El Gobierno firmó el contrato con la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino para la adquisición de otros tres millones de dosis de la vacuna Sinopharm. Según se prevé llegarán la próxima semana y servirán para continuar con la inmunización de personas menores de 60 años; en especial, estarán destinadas para aquellos individuos con patologías previas y para personal docente. Hasta la fecha, Anmat no autorizó su inoculación en adultos mayores aunque el visto bueno podría llegar en los próximos días.
Este nuevo lote se sumará al millón de dosis que aterrizaron el mes pasado provenientes de Beijing, a las 2.470.540 dosis de Sputnik V y a las 580 mil Covishield elaboradas por el Serum Institute de la India. Con esta nueva adquisición, Argentina superará los 7 millones de dosis recibidas. Según comunicaron fuentes del Gobierno, solo resta por cerrar aspectos vinculados a la logística. La opción Sinopharm, en este sentido, es de las más sencillas de almacenar y distribuir porque requiere de una refrigeración entre 2 y 8 grados. Ambas dosis son idénticas --a diferencia de otras como la Sputnik, que son componentes adenovirales distintos-- y deben inyectarse con una diferencia de entre tres y cuatro semanas.
“Todo indica que los ritmos de vacunación se seguirán acelerando. Estamos en 150 mil dosis diarias y, tranquilamente, podríamos llegar a las 200 mil por día. El gran tema no será la inmunización, que sigue marchando más o menos bien, sino que continúen llegando nuevos lotes al país. A grandes rasgos, la logística ha funcionado muy bien”, dice Rodrigo Quiroga, bioinformático, docente en la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet. Después continúa: “Si se pudiera aprobar Sinopharm para mayores de 60 años, Argentina estará con un panorama bastante bueno. Hacia fines del mes que viene ya podríamos estar pensando en tener protegida una buena parte de los adultos mayores. La verdad es que sería un golazo, porque aunque hubiera un crecimiento de casos por la variante P.1 (proveniente de Brasil), el contexto sería igualmente muy diferente en cuanto a mortalidad”, sostiene el científico.
Asimismo, en marzo se deberían regularizar las entregas por parte del Centro Gamaleya (se aguardan desde 600 mil a 1 millón de dosis semanales de Sputnik V) y las 580 mil restantes que el gobierno argentino compró a AstraZeneca y complementan el lote recibido en febrero. El presidente Alberto Fernández, en una entrevista televisiva en el programa Minuto Uno, conducido por Gustavo Sylvestre (C5N), había dejado traslucir que el acuerdo con China era inminente porque las negociaciones “estaban encaminadas”. Y también había apuntado que su meta era inocular a 13 millones de personas antes de que llegase el invierno.
Desde esta perspectiva, apunta Quiroga: “Las cifras que plantea el presidente no son descabelladas. Sin embargo, pienso que la clave está en ir paso a paso, en pensar en el hoy. Ante la situación catastrófica que hay en los países vecinos, en muchos casos, como resultado de la propagación de la variante P.1 y sabiendo que es muy posible que ya esté circulando en Argentina (aunque aún su transmisión comunitaria no fue reportada), lo que se debe hacer de manera urgente es inmunizar a los mayores de 60 años. Es muy probable que los infectados comiencen a aumentar antes del invierno. Podríamos pasar de 100/150 fallecidos por día a 400 o 500”, dice. En el presente, Chile, Paraguay y Brasil han intensificado sus medidas de restricción de la circulación porque los casos se han incrementado y los fallecidos superan los récords diarios que se reportaban en los meses más álgidos de 2020. El gobierno argentino, en este sentido, baraja nuevas medidas de control para evitar el flujo de personas que ingresen al país provenientes de las naciones limítrofes.
Apurar antes de que llegue el frío
El proceso de vacunación, necesariamente, debe tomar velocidad porque la meta del Gobierno es intentar que un gran porcentaje de los grupos de riesgo estén protegidos antes de que llegue el frío y de que las variantes foráneas puedan propagarse en territorio doméstico y transmitirse de manera comunitaria.
