El dólar cerró ayer a 15,72 pesos, con una suba de 16 centavos respecto del día anterior. El tipo de cambio ilegal escaló a 16,10 pesos. El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, afirmó esta semana que la autoridad monetaria modificará su política de acumulación de reservas, con el objetivo de sumar 25 mil millones de dólares en los próximos meses y con ello generó expectativas al alza en la plaza cambiaria. Las compras que realice el Central en el mercado cambiario se sumarán a las del sector privado, es decir una mayor demanda de divisas para la misma oferta. El resultado, adelantan en la city, sería un incremento del tipo de cambio, que más allá de la suba de ayer se mantiene en un nivel idéntico al de comienzos del año pasado.
Las declaraciones del presidente del Central generaron algo de ruido entre los inversores que venían apostando por la tasa en pesos y un dólar quieto al menos hasta octubre. Pero los analistas experimentados del mercado aseguraron a este diario que los dichos de Sturzenegger no fueron lo único relevante para explicar el alza de 16 centavos del dólar. Plantearon que en la licitación de Lebacs del martes el Central debía renovar letras por 380 mil millones de pesos pero sólo consiguió adjudicar unos 320 mil millones, lo que explica que quedaron dando vueltas en la plaza unos 50 mil millones de pesos con la posibilidad de dolarizarse.
En la city no creen que exista un margen interminable para el negocio de la bicicleta financiera (es decir, que la tasa de interés en pesos le siga ganando mes a mes a la tasa de devaluación) y creen que “el carry trade más largo del mundo” que exhibe la Argentina en el último año y cuatro meses tiene el tiempo contado. Plantean que el dólar no puede seguir quieto mucho tiempo más después de que los precios acumularon una suba de más del 50 por ciento desde enero de 2016. Indican que muchos empiezan a ver que es un buen momento para asegurar las ganancias obtenidas en los últimos meses y pasarse a dólar, es decir hacer un cambio de moneda de las carteras. Aclaran que puede ser un proceso que no se vea de manera inmediata porque todavía siguen entrando dólares del exterior para aprovechar la tasa de interés. En marzo, se marcó un record mensual de ingreso de capitales de portafolio, que son las inversiones de corto plazo especulativas que no buscan ganancias productivas sino financieras. Llegaron 737 millones de dólares en forma bruta y 535 millones en forma neta. En marzo de 2016 el ingreso bruto fue de 132 millones y el neta de 119 millones.
Las palabras de Sturzenegger respecto de llevar las reservas a un nivel equivalente al 15 por ciento del PIB en los próximos meses no fueron precisas. Nunca mencionó cuándo pretende alcanzar este objetivo aunque aclaró que no tiene por qué ser este año. En ese caso, si puede pasar más de un año y medio para llegar a esa cifra no debería por qué pensarse que la autoridad monetaria va a salir a comprar muchas más divisas en la plaza cambiaria a privados. Mientras sigan ingresando al país los mismos niveles de deuda externa, le alcanza con mantener el mismo ritmo que ahora para cumplir el objetivo. Desde que asumió el nuevo Gobierno hubo un alza de las reservas de 4 puntos del PIB y el stock ya alcanzó los 10 puntos del PIB. Ayer cerraron en 48.940 millones de dólares, con un retroceso de 155 millones. Parte importante de lo que se acumuló en los últimos meses fue por la compra de divisas de la deuda que tomó el Tesoro, transacción que se hace en una ventanilla diferente a la que operan los privados y que, por tanto, no incide en forma directa en la cotización del dólar.
Lo llamativo del anuncio del titular del Central no fue la cifra a la que pretende llegar sino que cambió su posición respecto del rol que juegan las reservas. Sturzenegger le había afirmado a este diario el año pasado que no le preocupaba si la cantidad de dólares en las arcas del Central bajaba a cero, porque la única variable relevante era la tasa de interés y no tenía intención de ganar capacidad de fuego para administrar la cotización del tipo de cambio ante situaciones de volatilidad. Pero ahora modifica esa estrategia y le adelanta a los inversores que la meta es acumular reservas, con el objetivo de mostrar un patrimonio más robusto de la entidad.