En el frente económico, el Gobierno Nacional consigue buenas noticias en materia de actividad, pero hay una novedad que sorprende. Ya hay un ingreso de dólares importante del lugar menos pensado: el campo. Fuentes de la agroindustria aseguraron a Página I12 que el 2021 terminará con un ingreso de divisas por liquidaciones de exportaciones de granos superior a los 30 mil millones de dólares, por encima de la media histórica, ubicada entre 24 y 25 mil millones. Y picos muy elevados en el segundo trimestre del corriente, la época más activa del negocio.

El fenómeno tiene, según el sector, dos explicaciones: la primera es netamente económica, dado que los precios internacionales de los commodities agropecuarios vuelan en el mercado de Chicago y no sólo en soja. La segunda razón, política: cuentan desde el sector que la apertura de una rama negociadora del campo identificada con el Consejo Agroindustrial (Exportadores, tres patas de la Mesa de Enlace, la UIA y las economías regionales) redunda en mejores nexos entre el sector privado y el público. En esa articulación, de hecho, se hizo el primer acuerdo de desdoblamiento de precios de los aceites, que tuvo como contraparte un congelamiento del posible aumento de retenciones para casi toda la cadena, lo que modificó ánimos e incentivó negocios.

Por el lado de los empresarios, apuestan a un año de números récord y a que los acuerdos políticos con el Ejecutivo y la paritaria sectorial destrabada, eviten conflictos en los puertos que puedan frenar cifras muy elevadas. En febrero de este año, la Cámara Aceitera y Agroexportadora CIARA CEC, comunicó la liquidación de 1800 millones de dólares, la cifra más importante en 18 años, sólo superada por los 1892 millones del 2014. Pero lo que sigue será superior, según la industria.

Las liquidaciones de granos son, básicamente, la compra de granos que luego serán exportados tanto en porotos como en producto procesado (aceites y harinas). Entre abril y junio, el período más intenso de las estas ventas, se espera que ingresen unos 2500 millones de dólares cada mes. Ése es el cálculo menos optimista. De hecho, la Bolsa de Rosario estima un ingreso total para el año cercano a los 35 mil millones de dólares, pero en el sector son más precavidos.

Los precios, la recaudación y los vínculos

Naturalmente, el Gobierno celebra los frutos de una alianza política que le refuerza no sólo las reservas del Banco Central, sino que le permite poner a la exportación de granos como uno de los impulsores del tributo que más recauda la AFIP, los derechos de exportación. El dato es relevante dado que el IVA, que usualmente suma mucha recaudación, recién ahora empieza a crecer en términos reales.

Los precios internacionales de los commodities en pandemia parecen darle a Argentina un viento de cola en tiempos difíciles. Y no sólo es la soja, que supera los 500 dólares por tonelada (el valor más alto en años), sino también en los otros granos. El caso más fuerte es el del trigo, que usualmente cotizaba a 150 dólares promedio por tonelada, y hoy oscila por arriba de los 250 dólares. En el caso del maíz, la Bolsa de Rosario reportó en las últimas horas que por mayor precio, los ingresos por exportaciones en esta campaña podrían alcanzar el récord de 7960 millones de dólares, casi 2000 millones más de facturación que el período anterior.

En este contexto, la revalorización del modelo agroindustrial fue puesto en la esfera pública por el presidente Alberto Fernández en su discurso ante la asamblea legislativa. La única mención con nombre propio al establishment fue al Consejo Agroindustrial. Trabajan con el sector en una ley que fomente la exportación de productos terminados, y los empresarios se han movido con inteligencia tocando todas las patas del Frente de Todos. Fotos y reuniones con el primer mandatario, la vice Cristina Fernández y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

La mención del Consejo el 1 de marzo recibió hacia adentro del organismo una recepción positiva que alcanzó, incluso, a los integrantes de la Mesa de Enlace. Hubo beneplácito en Coninagro y Federación Agraria, y ninguna crítica de Confederaciones Rurales. Por su parte, la Sociedad Rural se mantuvo intransigente y expresó a través de su titular, Daniel Pelegrina, que el presidente no había referido al campo en su ponencia.