Una de las primeras cosas que uno nota cuando llega a Catamarca, es la escasa conexión. Incluso en los bares del centro de la ciudad. Pero aún más, una vez el autor de esta nota tuvo que esperar 30 días para que la empresa que controla el negocio de internet a nivel nacional le respondiera si había conectividad en una zona céntrica de la capital. Luego de 30 días, la empresa respondió negativamente. En la misma San Fernando del Valle de Catamarca hay barrios sin acceso a un servicio de internet. En las zonas rurales se agrava, aunque se trate de villas turísticas como El Rodeo y Las Juntas, tener conexiones incluso de celular en el verano es todo un acontecimiento.
Con una geografía compleja, de valles encerrados por altos sistemas montañoso, “Catamarca es una de las provincias con menor índice de conectividad en los hogares, con solo un 37,6%, es decir, hay un apagón de conectividad del 62,4% de los hogares”; expresó el ingeniero Juan Pablo Dusso, secretario de Modernización de la provincia.
En esta entrevista que Dusso concedió a Catamarca/12, antes de que el gobierno presente el Plan de Conectividad la semana próxima, se destacan algunos problemas centrales por los cuales los usuarios sufren la falta de conectividad, así como la desinversión que el macrismo permitió deliberadamente y “con desdén manifiesto” hacia la región, mientras que favoreció a los centros urbanos y empresas privadas con sobre conexión.
-¿Cuáles son las dificultades que presenta el territorio en materia de conectividad?
-Catamarca es una provincia que tiene una geografía montañosa muy compleja y eso agrava la situación. Si no fuese tan complicada la geografía, que tenés pico-valle, pico-valle, vos podrías poner radio enlaces y tener algún sistema de cobertura. Bueno, hay zonas de Catamarca que solamente accedés con “pisadas satelital”, es decir que hay un satélite que tiene cobertura sobre la geografía y se pone una antena que apunta a ese satélite. Eso lo tenemos muy fuerte en la parte norte, todo lo que es el departamento de Antofagasta de la Sierra se conecta a través de tecnología satelital, y las mineras que están cerca de la zona acceden a través de vínculos con la provincia de Salta con varios saltos a través de radio enlaces.
-¿Qué particularidades tiene el enlace satelital?
-El enlace satelital no permite el desarrollo de una localidad como tal. Primero, es muy limitado, solo soporta las conexiones de 256k, 512k, de un mega como máximo, casi nunca llega a un mega y es muy oneroso.
En ARSAT se creó un plan que se llamó Internet Satelital Domiciliario para darle cobertura a toda esa zona, pero dijeron, damos por un año y después vemos, fue proselitismo político. Eso fue para la campaña del 2017. Y ahora se hace muy difícil, porque ARSAT tiene un poquito más de 1000 enlaces satelitales en el país y hay cerca de 400 en Antofagasta de la Sierra, en un solo departamento. Pero bueno, es cierto que es una zona gris y de difícil acceso, entonces cuál es la solución, llevar fibra óptica es caro, porque hay que hacer obra, pero es una solución definitiva que nos permite el desarrollo de las comunidades.
-¿Y el tendido de fibra óptica?
-En 2014 Catamarca se suscribió al Plan de Argentina Conectada, donde Nación se comprometía en hacer una red federal de fibra óptica. La provincia suscribió los convenios marco y específicos para llevar adelante una red provincial que fuera complementaria a la red federal, que es la única infraestructura de fibra óptica pública que está en Catamarca, son 700 kilómetros de fibra subterránea que están sobre la ruta nacional 38, es decir, límite con La Rioja para acá adentro, sigue por la ruta 38 hasta Huacra y después para Tucumán, no sigue para la zona de Los Altos que es para donde nosotros queremos extender esa red. Después tenés por la ruta 157, el límite con Córdoba, lo que es las salinas, y pasa hasta Santiago del Estero. Y tenés Ruta 40 que tiene cableado de punta a punta. Esa es la única red de fibra óptica que hay.
-Respecto al plan de Argentina Conectada hay una demanda de la provincia presentada contra ARSAT.
