Un oficial de la Policía Bonaerense fue protagonista de un nuevo caso de femicidio, esta vez en el partido bonaerense de General Madariaga, en la madrugada de este miércoles. Todo indica que la tragedia se desencadenó cuando la mujer se enfrentó con el policía, molesta por la relación que este mantenía con su hija, una adolescente de 13 años, que estuvo presente en la escena del crimen. Se produjo la discusión y el autor del femicidio, luego de disparar varias veces sobre su víctima, se suicidó.
“La carátula de la causa es femicidio y suicidio”, confirmó a Página/12 el fiscal general de Dolores, Diego Escoda. Agregó que se trata de un caso complejo porque “la adolescente refiere que su madre tenía problemas con el alcohol y que era muy violenta con ella, al punto que había intervención del Servicio Local de Promoción de los Derechos del Niño, porque la nena recibía maltrato de parte de su mamá”.
“Ese servicio, que depende de la Municipalidad de Madariaga, estaba interviniendo por el maltrato que recibía la nena, que se quejó porque dice que no hicieron nada” para solucionar el problema. Sobre los hechos, la adolescente sostuvo que “se produjo una discusión, una situación violenta, que su madre le arrojó una botella al policía, se encontraron vidrios rotos en la escena, y que el policía le disparó” con su arma reglamentaria, una Bersa calibre 9 milímetros.
El hecho ocurrió cerca de la 1.30 de la madrugada del miércoles, en una casa ubicada en Arias y Fray Justo Santa María de Oro, de la mencionada localidad. La policía llegó al lugar alertada por un llamado al 911 realizado por la joven que había presenciado cómo mataban a su madre. La víctima mortal es una mujer de 41 años cuya identidad pidió ser mantenida en reserva por la Fiscalía interviniente, para evitar la identificación de la adolescente.
El policía, que tenía un disparo en la cabeza, fue identificado como Franco Mauricio Torres, de 24 años, quien se desempeñaba como personal del área de Inteligencia Criminal en la vecina localidad de Pinamar. Al llegar al lugar, los investigadores se encontraron con los dos cuerpos y con el arma reglamentaria del oficial Torres.
“La madre recibió tres impactos de bala, el oficial tenía un disparo en la cabeza y había un quinto impacto de bala en una heladera”, precisó el fiscal Escoda. “Fueron cinco los disparos, lo que coincide con los 12 que quedaban en el cargador, que tiene 17 en total”.
La pistola del policía fue encontrada “sobre una mesa de luz y la nena fue la que refiere que ella tomó el arma (tirada en el piso) y la puso en ese lugar”.
El caso es investigado por el fiscal Walter Mércuri, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 descentralizada de General Madariaga, que depende del departamento judicial Dolores. Por el momento no hay registro de una denuncia previa por violencia de género o por abuso sexual contra el policía que tenga relación directa con el femicidio, El fiscal Escoda mencionó que “sí hay una denuncia realizada en 2018 por una expareja del policía, por una discusión en la que él rompió una puerta” de la casa en la que vivían entonces.
Escoda le dijo a este diario que “la adolescente se quejó ante el fiscal de la causa porque el Servicio Local (de Madariaga) no hizo nada para defenderla en su momento y ahora está preocupada porque le quieren entregar su tutela a una tía suya con la que ella dice que va a estar peor que con su mamá”. El fiscal general de Dolores comentó que “los vecinos de la casa en la que ocurrieron los hechos confirmaron que era muy frecuente el mal trato que recibía la chica de parte de su madre”.
Lo que no está claro, todavía, es qué tipo de “relación” tenía la adolescente de 13 años con el policía Torres. “No sabemos si se trataba de una relación sentimental, si era una relación de amistad, eso no lo sabemos porque la nena sólo habla de una ‘relación’”. Lo que no se sabe “por ahora” es si había entre el policía y la adolescente “una relación de tipo sexual”, que sería un delito por tratarse de una menor de edad.
Precisó Escoda que “el antecedente que tiene el policía es por una denuncia que hizo una ex mujer suya, con la que tiene hijos en común, porque en una discusión él rompió una puerta y un Juzgado de Paz le dictó una restricción de acercamiento”.
El fiscal Mércuri ordenó la realización de la autopsia en el Hospital de Pinamar, para corroborar –junto con los peritajes en la casa-- cómo fueron los hechos.