a la gente que me rodea, y trato de no dejar nada librado al azar. La cuota psicológica es muy importante también, y me parece que muchos no saben el desgaste de estar encerrado sin poder tener la libertad para poder moverte, y eso también continuará este año".
La falta de público en Palermo es un punto en contra para Schwartzman, debido a que "muchas veces el nivel no es el mejor, y el apoyo de la gente levanta el ánimo de los jugadores. Además, estas dos semanas en el país es muy lindo que te pueda ver gente que durante el año no puede hacerlo".
Schwartzman habló sobre el descongelamiento del ranking a partir de abril próximo, una posibilidad que se está definiendo entre la ATP y los jugadores. A partir de la pandemia, los tenistas no pierden puntos y sólo se computa cuando suman. "La situación la están analizando. No creo que sea como hasta ahora, sino que puede ser una nueva quita de puntos. No va a ser un año fácil en cuanto a los viajes y los torneos, entonces no me parecía volver al sistema normal desde abril, y obligar a todos los jugadores a jugar todas las semanas. Igual me parece bien que se empiece a perder puntos del 2019 por ejemplo".
En el final del diálogo con los periodistas, Schwartzman se refirió a Juan Martín Del Potro, quien se encuentra alejado de la actividad debido a sus problemas físicos. "Se lo extraña mucho a Juan Martín, es de esos jugadores que potencian la actividad. Además, cuando él compite el mundo está pendiente de lo que hace, y eso no lo provoca cualquier jugador".