El Censo Policial 2020 que llevó adelante el Ministerio de Seguridad de la provincia le proveyó a las autoridades una radiografía de la fuerza y qué piensan quienes la integran. Entre las respuestas que más destacaron están la alta cantidad de policías que dijeron que jamás dispararon el arma como parte de su labor y que identifican a la corrupción como un problema dentro de la institución policial "grave o muy grave", aunque luego contestaron negativamente cuando les repreguntaron "si en sus lugares de trabajo han experimentado trazos vinculados a mecanismos corruptos".

Seguridad presentó este viernes los resultados del Censo Policial 2020, que se realizó con el objetivo de conocer la opinión y las necesidades de los efectivos.

El secretario de Seguridad Pública, Germán Montenegro, subrayó que "una de las preguntas del censo indaga sobre el uso del arma y el 82% dijo que nunca disparó un arma. Esto indica que no necesariamente el uso del arma es algo que sea permanente en la policía. En la concepción policial la cuestión del arma es una cuestión central, pero en la práctica observamos que no necesariamente esto es así. Esto indica que la policía, en el trabajo cotidiano, utiliza otras herramientas para la gestión de los asuntos de la seguridad y nos abre un espacio para trabajar mucho más en el perfeccionamiento y la profesionalización".

“Hay mucha realidad cotidiana que no implica el uso del arma, pero lo interesante del censo es que nos abre una serie de temas importantes, con información veraz, sobre la cual nosotros tenemos que trabajar teniendo política para atender esta temática", explicó Montenegro.

La subsecretaria del Observatorio de Seguridad Pública, Luciana Ghiberto, aseguró que el 35% del personal son mujeres a las que les preguntaron si les parecía adecuado que incrementen la cantidad de mujeres dentro de la fuerza policial . "Un 70% dijo que sí y también nos pareció interesante hacer un módulo específico sobre mujeres a las cuales le preguntamos a ellas mismas cuáles eran las experiencias con sus compañeros varones dentro de la institución policial".

Por su parte, el director del programa de Delito y Sociedad de la Universidad del Litoral, Máximo Sozzo, indicó que en base a las respuestas "en primer lugar se puede decir que buena parte de los policías identifican a la corrupción como un problema importante dentro de la institución policial. 8 de cada 10 policías consideran que es un problema grave o muy grave. Al mismo tiempo, una buena parte de los y las policías al ser consultados sobre si en sus lugares de trabajo han experimentado trazos vinculados a mecanismos corruptos, responde que eso no es así. Sin embargo, 1,7 de cada 10 afirman que sí. Lo que nos da una muestra de la presencia de este problema donde hay que operar".

Por otro lado, "la mitad de los policías señalan que denunciar hechos de corrupción puede ser objeto de represalia. Hay una cierta desconfianza sobre la posibilidad de denunciar, nuevamente ahí podemos ver el medio vaso lleno o el medio vaso vacío. La otra mitad considera que no existe esa posibilidad de la represalia, pero evidentemente ese también es otro componente fundamental que instala la cuestión de cómo construir política de control de la actividad policial que sean realmente efectivas y genere confianza para que los policías honestos puedan señalar la existencia de esos rastros o rasgos de corrupción".