Mauricio Macri está decidido a impedir que el juez Eduardo Farah intervenga en una denuncia que él y su secretario privado, Darío Nieto, presentaron en Comodoro Py para torpedear la investigación sobre espionaje ilegal que tramita en Lomas de Zamora. Farah rechazó separarse de la causa, pero Macri dice que no puede intervenir porque declaró haber sufrido presiones durante su gobierno y porque testificó en la causa sobre la mesa judicial macrista.

El 2 de marzo pasado, la Cámara Federal porteña le notificó a Macri que Farah iba a intervenir en una audiencia del próximo lunes 15 para dirimir un planteo en una denuncia que él y Nieto hicieron el año pasado por una supuesta manipulación de los teléfonos de Nieto y la filtración de los datos del expresidente de Lomas vinculados al expresidente. Pero el abogado de Macri, Pablo Lanusse, pidió que se separe a Farah del expediente por lo que declaró sobre su experiencia durante el macrismo.

En 2018, Farah abandonó la Cámara Federal en medio de presiones y denuncias por haber consentido el fin de la prisión preventiva de Cristóbal López y Fabián de Sousa. Primero recaló en un tribunal penal económico y después se mudó a un tribunal oral federal de San Martín. En cuanto el Consejo de la Magistratura empezó a revisar los traslados irregulares durante el gobierno de Macri, Farah se presentó ante la Comisión de Acuerdos del Senado y relató estas circunstancias ante los senadores el 4 de septiembre pasado. Después le pidió al Consejo volver a su vocalía de la Cámara Federal, lo que se efectivizó en febrero. Desde entonces integra la Sala II, que preside Martín Irurzun.

Además, a Farah lo citó como testigo el fiscal Franco Picardi, que instruye la causa sobre la llamada mesa judicial macrista, en la que se investigan las presiones a los jueces durante el gobierno de Cambiemos. Esa declaración se materializó el 24 de noviembre pasado.

Farah rechazó el lunes apartarse de la causa que motoriza el dúo Macri- Nieto. Dijo que el planteo de Macri es inviable, que no hay motivo alguno que afecte su equidistancia ni razones que justifiquen un temor fundado de parcialidad. Es claro que Lanusse llevará el tema a la Cámara Federal de Casación Penal, el territorio posiblemente más convulsionado hoy por hoy de los tribunales de Comodoro Py.

La denuncia de Nieto está radicada en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi y funcionó como un ariete contra la investigación de espionaje de Lomas, que está a cargo de los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. Allí tanto los fiscales como el juez Juan Pablo Augé sostuvieron que no hay elementos para procesar al secretario de Macri como parte de la trama de espionaje que se conectaba con la excoordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo y los espías conocidos como Súper Mario Bros. Sin embargo, Nieto ha sido de los más activos a la hora de intentar minar la causa o de llevarla hacia los tribunales de Comodoro Py -- cuestión que está ahora en manos de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal.

No es la primera vez que Macri o sus hombres más cercanos quieren sacarse de encima a jueces molestos en las causas. Macri lo hizo recientemente también con la camarista Ana Figueroa en el marco del expediente Vicentin, que acaba de llegar a la Cámara de Casación. El argumento es el mismo: que habló de las presiones que sufrió durante el macrismo -- especialmente en el marco del expediente sobre el Memorándum de Entendimiento con Irán -- y que testificó en la causa ante el fiscal Picardi. Ni Farah ni Figueroa son denunciantes, fueron convocados por la justicia.

A Figueroa también buscó separarla el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas en el expediente sobre la causa de espionaje de Lomas, que él y Nieto buscan que viaje a los tribunales de Retiro. Lo hizo, primero, porque decía que denunció a la mesa judicial, pero después fue buscando otros argumentos. La recusación insistente de Arribas derivó el 30 de diciembre en una maniobra de los colegas de sala de Figueroa, Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, para sacarse de encima el expediente de la causa de Lomas y mandarlo a la Sala IV, que -- con los votos de Mariano Borinsky y Javier Carbajo -- resolvió que la investigación debe tramitar en el territorio macrista friendly de Comodoro Py. Todo fue sin siquiera preguntarle a Figueroa si quería fundar su disidencia.

El traspaso se frenó después de que Cristina Fernández de Kirchner presentara un recurso para llevar el tema a la Corte. Borinsky, en tanto presidente de la Sala, le ordenó entonces al juez Augé recuperar la causa y el magistrado de Lomas dictó 38 procesamientos. Se espera que en las próximas semanas la Sala IV defina si le concede el recurso a CFK y al resto de los querellantes. En ese escenario, la causa seguirá tramitando en Lomas hasta que los supremos definan la competencia.