Como adelantaban los especialistas los meses previos a que aparecieran las fórmulas vacunales, los procesos de inmunización masiva se demoran en comenzar pero cuando toman envión, el ritmo se acelera de manera marcada. A la fecha, de acuerdo a los datos arrojados por el Monitor Público de Vacunación, del Ministerio de Salud, el país ya inmunizó a 1.648.957 de personas, de las cuales 1.301.787 recibieron la primera dosis y 347.170, ambas. De ese total, el grupo más vacunado fue el personal de salud y luego los mayores de 60 años. Según el análisis que realiza el senador provincial Martín Barrionuevo, durante los últimos días la cantidad de dosis aplicadas se incrementó: mientras que enero y buena parte de febrero, las vacunas inoculadas no superaban las 40 mil diarias, a partir del 24 del mes pasado la curva experimentó un ascenso y el 4 de marzo alcanzó la cifra de 105.135. En los últimos diez días se aplicaron más de 450.000, que equivale aproximadamente al 1 por ciento de la población, aunque desde su punto de vista, lo óptimo sería llegar al 2 por ciento.
“El objetivo tendría que ser intentar llegar al millón de dosis aplicadas por semana. Estamos a mitad de camino, falta crecer bastante pero claramente la pendiente de crecimiento es muy marcada con distintas realidades según las provincias. Creo que es una meta razonable para marzo y seguramente en abril tendremos que apuntar a un horizonte mayor, sobre todo, porque seguramente llegarán más vacunas”, expresa Barrionuevo.
En este sentido, Buenos Aires puede funcionar como ejemplo para destacar: el jueves las autoridades sanitarias bonaerenses anunciaron que la provincia batió su propio récord al aplicar 39.136 dosis. Un día después asignaron 144 mil turnos para mayores de 70 años, menores de 60 con patologías previas y docentes. De estos últimos, ya recibieron sus dosis más de 90 mil. Con estas premisas, advierte: “Así como vamos creo que en aproximadamente unos 10 días vamos a estar en un millón de dosis aplicadas como promedio semanal, que representa un 2 por ciento de la población total. Pero bueno, todo depende de la provisión, una cuestión que nosotros no manejamos, que está por fuera de nuestro alcance”.
El objetivo es que la mayor cantidad de personas, sobre todo aquellas que formen parte de los grupos de riesgo, estén protegidas cuando inicie el invierno en Argentina. Con el frío, las reuniones sociales suelen realizarse en espacios cerrados y desprovistos de ventilación. Bajo esta premisa, la propagación viral aumenta y la segunda ola puede complicar las cosas. “Los mayores de 70 años son 3 millones 700 mil y los que tienen entre 60 y 70, representan una cifra equivalente. Si se suman a las personas de ambos grupos casi que llegan al 16 por ciento de la población total. Si nosotros alcanzamos y sostenemos el ritmo del 2 por ciento semanal, en 8, 9 o 10 semanas deberíamos tener gran parte de esa población objetivo vacunada”, plantea el senador. Y luego completa: “Me refiero a fines de abril y principios de mayo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los laboratorios que producen las drogas no se retrasen demasiado”.
En última instancia, refiere a la relación entre acceso a vacunas e infraestructura dispuesta, y cita el caso puntual de Corrientes. “Está demostrado: a medida que se ponen a disposición más vacunas la cosa va más rápido, pero no es saludable hacer funcionar toda una estructura si después el centro que se pone a operar debe cerrarse temporalmente. En Corrientes, por ejemplo, solo se está vacunando en 15 municipios de los más de 70 que hay. En la medida en que haya provisión se puede crecer mucho. Hoy hay vacunas en stock que debemos inocular lo más rápido posible”.
Más dosis en los próximos días
El proceso de vacunación masiva se extiende por la llegada de nuevas partidas. A la fecha, Argentina recibió más de 4 millones de dosis: 2.470.540 de Sputnik V elaborada por el Centro Gamaleya, 1 millón de Sinopharm, la empresa estatal china, y 580 mil de la Covishield, elaborada por el Serum Institute de la India a partir de la fórmula de Oxford/AstraZeneca. Es necesario que lleguen nuevos lotes para avanzar con velocidad hacia la tan ansiada inmunidad de rebaño, esto es, conseguir que el 70 por ciento de la población esté protegida. Para ello, la estrategia del gobierno fue apuntar a diferentes frentes y negociar con las diversas farmacéuticas. En el último tiempo, avanzan los diálogos para la obtención de 3 millones de dosis más de la tecnología producida por Sinopharm.
