Tras el escándalo desatado al interior de la corona británica por la entrevista brindada por Harry y Meghan, el Partido Laborista pidió investigar las acusaciones de presunto racismo en la Casa Real vertidas por los duques de Sussex. "Son muy, muy graves", dijo Keir Starmer, dirigente laborista, sobre la denuncia de racismo y en torno a la salud mental planteados por Meghan Markle en su conversación con Oprah Winfrey en el canal estadounidense CBS.
"Esto es más grande que la Familia real. Por demasiados años, hemos desdeñado estas cuestiones y hemos estado dispuestos a dejarlas de lado", afirmó. Paralelamente, un portavoz de Boris Johnson dijo que el primer ministro "no había visto la entrevista", que se emite este lunes en el Reino Unido, y, en cualquier caso, "son cuestiones para el Palacio".
En la conversación con Oprah, la estadounidense Markle, de madre afroamericana, reveló que algún miembro de la familia real expresó preocupación por el color de piel que tendría su primer hijo con Enrique. También dijo que durante ese embarazo pensó en suicidarse y que la monarquía, que precisamente patrocina a entidades de salud mental, rechazó ayudarla.
La vocera laborista de Educación, Kate Green, dijo a Sky News que espera que las "chocantes" denuncias de racismo "sean tratadas por el Palacio con la máxima seriedad y sean plenamente investigadas" y subrayó que "no hay nunca ninguna excusa para el racismo".
Grietas en la corona
La organización republicana británica Republic pidió "un debate nacional abierto y franco" sobre el futuro de la monarquía del Reino Unido. Después de pedir en un comunicado la abolición de la institución, el consejero delegado, Graham Smith, aseguró que la entrevista al canal CBS subraya lo que "muchos ya sabían: que la monarquía está podrida hasta la médula y no refleja los valores británicos".
"Debemos mantener una conversación honesta sobre la alternativa democrática, la corrupción real, los costos y sobre las tonterías perpetuadas por los monárquicos durante años", declaró.
Smith aseguró que "no le sorprende" el episodio de racismo hacia el entonces nonato Archie porque "están bien documentados" los comentarios racistas de elementos de la familia real, entre ellos el príncipe Felipe, que actualmente se recupera de una operación cardíaca.
El republicano considera que la entrevista abrirá los ojos a muchos británicos que tienen una visión de la monarquía basada "en mitos" que, según él, perpetúan la misma institución, el Gobierno y una prensa conservadora afín.
El dirigente republicano denunció que la monarquía es "corrupta" porque "cada día de la semana" utiliza su posición "para su beneficio" y gasta dinero público "sin rendir cuentas".