-Nosotros demandamos a ARSAT por incumplimiento de contrato, llegamos a firmar un contrato que no se ejecutó. Ese contrato preveía adicionar a esos 700 kilómetros que están ahora, 1.527 kilómetros de fibra óptica, con lo cual íbamos a llegar al 90, 95% de las localidades, tomando en cuenta parajes, que son más de 200 en toda la provincia. El contrato, fue suscrito por Lucía Corpacci en 2014. A fines de 2015 terminamos de hacer todos los procedimientos administrativos para arrancar, cambió el gobierno y desconocieron totalmente lo que estaba firmado, fuimos a una audiencia de mediación en 2016, tratamos de avanzar con mix de tecnología, entre subterráneo, aéreo, radio enlace…, queríamos llevarlo adelante de la forma que fuera viable y ARSAT nunca se presentó ni a la audiencia de mediación, mostrando un desinterés total en esta obligación que estaba contraída. Entonces en 2017 nosotros decidimos demandar desde Catamarca Telecomunicaciones a ARSAT. Eso está en curso. Agotamos la vía administrativa, hablamos en ese momento con Aguad, que era el Ministro de Comunicaciones, con Frigerio, con Ibarra, Rodrigo de Loredo que estaba de presidente de ARSAT, con todas las autoridades y fue un desdén manifiesto, de hecho en una reunión nos llegaron a decir “mirá si vamos a ir a tirar fibra allá en medio de las rocas de Catamarca”.
-¿Entonces los centros urbanos resultaron favorecidos en desmedro a las otras regiones del país?
-Obviamente había otra prioridad, la prioridad de ellos era conectar los mayores centros urbanos que ya tenían conectividad, sobre conectar. Córdoba, Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, donde ya estaban los privados, cuando se entiende que esto tiene una connotación federal, donde los privados no llegan, el Estado tiene que actuar, la disminución de la brecha tecnológica y es ahí donde se tenía que haber puesto el foco.
En realidad lo que hizo la gestión macrista fue concentrar en los grandes centros urbanos el financiamiento que había para este tipo de obras. Vas a Córdoba o Buenos Aires y tenés una infraestructura de 3.000 a 5000 kilómetros de fibra óptica en cada una, esa fue su política en desmedro de las provincias que realmente lo necesitan, que tienen una tasa tan baja como Catamarca, que tiene aproximadamente un 37,6% de hogares conectados, es decir más del 60% de hogares desconectados. Eso quiere decir que son hogares que tienen una conexión de banda ancha en casa. Sumado a que por la geografía es complejo que las empresas mantengan una estructura de comunicaciones para celulares con mucha cobertura, estamos hablando de que realmente es una de las provincias más perjudicadas en materia conectiva del país.
-Pandemia por delante…
-Si a eso le agregamos la pandemia, donde hubo una transformación digital de los gobiernos, de las empresas, estamos hablando de que Catamarca está en una posición muy perjudicial para su desarrollo. Atento a esto, el gobernador, que muestra mucho interés por los temas de innovación y le gusta estar en la vanguardia, nos empujó a arrancar el plan a como dé lugar, con recursos propios, y se ocupó de aglutinar a todas las partes. Estuvimos charlando con ARSAT, con ENACOM, y llegamos a algunos acuerdos. Estamos prontos a firmar un acuerdo judicial con ARSAT, donde ellos financiarían 6 millones de dólares con préstamo del BID. Porque también con la agravante de que con el crédito del Fondo Monetario Internacional el país tiene muy poco recursos para destinar en inversión en infraestructura. Entonces primero había que ver qué pasa con el Fondo, si había acuerdo. Bueno favorablemente Martín Guzmán llegó a un acuerdo, se destrabó el crédito, ahora estamos próximos a acordar en este mes. Con estos 6 millones que vienen a la provincia en obras, hemos elegido obras que tienen las características de ser subterráneas, porque ARSAT construye subterráneo, que son tres o cuatro veces más caras que la aérea, pero después es más barato el mantenimiento. Estos tramos subterráneos que va a construir ARSAT tienen que ver con el tramo de Belén a Andalgalá y desde el Salado, es decir casi al límite con Tinogasta, a Fiambalá.
Estamos definiendo junto con ENACOM cuáles son los trazos. Nosotros ya tenemos definidos el plan provincial. Ahí tenemos todo lo que es desde Andalgalá a Pomán, por la nueva ruta 46. Desde Villa Vil hasta Antofagasta de la Sierra.