“La concreción de este acuerdo sería, sin dudas, muy importante. Sería decisivo que la Anmat apruebe su aplicación en adultos mayores de 60 años. En el presente, con el millón de dosis que ya arribaron se está intentando cubrir a docentes y a población menor de 60 años con distintas patologías previas”, precisa Barrionuevo. Después continúa con su razonamiento: “Algo similar ocurrió con la Sputnik V, que primero fue autorizada para menores de 60 y luego se habilitó su aplicación en adultos mayores. La opción china es muy favorable porque además de tener buena eficacia es muy sencilla de almacenar. Sabemos que la logística es un tema crucial”, sostiene.
En el presente –como citaba el analista de datos– se está distribuyendo en docentes menores de 60 años y, según se estima, en poco tiempo Anmat aprobará su utilización en adultos mayores. Al mismo tiempo, el gobierno prevé regularizar el flujo de arribo de dosis provenientes desde Moscú. Es posible que Argentina, a partir de la semana que viene, comience a recibir 600 mil dosis semanales de la Sputnik V, cifra que podría ascender a 1 millón en abril.
A esas cantidades, hay que sumar las 580 mil más de la Covishield –el acuerdo fue cerrado por dos partidas extras durante febrero y marzo con AstraZeneca– y las que provendrían por parte de Covax, el mecanismo establecido por la Organización Mundial de la Salud para el reparto equitativo de dosis en el globo. Aunque el país ya se aseguró 9 millones, entre abril y mayo se aguarda por el arribo de aproximadamente 2 millones. Además, a partir de fines de este mes y comienzos de abril, deberían estar aterrizando los primeros lotes de la vacuna de Oxford/AstraZeneca cuya sustancia activa fue y es producida en Argentina (laboratorio mAbxience, de Grupo Insud, propiedad del empresario local Hugo Sigman) y que será distribuida en toda Latinoamérica por la Laboratorio Liomont de México. En abril, Argentina tendría que contar con cerca de 2 millones de dosis.
La variante que puede complicar las cosas
En Brasil, Río de Janeiro y San Pablo incrementaron las restricciones frente al despliegue de la variante P.1. y sus sistemas sanitarios están al borde del colapso. Desde enero, los fallecimientos diarios no descienden de mil y esta semana traspasaron la barrera de 1900. Detectada y caracterizada en Manaos, a diferencia de otras, cuenta con múltiples modificaciones en su genoma que podrían transferirle ventajas al momento de replicarse y de sortear la respuesta inmune que ofrecen los pacientes contagiados. En Manaos –ciudad amazónica de 2 millones de habitantes– en noviembre no había casos de Covid con esta variante, en diciembre el 52 por ciento de los reportados correspondían a P.1 y en enero ese porcentaje se elevó al 85 por ciento. En lo que va de 2021 ya fallecieron 4500 personas.
“El tema de las variantes ocupa a profesionales argentinos desde el comienzo de la pandemia. La P.1 es de preocupación, apareció en Manaos en diciembre, pero a la fecha está circulando en unos 25 países. Tiene una serie de mutaciones y algunas de ellas están asociadas con un mejor pegado del virus al receptor de nuestras células y también cuenta con otras modificaciones que la hacen más resistente a la inmunidad conferida por la propia infección”, explica Daniela Hozbor, bioquímica e Investigadora Principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata. “En noviembre no había sido advertida en ninguna muestra, pero a partir de diciembre el porcentaje con el que creció se fue haciendo cada vez más llamativo. En un mes pasó del 50 por ciento al 80 por ciento, por eso, se la considera una variante de alta transmisibilidad”, advierte.
Argentina restringió a la mitad la frecuencia de vuelos a Brasil, pero la medida no alcanzó para impedir su detección en territorio doméstico. Desde el Instituto Malbrán y desde Proyecto País –los dos espacios institucionales que realizan vigilancia epidemiológica– identificaron casos de viajeros que provenían de Brasil contagiados con dicha variante pero aún no reportaron transmisión comunitaria.
Las alarmas se disparan con P.1 porque se cree que, a mediano plazo, podría empujar una nueva ola de contagios en el país, al habilitar la reinfección de personas que previamente se enfermaron con la cepa original del Sars CoV-2 y, al mismo tiempo, poner en duda la eficacia de las vacunas. Al respecto, Hozbor comparte la última evidencia disponible. “En particular de esta variante no existe ningún dato que permita afirmar que las vacunas diseñadas podrían perder eficacia. Solo hay un estudio reciente difundido por AstraZeneca, dónde adelantan que la sustancia activa podría proteger bien al organismo frente a esta variante del patógeno, pero es preliminar. Hay que esperar, seguro aparecerán más que nos brinden más detalles al respecto”.