La ministra de Salud, Carla Vizzotti, y las autoridades sanitarias de todas las jurisidicciones del país expresaron este sábado, en un pronunciamiento conjunto, que están “más unidas que nunca para construir sobre lo ya construido, con la mirada en corregir todo lo que haga falta para mejorar el acceso a las vacunas” contra el coronavirus.
En un comunicado, los ministros rechazaron a su vez las voces que ponen “en duda todo el funcionamiento del sistema de vacunación en la Argentina”.
“Es tiempo de poner en valor lo que tenemos, de construir sobre lo construido y lograr la máxima cooperación: estamos cuidando la salud de cada argentino y cada argentina”, indicó Vizzotti, al resumir el espíritu del comunicado a través de su cuenta de Twitter.
El texto lleva la firma de la ministra de Salud de la Nación, de los representantes de las provincias y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Fernán Quirós.
Los titulares de las carteras sanitarias destacaron que están trabajando de “manera unida y consensuada, priorizando la salud pública con un enfoque federal” desde diciembre de 2019 “sin importar” las “identidades políticas o partidarias, porque la única bandera es la política sanitaria”.
“Comprobamos, sin embargo, que en los últimos días han surgido voces cuyo visible interés es generar divisiones donde no las hay, y poniendo en duda todo el funcionamiento del sistema de vacunación en la Argentina”, advirtieron.
Siguiendo esta línea, los ministros señalaron que las restricciones al acceso internacional de las vacunas “lleva a que, cuando se prioriza a algunos sectores, se posterga a otros, hasta que llegue el próximo embarque”.
“Por eso es tan importante el consenso al definir esas prioridades. Si bien en temas como este es imposible lograr un consenso absoluto, sí es posible diferenciar los cuestionamientos razonables de las críticas malintencionadas”, agregaron.
De esta manera, la declaración responde a las críticas abiertas a la campaña de vacunación por parte de dirigentes opositores y a publicaciones en medios de comunicación que cuestionaron esta semana la confiabilidad de la información publicada en el Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac) y, en el mismo gesto, a todo el sistema de vacunación.
El propio presidente Alberto Fernández, durante la Asamblea Legislativa del 1º de marzo, señaló a los dirigentes opositores que “firmaban solicitadas” acusando al Gobierno de haber impuesto una “infectadura” y cuestionó también la cobertura mediática sobre la controversia por la distribución de las vacunas y los casos de administración de dosis por fuera del registro oficial.
Por otra parte, los ministros resaltaron en el comunicado la “complejidad” que implica organizar la llegada de las vacunas contra el coronavirus en un país que “tiene un sistema federal de gobierno y un sistema de salud fragmentado”, al tiempo que subrayaron que “el Programa de Inmunizaciones de la Argentina es líder en América, y América a su vez es líder en el mundo”.
“Más allá de todos los mecanismos que pueda utilizar el Estado, las trabajadoras y los trabajadores de la salud son el eslabón de oro para que las vacunas lleguen a la población objetivo, porque la Argentina es un país muy extenso y desigual”, añadieron.
En este sentido, afirmaron que “las vacunadoras y los vacunadores reciben las vacunas y las aplican con esfuerzo, con dedicación, y sobre todo, con mucho amor”.
“A veces lo hacen en zonas donde no hay Internet, o donde hay dificultades o pocas capacidades para utilizar herramientas informáticas, recorriendo largas distancias, en climas extremos, por citar algunas realidades”, recordaron.
Respecto del liderazgo del Programa de Inmunizaciones de la Argentina, repasaron algunos de sus logros: gracias a las vacunas no se reportan casos de poliomielitis desde 1984, de sarampión endémico desde 2000, de difteria desde 2006, de tétanos neonatal desde 2007 y de rubéola endémica y del síndrome de rubéola congénita desde 2009.
“También se ha logrado que no haya trasplantes de hígado por hepatitis A en niñas y niños vacunados desde 2007, así como la reducción del 57 por ciento de las internaciones por neumonía en niños menores de cinco años desde la vacunación contra neumococo, y del 82 por ciento en la letalidad en niñas y niños menores de un año por tos convulsa desde la vacunación de embarazadas”, precisaron los ministros de Salud.
La Argentina, además, es uno de los primeros países en incorporar la vacunación contra el VPH a niñas de 11 años a partir de 2011 y a varones desde 2017, mientras que también está entre los pocos que tienen la vacuna contra la hepatitis B universal en su calendario, remarcaron los funcionarios en el texto.
“Hoy estamos en las primeras etapas de la campaña de vacunación más grande de la Historia Argentina. A medida que las vacunas contra la Covid-19 van llegando a nuestro país se requiere organizar un despliegue inédito de personal para el desaduanaje, la preparación, la distribución, la recepción en las provincias, una nueva distribución al interior de cada provincia y la preparación de vacunadoras y vacunadores”, puntualizaron.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias aseguran estar “más unidas que nunca, para construir sobre lo ya construido, con la mirada en corregir todo lo que haga falta para mejorar el acceso a las vacunas y así disminuir el impacto en la mortalidad de una posible segunda ola”.
“Vemos lo que ocurre en el hemisferio Norte, y por eso sabemos que es necesario lo antes posible vacunar a la población que tiene mayor riesgo de fallecer. Convocamos a todos y todas a dimensionar el esfuerzo y los logros que está teniendo la Argentina en materia de vacunación. La salud de los argentinos y argentinas nos tiene que encontrar a todas y todos con nuestra máxima cooperación detrás de ese mismo objetivo”, concluyeron.