El inicio del juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de haber asesinado brutalmente al afroamericano George Floyd, fue aplazado hasta el martes para que el magistrado que preside la audiencia pueda analizar si agrega un cargo adicional contra el imputado. El proceso debía comenzar este lunes con la selección del jurado, pero el magistrado Peter Cahill dijo que no tenía competencia para decidir sobre el cargo de asesinato en tercer grado contra Chauvin, aunque señaló que las afirmaciones de la acusación de que esto impactaría en todo el caso no eran muy consistentes. El crimen de Floyd desató una masiva ola de protestas en Estados Unidos bajo la consigna "Black Lives Matters", e instaló a la violencia policial y el racismo estructural en el centro del debate político en plena campaña presidencial.
El juicio podría ser largo, pero no hay dudas de que el veredicto será muy esperado y podría provocar nuevas protestas de uno y otro lado. Solo un fallo unánime de los 12 miembros del jurado puede poner tras las rejas a Chauvin. Los otros tres policías involucrados en la detención de Floyd son Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao, y aunque todos fueron despedidos de la fuerza, enfrentan cargos menores y serán juzgados por separado.
Expertos legales dicen que si Chauvin es acusado también de asesinato en tercer grado es más probable que sea hallado culpable y condenado. "Los posibles jurados están aquí pero seamos realistas, esto no va a comenzar antes de mañana", dijo el magistrado Peter Cahill. "Por lo que, salvo objeción de alguna de las partes, voy a liberar a los jurados y comenzar todo el martes con la selección", agregó.
Chauvin, de 44 años, está acusado de asesinato en segundo grado y de homicidio involuntario por la muerte de Floyd, de 46 años, el 25 de mayo pasado en la norteña ciudad de Minneapolis, estado de Minnesota. El afroestadounidense murió asfixiado después de que Chauvin lo inmovilizara apretándole la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, un hecho que fue filmado en video y que desató una ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policiales en Estados Unidos y el mundo.
Las movilizaciones crecieron cada vez más hasta convertirse en el tema principal de la campaña presidencial en Estados Unidos, en gran parte por la reacción racista y represiva que provocaron, sobre todo a través del entonces presidente y candidato a la reelección, Donald Trump. La polarización forzó incluso al candidato opositor y actual presidente, Joe Biden, a hacer promesas concretas para reformar la policía, terminar con la supresión del voto y otros ejemplos de lo que reconoció como un "racismo estructural".
El comienzo del proceso judicial fue anticipado el domingo en Minneapolis con una manifestación en la que miles de personas marcharon detrás de un ataúd blanco cubierto de rosas rojas para exigir justicia. La multitud, muy diversa, permaneció mayoritariamente en silencio, al que solo rompió para gritar "¡Si no hay justicia, no hay paz!", mientras una pancarta reproducía las últimas palabras de Floyd: "No puedo respirar".
Este lunes cientos de personas seguían manifestándose cerca del tribunal en Minneapolis con flores para recordar a Floyd. "Hay un problema en Estados Unidos", dijo Marcus X. Smith, cofundador de una pequeña organización bautizada como el Partido Popular de los Negros Unidos de Estados Unidos. "El problema es el sistema contra el que estamos luchando", agregó.
El juicio por la muerte de Floyd promete ser extraordinario en muchos aspectos: contará con abogados de renombre, se llevará a cabo bajo estrictas medidas de seguridad y se transmitirá en vivo. La Oficina del Fiscal General del estado de Minnesota convocó a Neal Katyal, un experimentado letrado que ha defendido al gobierno ante la Corte Suprema.
Katyal ya describió el juicio como un "caso criminal histórico, uno de los más importantes en la historia" de Estados Unidos. Ashley Heiberger, una exoficial que ahora trabaja como asesora sobre prácticas policiales, dijo que "el hecho de que un oficial haya sido acusado penalmente por un uso abusivo de la fuerza es en sí mismo un caso atípico".
"Es aún más raro que sean condenados", agregó. "Existe una tendencia de los jurados a querer darle al oficial de policía el beneficio de la duda", planteó Heiberger al respecto. Sin embargo, las circunstancias que rodearon el caso de Chauvin son tan preocupantes que "ningún policía u organización policial salió a defender su acción", sostuvo.
Se necesitará un fallo unánime de los 12 miembros del jurado para declarar culpable a Chauvin. Para prevenir una posible nueva ola de manifestaciones contra el racismo, las autoridades ya movilizaron a miles de policías y miembros de la Guardia Nacional. El juzgado del condado de Hennepin, donde se lleva a cabo el proceso, se asemeja a un campamento armado rodeado por barreras de concreto y cercas con alambre de púas.