Brandon Bay, el sindicado líder de la banda de Los Gorditos, fue imputado ayer por el homicidio agravado calificado, en carácter de instigador, de Rodrigo Gigena, ocurrido el 6 de agosto de 2019 en San Lorenzo. Tras la audiencia, el juez de 1ª Instancia Juan José Tutau le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley (dos años), la misma pena que para uno de los integrantes de la banda.

Brandon Bay es considerado el jefe de la banda surgida a mediados de 2015 en el complejo Fuerte Apache de barrio Tiro Suizo y que rápidamente se desplegó sobre la villa Flammarión y sus alrededores y que rápidamente fue ampliando territorio con la venta y distribución de estupefaciente, instalándose también en San Lorenzo y Puerto San Martín para desplegar su negocio.

Ayer en la Fiscalía San Lorenzo se concretó la audiencia imputativa para Bay por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de instigador; y al identificado con las iniciales J.M.A. por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautor.

En la audiencia, los fiscales Matías Edery y Aquiles Balbis -de la sede San Lorenzo- les atribuyeron a ambos el hecho ocurrido el 6 de agosto de 2019 alrededor de las 22 en inmediaciones de Clemente Albelo al 3600, en San Lorenzo.

Brandon Bay es considerado el jefe de la banda surgida a mediados de 2015 en el complejo Fuerte Apache de barrio Tiro Suizo

Según los funcionarios del MPA, y siguiendo las órdenes de Bay, J.M.A. se trasladó en un Ford Focus gris junto a otro hombre hasta la vivienda de Costanera s/n en donde buscaron a una mujer y juntos se dirigieron hasta las inmediaciones de Clemente Albello al 3600.

Una vez en el lugar, el imputado detuvo la marcha del auto, mientras el otro individuo que lo acompañaba disparaba su arma de fuego en reiteradas ocasiones hacia Gigena, quien recibió numerosos impactos de bala. Sin embargo, la víctima -que falleció debido a una herida en el abdomen- no era la persona a quien los agresores estaban buscando.

Las balas no eran para Rodrigo, tal como aseguraron familiares y vecinos desde un principio. Estaban destinadas para un transero que vivía a escasos 30 metros de la familia Gigena y que trabajaba para un tal Willy, contrincante de Brandon en el negocio del narcomenudeo. “Bay había ordenado darle muerte”, sentenciaron los fiscales.

De acuerdo a la evidencia recolectada, el mismo vendedor de drogas reconoció que aquel ataque estaba dirigido hacia él, agregaron voceros judiciales. Manifestó que tenían un parecido físico con Gigena y aseguró no tener dudas de que los atacantes de Brandon Bay lo confundieron con su vecino. También afirmó que aquellos que querían atentar contra su vida eran rosarinos.

En sede del MPA manifestó que una banda de Rosario quería quedarse con el negocio de tráfico de estupefacientes y que ya lo habían amenazado a él y su familia para que deje de vender para Willy. Entre aquellos que lo amenazaron pudo reconocer a un policía de apellido Romero: se trata de Lucas, el primo de Brandon Bay que en noviembre pasado fue condenado a tres años de prisión efectiva y seis de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Durante la audiencia, los fiscales detallaron que la casa de calle Costanera había sido adquirida por Brandon Bay para que por J.M.A. y al menos otras siete personas la utilizaran regularmente con la finalidad de planificar los ataques perpetrados en la jurisdicción, esconder armas de fuego y vehículos, y que también utilizaban para refugiarse tras la comisión de distintos ilícitos cometidos.

Cabe destacar que Brandon Bay está detenido en la cárcel de Piñero cumpliendo prisión preventiva efectiva luego de haber sido imputado por otros delitos.