Desde Roma

La crisis general desencadenada por la pandemia a nivel social, económico, político y sanitario en Italia, está carcomiendo también la estabilidad de los partidos políticos. Ya se vió el caso del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) luego de la expulsión de unos cuarenta de sus parlamentarios por haber votado contra el gobierno de Mario Draghi en el Parlamento. Ahora es el turno del Partido Democrático (PD), el principal partido de centro izquierda de Italia, donde la renuncia de su secretario general, Nicola Zingaretti, y las críticas a sus compañeros de militancia, están mostrando un partido en dificultad.

Si el PD cae en desgracia, según algunos analistas, el país podría girar abiertamente hacia la derecha. Es que no existe otro partido importante de centroizquierda capaz de captar la realidad de los actualmente desempleados y acongojados ciudadanos a causa de la pandemia.

Todo empezó la semana pasada, cuando el ahora ex secretario Zingaretti, también presidente de la región de Roma, el Lazio, declaró que presentaba su renuncia porque en el partido había “un permanente martilleo” contra su posición y que para él la “lucha contra el covid es la prioridad”. “Me avergüenzo de que se hable sólo de puestos y de las próximas elecciones cuando está desatándose la tercera ola de la pandemia. El PD no puede quedarse parado, empantanado por meses a causa de una guerrilla cotidiana. Esto mataría al partido. Renuncio como secretario. Si el problema soy yo, elimino el problema”, declaró Zingaretti. 

En efecto el crecimiento de la curva de contagios por covid en Italia, a causa de las nuevas cepas y especialmente la inglesa, fue rápido y superó los 19.500 casos por día a partir del tres de marzo. El jueves fueron 25.673 los nuevos casos, por lo que el gobierno está decidiendo nuevas medidas restrictivas que serían anunciadas el fin de semana.

La joven presidenta del PD, Valentina Cuppi, explicó a la prensa que será la asamblea nacional del partido dell 13 y 14 de marzo la que decidirá sobre el futuro, afrontando no sólo quien deberá ocuparse del cargo de secretario, sino también los problemas planteados por Zingaretti. “Tenemos tantas cosas por hacer. Desde el plan de vacunación hasta la reforma fiscal, el derecho al estudio gratuito, la ley sobre la paridad salarial. Son temas que definen la identidad de un partido y de una comunidad. Debemos afrontar todas estas cosas y evaluar el camino a seguir. Espero que en la asamblea podamos tener una discusión franca, con voluntad de reconstrucción para afrontar los problemas del país. Y espero también, que sea con gran sentido de responsabilidad hacia el partido y hacia el país”, declaró Cuppi.

Algunos creen que si la Asamblea decide pedirle a Zingaretti que no se retire, éste debería aceptarlo. Sin embargo Zingaretti, después de haber leído el Estatuto del partido, dijo que eso no estaba previsto. “¿Un paso atrás de mi parte? No es este el tema principal. Yo renuncié para empujar al entero grupo dirigente a una confrontación más genuina, más plural y solidaria que permita tener una visión común de Italia. Hice todos los esfuerzos que pude, pero no lo logré porque prevalece la polémica. Por eso me hice a un lado. Pero no desapareceré”.

“Seguiré siendo el presidente de la región de Lazio y espero que mi decisión ayude al PD a re-encontrar las ganas de discutir ideas distintas pero con más respeto, más eficacia, por amor hacia Italia pero también por amor hacia un partido que sigo considerando todavía mío. Sin él, la democracia italiana sería mucho más débil”, concluyó Zingaretti.

Hombre simple pero muy concreto, para nada petulante, Zingaretti es muy respetado en Italia. Tiene una larga vida política, habiendo militado en organizaciones de jóvenes comunistas y socialistas, y luego en distintos partidos de centroizquierda. Fue diputado europeo por el Partido del Socialismo Europeo y en 2008 presidente de la provincia de Roma. Desde 2013 es presidente de la región de Lazio y en 2019 fue elegido secretario general del PD. Es además el hermano menor de un famoso actor televisivo, Luca Zingaretti, que ha personificado al Comisario Montalbano, una serie famosa difundida en todo el mundo, incluso en Argentina.

Pese a las polémicas desatadas por unos,otros dirigentes del PD lo defienden. Zingaretti ha sido “objeto de ataques injustificados, creo que se requiere una respuesta unitaria que le pida que no abandone la secretaría”, según el vicesecretario del PD, Andrea Orlando. “Tenemos encima no sólo el destino del PD sino una responsabilidad más grande en relación al país en plena pandemia", comentó por su parte el ministro de los Bienes Culturales y miembro del PD Darío Franceschini. "El gesto de Zingaretti nos impone dejar de lado todo tipo de conflictividad interna y recomponer la unidad del partido en torno a su guía”.

Zingaretti también recibió la solidaridad de exponentes de otros partidos, como el canciller y dirigente del M5S, Luigi di Maio, y el ex primer ministro Giuseppe Conte. “La renuncia de Zingaretti no me deja indiferente. Lamento mucho esta decisión, que por lo visto fue muy sufrida”, comentó Conte.

A principios de octubre, si no se postergan, se hacen las elecciones administrativas en varias regiones de Italia y la del nuevo presidente de la República. Entonces, la asamblea partidaria del próximo fin de semana no sólo deberá proponer un nuevo secretario que lleve adelante las campañas electorales, sino que afronte los problemas ligados a la pandemia. Y como posible secretario se habla con insistencia de Enrico Letta, quien fue varias veces ministro de la República italiana y primer ministro de 2013 a 2014.

Como presidente de la región Lazio, Zingaretti de todas maneras no se ha detenido, y por lo visto trata de estimular con sus presencia el tema vacunaciones. El sábado pasado asistió a la inauguración de un centro de vacunación en Termini, la estación terminal de trenes de Roma. Allí anunció que se va a abrir otro centro de vacunación en los estudios cinematográficos de Cinecittá, la Hollywood italiana hoy prácticamente cerrada, donde se han producido miles de películas con grandes estrellas y directores del cine italiano como Sofia Loren, Gina Lollobrigida, Alberto Sordi, Federico Fellini, Vittorio de Sica, Claudia Cardinale, entre otros. El viernes pasado Zingaretti había estado presente además en la visita del presidente de la República Sergio Mattarella a otro centro de vacunación creado dentro de un nuevísimo edificio para congresos, prácticamente cerrado desde hace un año, que contiene la más reciente obra del arte moderna de Roma, La Nuvola.