"Desde el Ministerio de Educación de la Ciudad vinieron a la escuela a sacarse fotos, hablando maravillas de la vuelta a clases y al día de hoy el colegio está con más de 200 alumnos sin docentes asignados", dijo a Página/12 Miriam Priotti, madre de dos chicos que asisten a la Escuela N°13 del barrio de Colegiales, que empezó y continúa el ciclo lectivo 2021 con ocho cursos sin docentes de grado a cargo. El lunes pasado, mientras alumnos del primero, segundo y séptimo grado de esa escuela empezaban su tercera semana de clases presenciales impartidas por personal del programa "Jornada Extendida" --talleristas, especialistas en recreación, profesores de educación física con contratos precarios--, funcionarios del Ministerio visitaban el colegio y celebraban en redes sociales el "imprescindible" comienzo de clases presenciales con "igualdad de oportunidades".
"Cuatro séptimos grados, tres primeros y un segundo". Esos son los cursos que, según contó Priotti, se encuentran desde el 17 de febrero hasta el día de hoy sin docentes asignados en la primaria N°13, "Raúl Scalabrini Ortiz", del Distrito Escolar N°9, ubicada frente a la Plaza Mafalda de Colegiales. "Mi hija está en séptimo y en su curso no hay docente. Las horas las están cubriendo chicos de Jornada Extendida que no pueden dar los contenidos específicos. En general son talleristas que en la normalidad realizan actividades a contraturno, complementarias a la currícula del grado", explicó Lorena Bassa, parte del grupo de padres y madres que elevaron un reclamo sin respuesta a la Dirección General de Escuelas de Gestión Estatal, a cargo de Fabián Capponi.
La situación no es exclusiva de ese colegio. Desde el año pasado los gremios docentes de la ciudad denuncian fallas y retrasos en la asignación de cargos vacantes a través de los actos públicos que debido a la pandemia se realizan de forma virtual, con demoras que se incrementaron ante el retorno a la presencialidad. Sin embargo, el caso de la escuela N°13 impacta por la cantidad de alumnos sin docentes: con alrededor de 30 chicos por división, la cifra supera los 200 estudiantes.
Muchos de ellos, de primer grado, entran por primera vez en sus vidas al colegio y son recibidos por personal que se ve obligado a llevar adelante una tarea para la que, en muchos casos, no está capacitado. "Después del año extraño que vivieron por la pandemia, les dicen que tienen que ir al colegio por primera vez con barbijo, distanciamiento, alcohol en gel y encima no hay docentes preparados para trabajar con el grupo", señaló en este sentido Bassa.
El programa Jornada Extendida, que el Ministerio de Educación lanzó en 2016 para desarrollar actividades extracurriculares a contraturno, está cubierto por más de 1200 trabajadores con contratos precarios, fuera del Estatuto Docente, sin obra social ni posibilidad de sindicalizarse y con sueldos por debajo de la escala salarial docente.
En octubre de 2020, parte de ese personal, nucleado en la agrupación "Trabajadores de Jornada Extendida Contra la Precarización del Trabajo y la Educación", publicó un comunicado de rechazo al programa de "revinculación" planteado entonces por la ministra Soledad Acuña. Allí, los trabajadores llegaron a denunciar que en plena pandemia y con "amenazas solapadas" fueron empujados a realizar actividades en "centros vacunatorios, hoteles, en el armado de kits y en cuidado de 'runners'".
Como un presagio de lo que sucede ahora, la agrupación advertía que el Gobierno porteño intentaría "utilizarnos otra vez para actividades polivalentes", a modo de empleados "descartables para sus simulacros". En el caso del Scalabrini Ortiz, según contaron las dos mujeres, el personal de Jornada Extendida suele realizar actividades solo para sexto y séptimo grado, por lo que ni siquiera están habituados al trabajo que requiere la franja etaria de los chicos que recién ingresan a la primaria.
"Por si fuera poco, el lunes una persona del Ministerio fue a la escuela a sacarse fotos, hablando maravillas de la vuelta a clases", añadió Priotti. La persona a la que hace referencia es Lucía Feced Abal, subsecretaria de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa. En su cuenta de Instagram, la funcionaria publicó fotos de su recorrida por el colegio y, entre otras cosas, escribió: "Para estudiantes y docentes encontrarse en la escuela como grupo es imprescindible para comenzar, continuar o finalizar la trayectoria escolar, dando igualdad de oportunidades".
"Fue indignante porque es una funcionaria del área de equidad educativa, cuando justamente el gran problema de esto es que se produce una tremenda desigualdad entre escuelas públicas y privadas que sí cuentan con docentes", señaló en este sentido Bassa.
Por su parte, Priotti sostuvo que la visita de la funcionaria al colegio no mejoró la situación: "se sacó fotos diciendo 'qué maravillosa escuela' pero no se solucionó nada". El posteo de la funcionaria se llenó de inmediato de comentarios de padres y madres del colegio que pedían explicaciones.
Sin soluciones concretas por parte de las autoridades educativas y con un equipo directivo que nada puede hacer ante la falta de asignación de los cargos, los alumnos del Scalabrini Ortiz seguirán a la espera de que los actos públicos se normalicen, mientras sus padres y madres intentan obtener respuestas: "Vamos a seguir reclamando hasta que se solucione la situación", sentenció Bassa.
Informe: Santiago Brunetto