A igual que en la Patagonia, Tandil sufre incendios desde el miércoles pasado y el fuego aun no cede. Los bomberos trabajan en la zona de la cantera del Cerro Los Naranjos, donde se divisaron los primeros focos. La lucha contra las llamas se complica por la inaccesibilidad para los vehículos: deben dejar los autobombas a unos 500 metros de distancia y adentrarse para combatir el fuego, que tiene varios focos.
La lucha de los bomberos se ha centrado sobre todo en evitar que las llamas lleguen a las zonas con viviendas. De hecho, se usaron retroexcavadoras del municipio con las que se crearon montañas de tierra. Ayer, se sumó un avión del Plan Nacional de Manejo del Fuego, que continúa hoy con sus labores.
La situación ha llegado incluso a llevar a que se pida a los vecinos con piletas de natación llenas que estén atentos a la posibilidad de que los bomberos les pidan agua, en momentos en que las autoridades descartan por completo que la causa del fuego haya sido natural. No obstante, Ramón García, jefe del cuartel central, afirmó que "si fue intencional o no, aún no se sabe".
De momento, las zonas más afectadas son la cantera Carba y los alrededores del Hotel Elegance, además del Camino Encantado. Se calcula que la superficie comprometida por el fuego es de entre 130 y 150 hectáreas y todavía no se pudo relevar la magnitud del daño.
De acuerdo a lo informado por Defensa Civil de Tandil, hoy se sumarán grupos de bomberos de otras localidades vecinas, con lo que se supera el centenar de personas que combate los incendios.
El clima juega un papel importante. Ayer, el viento tuvo un constante cambio de dirección. Este fin de semana se esperan jornadas de sol y con temperaturas menores a los 30 grados. Se espera que recién el martes llegue la lluvia que podría sofocar el fuego.