Vivir por un año en París. Acompañar el sueño de una esposa que se dedica a la diplomacia. Vivir de la música. La idílica premisa que plantea de The Attaché (estreno el 14 de marzo por Starzplay) pronto se transformará en la pesadilla de Avshalom (Eli Ben David). En sus diez episodios, este drama israelí toca teclas como la inmigración, la masculinidad, la paternidad y los trances de un matrimonio. El personaje principal es un alterego del propio actor, director y guionista de la serie. “Viví como un pez fuera del agua como Avshalom, sin poder hablar mi idioma, y expongo lo que me pasó entonces. En definitiva, es una declaración de amor”, le dice Ben David a Página/12.
El día del reencuentro con Annabelle (Héloise Godet) no podría haber sido más incómodo. Llega a París algunas horas antes de los atentados terroristas del 2015. “No es una serie que trabaje la problemática árabe-israelita. Según mi punto de vista, cuenta la historia de un tipo criado en un tipo particular de lugar que se muda a otro donde sus miedos más paranoicos se tornan realidad. Hay un eco. Creo que Europa por esos días le pasó lo mismo que a Avshalom. También se estaba relocalizando a un nuevo mundo desconocido”, asegura Ben-David.