Las circunstancias muchas veces determinan las búsquedas estéticas. Corría 2005, los ecos de Cromañón estaban muy presentes, y la banda funk 12 Monos presentaba un disco debut con letras filosas que retrataban la crisis de 2001. Ante la sequía de espacios porteños, recibieron una invitación para tocar en Santana, en zona oeste, con la condición de no conectar instrumentos ni micrófonos. Sólo podían tocar con caños y percusión. “Mutamos naturalmente a Tapones de Punta, pero se desprendió de la misma gente”, cuenta Marcelo Lanouguere, saxofonista de esta potente brass band instrumental que pisa fuerte en la escena funk local y activa con firmeza el circuito bailable porteño.
“El funk no te pide un gran esfuerzo intelectual para disfrutarlo y a la vez puede tener complejidad”, dice el guitarrista y principal compositor Facundo Bainat. “El público va a escuchar música que no es tradicional, busca nuevos circuitos, pero también hay gente conocedora del género”, completa Lanouguere. La cumbia, al parecer, tiene competencia en la pista de baile. “Disfrutar la música desde el movimiento es una de las cosas más presentes, pero queremos que no sea solo eso. Es una música que podés disfrutar desde la explosión pero también desde un lugar introspectivo, tirado en tu sillón o en un anfiteatro con butacas”, dice el también trompetista Bainat, quien llegó al género desde el jazz.
Metamorfosis es la novedad de esta aplanadora musical que combina una irresistible sección de saxos, trompetas y trombones con guitarras, teclados y percusión. A diferencia de Buenísimo (2011), en el que versionaron clásicos del género, en su segundo disco todas las composiciones son propias. “Es un momento bastante intenso en la vida de los nueve. Fuimos evolucionando en lo musical y humano, por eso el nombre del disco. Mantener un proyecto tantos años es un arte en sí mismo”, coinciden.
Más cercanos a Willy Crook y los Funky Torinos que a Illya Kuryaki and the Valderramas, Tapones de Punta retoma el sonido crudo y callejero de las marching bands de Nueva Orleans y lo actualiza con hip hop, arreglos de jazz, aires de bossa nova, impronta rocker y un modo de tocar bien argento. “Por más que hagamos un tema de una banda tradicional de Nueva Orleans, la vamos a interpretar en este contexto, a partir de nuestras experiencias. De forma sutil, aparecen sonidos típicos de acá”, dice Bainat, quien también fue el productor artístico del disco. Y la mezcla estuvo a cargo de Bid y Evaldo Luna, músicos clave de la popular banda brasileña Funk Como Le Gusta.
A partir de los ciclos Tapones Wanna Funk, el grupo se dispuso, de algún modo, a organizar y consolidar la escena local. “Hay un semillero grosso en el funk que está buenísimo. Es un estilo que encierra muchos otros, sobre todo los de origen afro”, concluye el saxofonista sobre esta música receptiva y amigable.
* Sábado 22/4 en La Trastienda Samsung, Balcarce 460. A las 21.