La Cámara Federal de Casación es un hervidero. A la ya delicada situación con su presidente, Gustavo Hornos, se sumó un nuevo escándalo por unos mensajes machistas que volcó el camarista Juan Carlos Gemignani en un chat que comparten todos los jueces del tribunal y por los que las juezas Ana Figueroa y Ángela Ledesma hicieron saber su repudio a las autoridades de la Cámara.
Ana Figueroa preside hace años la Comisión de Género y Justicia del tribunal. Desde allí organizó un conversatorio virtual por el 8 de marzo, en el que participaron la diputada Cristina Álvarez Rodríguez y la periodista Liliana Hendel. Antes del encuentro, Figueroa escribió en el chat Acuerdo Virtual --que comparten los trece casadores-- un recordatorio para que sus colegas se unieran. Algunos, como Ángela Ledesma o Mariano Borinsky, le respondieron que en un rato iban a sumarse. La sorpresa fue la contestación de Gemignani, que escribió algo así como "habrá igualdad de género cuando le reconozcan el derecho a las mujeres a delinquir".
Gemignani no se sumó al Zoom. Sin embargo, hubo un momento de tensión cuando el presidente de Casación, Hornos --que sí fue de la partida-- tomó la palabra y varias juezas apagaron sus cámaras o dejaron sus sillas en señal de reprobación. Hornos enfrenta duros cuestionamientos por algunos de sus pares después de que se conociera que ingresó en seis oportunidades a la Casa Rosada a visitar a Mauricio Macri, con quien reconoció mantener una relación social y haber discutido sobre política judicial. A las denuncias penales y ante el Consejo de la Magistratura, se sumaron los reclamos de Ledesma y de Alejandro Slokar para que deje la presidencia del tribunal.
El episodio de Gemignani continuó el martes. Ledesma y Figueroa le enviaron un oficio a Hornos pidiéndole que la Secretaría General de Casación certificara el contenido de los mensajes remitidos al grupo de WhatsApp. "Nos resultan intolerables expresiones genéricas de ese tenor en momentos donde ponemos todo el esfuerzo necesario en el Poder Judicial para actuar y fallar con perspectiva de género, conforme a las exigencias de nuestra Constitución Internacional, el DIDH (Derecho Internacional de los Derechos Humanos) y las leyes del derecho interno", escribieron las juezas.
Gemignani tiene un largo historial de violencia de género, que incluyó ordenar detener a la secretaria del tribunal María Amelia Expucci por negarse a cumplir una orden suya. El episodio terminó sin mayores complicaciones legales para el casador ni grandes problemas en el Consejo de la Magistratura, donde lo sancionaron con una reducción del sueldo del 35 por ciento. También se cuentan otros episodios con sus colegas mujeres, especialmente el que vivió la jueza Liliana Catucci, a la que echó a los gritos de una reunión, acusándola de connivencia con un policía.
No son pocos los que definen como insostenible la situación en Casación con el escándalo de las visitas a Macri de Hornos y el nuevo episodio de Gemignani, quien se amparó diciendo que --por culpa de la filosofía occidental-- no habían entendido lo que había querido decir.