San Lorenzo se jugaba buena parte de la temporada este miércoles por la noche en su visita a Universidad de Chile por la Fase 2 de la Copa Libertadores, una de las tres rondas previas a la etapa de grupos, y rescató un empate 1-1 de Santiago que lo deja bien parado de cara a la revancha del miércoles próximo, a las 21.30, en el Nuevo Gasómetro.


Ante tamaña cita, Diego Dabove se la jugó nuevamente al dejar en el banco a Angel Romero -y en segundo orden, a su hermano Oscar-, una decisión que siempre despierta polémica en el mundo azulgrana más allá del resultado. El entrenador, que suma dos triunfos, un empate y dos caídas en su incipiente ciclo, apostó por encarar el encuentro con una formación más aguerrida para no sufrir sorpresas de entrada. La generación de fútbol, en pequeñas dosis, quedaba en la zurda del siempre cumplidor Juan Ramírez, quien intentaría buscar alguna corrida de Lucas Melano o ubicar a Franco Di Santo, de renovada confianza tras su gol a Huracán en el clásico del fin de semana pasado y muy activo en la lucha cuerpo a cuerpo contra los defensores rivales.

Fueron difíciles de seguir los 45 minutos iniciales jugados en el estadio Nacional de Santiago. Si los arqueros llegaron a transpirar o ensuciarse, fue de casualidad. Es que prácticamente no pisaron el área los delanteros de uno y otro equipo. Si la meta sanlorencista era llevarse un 0-0 de su visita, por el momento lo estaba consiguiendo ante una Universidad de Chile que hacía su debut en la temporada y acarreaba un invicto de seis partidos del torneo anterior, donde finalizó tercera.


En la segunda parte, los protagonistas apretaron el acelerador, podría decirse. San Lorenzo estuvo cerca del gol con una palomita de Alejandro Donatti luego de un centro de pelota parada, mientras que la U se despertaba de la mano del exBoca Marcelo Cañete, que empezó a castigar al arco de José Devecchi con frecuencia.

Pero la vehemencia que buscaba Dabove desde la previa se le devino contraproducente cuando, a los 61 minutos, Diego Braghieri le fue muy fuerte al exHuracán Joaquín Larrivey. El árbitro primero le mostró amarilla, pero luego de ver las marcas de los tapones en la pierna del "Bati" le sacó la roja.


La noche de San Lorenzo se tornó en pesadilla más tarde cuando Angelo Henríquez aprovechó una siesta de la defensa en una pelota parada y de cabeza puso el 1-0 chileno. Todo pintaba para mal por el lado de los de Boedo que, contra las cuerdas, encontraron rápidamente un gol de visitante que casi nunca buscaron con otra pelota parada: centro de Rojas, Gattoni que la bajó de cabeza y Di Santo que dominó y definió. Un empate que festejó con fuerza todo San Lorenzo ya que era lo que fue a buscar a Chile y se lo llevó, además, con premio extra.