Nunca antes el Barcelona ha conseguido remontar como visitante un resultado tan desfavorable como el que deberá superar este miércoles frente al París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. Desde las 17 (transmisión de ESPN), Lionel Messi y los suyos deberán revertir el 1-4 sufrido en el Camp Nou para seguir con chances en la Champions League, quizá la última del rosarino en el conjunto culé.


El equipo de Ronald Koeman tendrá que inspirarse en la épica que protagonizó en 2017 con Luis Enrique en el banco frente al mismo rival, pero aquella vez en su estadio, al superar con un 6-1 el 0-4 que se habían traído de París. Claro que aquel Barça no sólo era local, sino que también contaba con el tridente Messi-Suárez-Neymar (el brasileño está afuera, por lesión) con un tal Andrés Iniesta en el mediocampo.

"Si Messi es capaz de hacer uno de sus mejores partidos, todo es posible. Puede decidir cualquier partido en cualquier momento", afirmó el neerlandés Ronald Koeman en la conferencia de prensa que brindó antes de viajar a Francia este martes. 

El rosarino marcó el tanto de la ida, de penal, y protagonizará su tercer mano a mano con Kylian Mbappé, la gran estrella en el Camp Nou con tres goles. En las dos citas previas, el "Joven Maravilla" festejó (la otra fue el 4-3 de Francia a Argentina en el Mundial de Rusia 2018). En tanto, en goles, el europeo también corre con ventaja: cinco contra uno.


Otra a favor del conjunto catalán es que llega con la moral por las nubes después de conseguir una remontada que también se presentaba como improbable, al superar 3-0 al Sevilla con dos goles en tiempo de descuento para avanzar a la final de la Copa del Rey (0-2 en la ida). En LaLiga las cosas también se le empieza a enderezar: acumula un invicto de 16 partidos (13 triunfos) y ya quedó a tres unidades del líder Atlético de Madrid, aunque con un partido más.

Además, el equipo contará en su travesía con su nuevo presidente, Joan Laporta, que el domingo venció holgadamente en las elecciones y el lunes ya visitó al plantel en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Una vez fue consciente de su triunfo electoral, Laporta gritó eufórico "vamos a París a ver si remontamos".

Por su parte, el entrenador de los franceses, Mauricio Pochettino, aseguró que no hay ninguna euforia, y que su equipo no especulará con el resultado global y saldrá a ganar el duelo, con la misma o mayor concentración que tuvieron en Barcelona hace más de tres semanas.


El ambiente en París es más optimista que nunca y, a pesar del fantasma de la remontada de 2017 en la memoria, se impone la confianza en que Mbappé asusta a un rival con la defensa muy mermada y que además no tendrá a Gerard Piqué ni al uruguayo Ronald Araújo, afuera por lesión.

Pochettino mantiene también la duda sobre Angel di María, que acaba de volver al ruedo tras un mes de baja por lesión en el 3-0 sobre Brest por la Copa de Francia el viernes pasado. Pero el rosarino tampoco estuvo en la ida, donde el trío de ataque estuvo conformado por Mbappé, el italiano Moise Kean (autor de un gol) y Mauro Icardi, de buen partido, que volvería a ser titular junto al exBoca Leandro Paredes, pieza clave del equipo en la goleada previa.


Mientras tanto, también desde las 17 (por Fox Sports), Liverpool buscará definir su serie ante el Leipzig alemán para meterse entre los ocho mejores. Aunque tendrá que hacer de local en Budapest, Hungría, por las restricciones sanitarias británicas, el equipo de Jürgen Klopp consiguió un 2-0 en la ida con goles del egipcio Mohamed Salah y el senegalés Sadio Mané que lo pone como favorito.