El exagente de Inteligencia Raúl Guglielminetti y el exintegrante de la Policía Federal Miguel Ángel Cancrini fueron reconocidos por testigos como quienes encabezaron operativos de secuestro y desaparición de personas, en el séptimo juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en Neuquén.
Se trata de un proceso oral y público a cargo del Tribunal Oral Federal 1 (TOF) de la provincia, en el que son juzgados 15 imputados por crímenes cometidos en perjuicio de 20 víctimas, nueve de las cuales permanecen desaparecidas.
Guglielminetti fue nuevamente señalado como integrante de los grupos de tareas que hicieron seguimiento y participaron en el secuestro y desaparición de Susana Mujica, un hecho ocurrido el 9 de junio de 1976, en la capital neuquina. El testigo Jorge Chaneton reveló que, poco antes de que Mujica fuera secuestrada, dos hombres, uno de los cuales era --dijo-- Guglielminetti, se presentaron en su casa “para hablar” con la víctima.
“Lo primero que hizo cuando estábamos en el living, fue sacar“un fierro (una pistola) que tenía en la parte posterior y la dejó a un costado del sillón”, recordó el declarante. “En la charla me contó que eran miembros de la Policía Federal y que hacían seguimiento de actividades subversivas y mencionaron que estaban haciendo un operativo de una casa en calles Sargento Cabral e Yrigoyen, que era la casa de Susana Mujica".
Chaneton contó que tenía una relación “casi familiar” con la familia Mujica y por lo que les avisó que a Susana las fuerzas represivas le estaban haciendo seguimiento. Dos días después la joven fue secuestrada y aún permanece desaparecida.
En una audiencia previa, el 24 de febrero pasado, los testigos César Altomaro y Héctor Villaverde también apuntaron a Guglielminetti, que se hacía llamar “Mayor Guastavino”, como responsable del secuestro de Alicia Villaverde (ya fallecida) quien una vez liberada se exilió en México.
Joaquín Pifarré, hermano de Alicia, detenida desaparecida desde el 9 de junio de 1976 en Neuquén, reconoció al ex integrante de la Policía Federal Miguel Ángel Cancrini --también imputado en la causa-- como parte del operativo en el que secuestraron a su hermana. “Ese día entró a mi casa un grupo de entre seis y ocho hombres de civil, fueron directamente al dormitorio de Alicia, quien ya no vivía con nosotros y plantaron unos papeles para justificar que habían encontrado lo que buscaban, mientras a mí me tenían boca abajo sobre una cama apuntándome con un arma en la cabeza”.
Aseguró reconocer a Cancrini de sus días de soldado en el Destacamento de Inteligencia 182 de Neuquén porque lo visitaba siempre y se presentaba como “Inspector Cancrini”.
“No fue fácil vivir después de lo que nos pasó. Yo seguí mi vida, me recibí, formé una familia pero mamá sufrió mucho, luchó cada día no solo por ella sino por los 30 mil hasta que murió”, afirmó conmovido. Su madre, Adelina Pifarré integró la delegación regional de la Asociación Madres de Plaza de Mayo desde su fundación.