El gobierno provincial autorizó desde ayer la actividad de salas y complejos cinematográficos en todo el territorio. Los alcances del decreto 142 establecen que las mismas pueden abrir las puertas cumpliendo con los protocolos aprobados, que la presencia en las salas será por medio de burbujas de hasta seis butacas, la venta de alimentos y entradas sólo por medios digitales y que cada complejo deberá organizar un cronograma que minimice la congestión de públicos, lugares de espera especiales y seguir reglas de ventilación y sanitización de salas así como de sanitarios. Con esta habilitación, la apertura depende ahora de la decisión comercial de cada empresa.

Se estableció que entre una burbuja y otra deberá haber dos butacas vacías a la par, al igual que la inmediata ubicada adelante y atrás de la butaca ocupada. 

En cuanto a la cantidad de público, el decreto establece: "El límite de ocupación o aforo que se autoriza es del treinta por ciento (30%) de la capacidad, el que podrá elevarse hasta el cincuenta por ciento (50%) por las autoridades municipales y comunales en las que se encuentre la sala, si las condiciones de las mismas y sistemas de ventilación y refrigeración del lugar así lo permiten, conforme criterios epidemiológicos".  

El ministro de Trabajo provincial, Juan Manuel Pusineri, explicó:  “Estamos hablando de una actividad que nuclea alrededor de 500 personas en toda la provincia, de los cuales la mitad trabaja en los denominados multipantalla, que son tres cadenas de Rosario y una de Santa Fe. Esos trabajadores durante este tiempo han percibido un salario de suspensión, equivalente al 75% de la remuneración, y que a su vez proviene de una paritaria del 2019”, explicó el funcionario.