Con las montañas de fondo y acompañado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, el Presidente, Alberto Fernández, suscribió este miércoles en la ciudad de Bariloche a una serie de acuerdos con la empresa Invap que permitirán reactivar en el país la fabricación de radares de nueva generación que se incorporarán al Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial. "Nosotros, que siempre hemos creído en la tecnología nacional, apostamos a que el Invap sea inmenso y capaz de desarrollar la ciencia y tecnología que necesitamos", aseguró el Presidente, en el acto en que también estuvo la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras.
La inversión que anunció Fernández junto a Rossi, la gobernadora y el gerente del Invap, Vicente Campenni, supera ampliamente a la realizada durante el período macrista en esa empresa. En ese sentido, el Presidente expresó que los políticos que afirmaban que la frontera era "un colador" no instalaron ningún radar mientras fueron Gobierno. Además ratificó el carácter estratégico de la inversión en ciencia y tecnología como "política de Estado", al recordar que fue el expresidente Néstor Kirchner, a comienzos de 2004 --cuando él era jefe de Gabinete-- quien apostó por "la fabricación nacional para resolver el problema de la radarización Argentina".
En diálogo con Página/12, el gerente del Invap subrayó que "durante muchos años, en la década del 90, Argentina tenía un enorme déficit en este tema y en 2004 el presidente Néstor Kirchner, con Fernández siendo Jefe de Gabinete, firmaron un decreto en el que formularon un plan estratégico de largo plazo para radarizar todo el territorio nacional". "En ese decreto dejaron en claro que los radares se tenían que hacer con producción nacional. Desde entonces, salvo algunas interrupciones presupuestarias, venimos desarrollando el plan de radarización. Gracias a eso hoy tenemos más de 40 radares instalados entre los meteorológicos, los de control aéreo y los de vigilancia", puntualizó orgulloso el gerente.
También resaltó que lo firmado implica una inversión que alcanza casi 9.200 millones de pesos en tres años para la reactivación de la fabricación de radares RPA 200, que se incorporarán al Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial. "Una de las características de este contrato que firmamos es que más del 80 por ciento de la inversión quedará en el país", detalló. "El mantenimiento y upgrade serán con mano de obra local, entonces no solo la producción sino todo el ciclo de vida de los radares se hará acá. Eso dará mucho trabajo a pymes argentinas que adquirirán capacidades que después podrán emplear para otros productos o industrias", explicó Campenni.
Los funcionarios, a su vez, señalaron que la frontera norte ya se encuentra radarizada con equipos que se instalaron en 2015. "Ya hay radares vigilando la frontera norte, pero con este contrato eso se completará y también se pondrán radares en el sur. De ese modo completaremos una fase fundamental en esta área", remarcó Campenni. El doctor en física expresó que "fue una alegría enorme la visita del Presidente, nos vuelve a dar fuerzas para seguir apostando al desarrollo nacional, tecnológico y a seguir creciendo para tener elementos que nos permitan exportar conocimiento".
Fernández se detuvo en explicar la importancia de que la fabricación y mantenimiento de los radares se haga en Argentina. "El radar lo podés comprar, pero mantenerlo en funcionamiento viene aparte. La inteligencia que desarrolló ese radar está en Argentina, en nosotros, y no hay que pedirle nada a nadie". Además, señaló que el país es una de los pocas naciones que ha logrado desarrollar esta tecnología. De hecho, Rossi indicó que "sólo 15 países en el mundo acceden a la tecnología Radar". "Esto nos da independencia y soberanía", aseguró. Este año su cartera, a través del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), destinará 2.700 millones de pesos para fortalecer los sistemas de vigilancia aéreos y marítimos.
La gobernadora, en tanto, afirmó que "la inversión del Estado nacional le genera a la empresa desarrollos tecnológicos que dan por resultado otros negocios muy favorables", y explicó que la vitalidad de Invap se tradujo en un impulso económico que permite a Bariloche tener alternativas a los ingresos generados por el turismo.
Para finalizar, el presidente subrayó que "nada quiero más en el mundo que ser el Presidente que una a los argentinos. Pero los quiero unir así, no declamando seguridad y olvidando el plan de radarización".