El Observatorio de Derecho a la Ciudad presentó una demanda contra el gobierno porteño por habilitar a la empresa Chico SRL -que tiene a cargo la administración de la parrilla Don Julio- a hacer uso, bajo la figura de padrinazgo, de la plaza pública "Luna de Enfrente", ubicada en el barrio de Palermo. "El convenio firmado entre la Comuna 14 y Chico debió ser remitido antes de su ejecución a la Legislatura porteña y seguir allí el procedimiento de doble lectura", aseguró el referente del observatorio Jonatan Baldiviezo, con la experiencia de Costa Salguero aún fresca.
La denuncia del Observatorio de Derecho a la Ciudad se radicó luego de que, desde inicios de febrero, personal del gobierno porteño comenzará las obras de remoción del mobiliario de la plaza seca, ubicada en la intersección de Gurruchaga y Soler. Juegos, bancos y mesas, que eran utilizados por los niños y familias del barrio fueron removidos.
La empresa Chico SRL, que llegó al acuerdo de "padrinazgo" de la plaza con las autoridades de la Comuna 14, tienen a cargo la parrilla Don Julio a pocos metros del espacio público y pusieron como objetivo de explotación del espacio una meta, en principio, amigable con las políticas ambiental y de hábitos alimenticios: la creación de una huerta urbana.
"Este procedimiento exige como requisito la convocatoria a audiencia pública del artículo 1 de la Constitución de la Ciudad y permite, en este caso, que la ciudadanía pueda opinar sobre el cambio de destino de la plazoleta y que se otorguen permisos de usos a privados", apuntó Baldiviezo.
Por su parte, Lucas, vecino desde hace 15 años de Palermo, cuestionó la iniciativa al entender que "una plaza pública, en la que jugaban nuestros hijos y estaba en pleno funcionamiento, pasará a ser gestionada por una empresa particular, y eso lo decidieron de manera inconsulta, a espaldas de los vecinos, en cuarentena".
En tanto, la legisladora del Frente de Todos, María Bielli, presentó un pedido de informes al Gobierno porteño por la situación en Palermo y el convenio alcanzado que habilitó el cambio de función de la plaza hacia una huerta. "Está bueno lo de la huerta orgánica, pero que la gestione la Comuna o la Ciudad, no una empresa privada", sentenció. Pablo Rivero, dueño de Don Julio, defendió la iniciativa y señaló que "no se va a privatizar, de eso puedo dar mi palabra".
"Teniendo en cuenta la falta de espacios verdes en la Ciudad, la necesidad de los y las vecinas de contar con espacios de recreación y educación ambiental, resulta necesario que el organismo pertinente informe en detalle su plan de abordaje para la Huerta Urbana y los beneficios que implicará para los y las vecinas de la Comuna", reclamó la legisladora.