-También en la capital hay muchos problemas con el servicio.
-Uno cree que en capital o alrededores está bien el tema de la conectividad, pero no es así, porque faltan todo tipo de inversiones, es decir, hay troncales de fibra óptica que llegan a la capital, pero hay todavía proveedores que compran caro, entonces revenden caro, no hay infraestructura de última milla. Es decir, una vez que llegás a la localidad tenés que llegar a los hogares, eso es lo que se denomina última milla, y en Catamarca es muy pobre. Las empresas comenzaron a invertir en llevar fibra óptica a los hogares en algunas zonas donde era más rentable y hay zonas donde todavía en la propia ciudad no tenemos cobertura.
-¿Hay leyes que obliguen a las empresas a cumplir con la prestación del servicio?
-Sí, está la Ley Corta de Telecomunicaciones, que donde hay más de 500 habitantes están obligados a dar conectividad, pero de celular. No hay ninguna ley que los obligue a hacer inversiones de última milla, y después hubo algunos derechos que se perdieron con la disolución de lo que era la AFTIC (la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que fue fusionada en 2016 con la AFSCA, dando origen al Ente Nacional de Comunicaciones ENACOM).
También está el tema de la competencia de los pequeños proveedores, donde en localidades de menos de 50 mil habitantes no podrían dar los grandes monopolios conectividad, pero para eso tiene que haber un programa que acompañe a los pequeños proveedores para que puedan desarrollarse. Bueno, ENACOM está trabajando en eso, tiene muchas líneas de financiamiento para pequeños proveedores para hacer desarrollo de última milla, a través de créditos no reintegrables. Lo que hace ENACOM es usar plata del servicio universal de telecomunicaciones, que cuando uno paga una factura de telefonía o de internet, un porcentaje de esa facturación va a conformar este fondo, que después vuelve en obras.
El Estado tiene que llegar a donde la empresa no llega. Hay muchos lugares a donde no llega ningún privado. Qué hace el privado, pone una antena, pero si esa antena se rompe, tiene que reparar un equipo que es oneroso, y mientras lo repara deja a toda una población sin conectividad. Esas son las cosas donde tenemos que ser garantes de la calidad de servicio.
-Respecto a la calidad del servicio, muchas veces aparecen ofertas de cantidad de megas que no son reales.
-Ese es otro tema de la calidad de servicio de las empresas. La empresa te dice, te vendo hasta 100 megas por dos mil pesos. Pero después está en la lógica interna de la empresa con qué calidad de servicios te distribuye. A lo mejor lo que te hace es dividir los 100 megas que te venden en 64 usuarios y vos entrás a compulsar por esos 100 megas con los otros usuarios con los que estás en un “pool”, entonces lógicamente hay algunos que van a tener ancho de banda y otros se van quedando sin internet, y hay días que va a ver alta demanda que todos van a tener poquito. Eso es una realidad, pero vos reclamás y qué es lo que te dice la empresa, “ah no, pero te vendí hasta… 100 megas”, y después tenés un mega. Entonces también falta ahí endurecer las leyes porque tiene que haber un piso mínimo en la calidad de servicio respecto a lo que el cliente paga.
-La próxima semana presentan el Plan de Conectividad.
-El desafío nuestro es llevar fibras, estamos pensando en un plan de 1600 kilómetros, la provincia va a poner un aporte muy interesante. ENACOM nos va a acompañar. Y con financiamiento de la provincia vamos a hacer nuestro tendido para garantizar que toda la provincia en dos años y medio tenga el vínculo de ancho de banda. Y aquí viene otro concepto, nosotros no vamos a hacer última milla como Estado, no vamos a darle el servicio a la gente, pero sí vamos a trabajar en el concepto de gobierno conectado, vamos a conectar postas, escuelas, hospitales, comisarías y dependencias provinciales y municipales con el fin de que después podamos llevar el servicio del gobierno a todas esas áreas a través de esa red. Y queremos poner “acces point” en las plazas para que la gente sienta que tiene un beneficio. Necesitamos llegar con infraestructura. Entonces el privado va a poder invertir y desarrollar servicios de última milla.