A la fecha, de acuerdo a los datos arrojados por el Monitor Público de Vacunación --instrumento estadístico creado por el Ministerio de Salud-- el país ya inmunizó a 1.919.074 de personas, de las cuales 1.564.555 recibieron la primera dosis y 354.519, ambas. De ese total, el grupo más vacunado fue el personal de salud y luego los mayores de 60 años.
Según el análisis que realizan algunos especialistas como el senador provincial Martín Barrionuevo, durante los últimos días la cantidad de dosis aplicadas se incrementó: mientras que enero y buena parte de febrero, las vacunas inoculadas no superaban las 40 mil diarias, a partir del 24 del mes pasado la curva experimentó un ascenso. Durante la semana pasada, se aplicaron más de 500 mil dosis, que equivale aproximadamente al 1 por ciento de la población, aunque desde su punto de vista, lo óptimo sería llegar al 2 por ciento. Y de a poco, el ritmo se va acelerando: en las últimas 24 horas se aplicaron 144.636, superaron a las del martes (125.481) y a las del lunes (102.259).
La vacuna y su autorización en mayores de 60
La tecnología, desarrollada en el Instituto de Productos Biológicos de Pekín, cuenta con una eficacia del 80% y está siendo evaluada por Anmat. El objetivo es que en los próximos días comience a ser suministrada en adultos mayores. Si ese paso se concretase en el corto plazo, sería posible –prácticamente– cubrir con una dosis a buena parte de esa población objetivo. En Argentina, según el Plan Estratégico de Vacunación, se calcula que 3.7 millones de personas tienen más de 70 años y una cifra equivalente tiene entre 60 y 70 años. La semana pasada, según lo confirmó la autoridad reguladora, Pakistán autorizó el uso de emergencia de la vacuna para mayores de 60 años. A largo plazo, la meta será finalmente cumplida cuando se alcance la tan ansiada inmunidad de rebaño con un 70% de la población protegida y la propagación viral controlada, pero para eso todavía falta mucho.
“Sería una gran noticia si se aprobara en adultos mayores. Muchos médicos y científicos me critican cuando digo esto pero pienso que es necesario evaluar los riesgos. ¿Qué es más riesgoso aprobarla o no hacerlo? Hasta la fecha ninguna vacuna ha demostrado ningún efecto distinto de seguridad y eficacia en mayores de 60 años, respecto de lo que sucedió en menores. Simplemente, lo que se puede esperar: un poco menos de respuesta inmune, nada fuera de lo común”, propone Quiroga. Luego sigue con la descripción de su postura: “Sería razonable su autorización, más si se tiene en cuenta el riesgo que podría significar no hacerlo. Si se decidiera no utilizar la Sinopharm en mayores de 60, para empezar, habría que conseguir 3 millones de dosis por otro lado. Su aprobación significará el último empujón para acelerar del todo la inmunización”.
Los resultados de la fase II, publicados en The Lancet, indicaron que la vacuna es eficaz y segura. En el presente, la fase III de ensayos clínicos se realiza con voluntarios en Perú, Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Argentina. A nivel local, la coordinación de las pruebas en 3 mil voluntarios está a cargo de la Fundación Huésped y los Centros Vacunar. La sustancia activa fue diseñada en base a virus inactivado: tras ser cultivado, el Sars CoV-2 se inactiva, con lo cual, si bien es útil para despertar las defensas del organismo, no es capaz de replicarse ni de infectar a las células. Su metodología es tradicional y, en contraposición a otras que no tienen tanto recorrido como las de ARN mensajero (que utilizan Pfizer o Moderna), ya fue empleada en otras vacunas que a lo largo de la historia ya se aplicaron de forma masiva, como las de la polio, la hepatitis A o la rabia.