Andrés Beeuwsaert recuerda con especial cariño un concierto que realizaron con Aca Seca Trío en Japón. La última vez que anduvieron de gira por el país oriental fue en agosto de 2019, antes de la pandemia. “Los japoneses son extremadamente sensibles y respetuosos con la escucha. Para ellos el concierto es una ceremonia, algo sagrado. A pesar de que están atestados de tecnología no ves a nadie filmando con un celular en el concierto. Son muy respetuosos del espacio del otro, son silenciosos y grandes anfitriones”, cuenta el pianista. Luego todo cambió para la música: los shows en vivo y las giras resultaron imposibles el año pasado. “¡Y cuando termina el show te compran los discos y vienen para que se los firmes y te saques una foto con ellos!”, dice Beeuwsaert, todavía sorprendido. El trío de música popular se reencontrará con la experiencia de tocar en vivo con público este sábado en el patio de Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131), en función doble (a las 18 y a las 21).
“Cuando nació el grupo nosotros ensayamos un año entero sin saber que íbamos a tocar en vivo y ésa es una gran llave. Es una gran suerte tener ese nivel de entrega sin vislumbrar ningún rédito de ningún tipo, ya sea el del aplauso, el dinero o el reconocimiento de tus pares”, dice Juan Quintero sobre la libertad artística que caracteriza al trío desde sus comienzos, hace 21 años. “Tocar porque te gusta tocar. Y eso me animo a recomendárselo a cualquier persona de este planeta”, completa el guitarrista tucumano. Después de cinco discos editados, el grupo logró construir una identidad sonora que le escapa a la etiquetas y encontró un público para su música. En esta oportunidad, repasará su repertorio más clásico, que incluye a autores como Jorge Fandermole, Hugo Fattoruso y Edgardo Cardozo, además de piezas propias.
-¿Cómo viven este regreso a los escenarios con Aca Seca después de más de un año sin tocar?
Juan Quintero:- Para mí en principio hay una cosa: no lo siento como un regreso, más bien es una cosa provisoria. Nosotros no nos vemos hace mucho tiempo y la idea es seguir sosteniendo el vínculo. Nos resulta vital poder sonar en el mismo recinto, eso es irreemplazable. Más que un regreso este concierto se da por las ganas de vernos las caras y ver qué pasa. El regreso real se va a dar el día que podamos estar sin ninguna restricción; para mí todo lo que se dé en este momento es provisorio. Pero vamos a tratar de mantener viva esta cuestión linda del concierto. Como solista he decidido resguardarme, pero sí estoy haciendo algunos conciertos con otra gente. Eso sí vale la pena. En enero, en San Luis hice un concierto con Edgardo Cardozo.
Mariano “Tiki” Cantero (percusión):- Es fuerte porque nosotros no nos vimos casi en todo este proceso pandémico. Nos vimos en persona recién hace un mes. Entonces, tiene un efecto fuerte el reencuentro entre nosotros y con la gente. En 21 años de actividad nunca sucedió esto de dejar de tocar durante tanto tiempo. Entramos en una burbuja temporal en la que redefinimos cosas de cada uno. Es un proceso que nos está enseñando y nos hace repensar el proyecto. Va a ser un reencuentro muy hermoso. Nos vamos a juntar una a ensayar una vez y vamos a ir a tocar. Entonces, hay un efecto adrenalínico. No tenemos plan a ciencia cierta de seguir generando más conciertos, entonces nos está guiando el aquí y ahora.
Andrés Beeuwsaert:- Hay mucha expectativa, porque además se da esta situación de los shows con protocolos, con gente separada. Pero la verdad es que en general nunca fuimos de cranear mucho los shows, solo pensamos en generar el ida y vuelta tan necesario. Nosotros haciendo la música que sentimos y que nos emociona hacer y esperando comunicar eso y que las personas lo puedan recibir de la mejor manera posible. Pero la verdad es que muchas cosas salen de manera muy natural, muy espontánea, sin mucha premeditación.
-En el repertorio de Aca Seca son tan importantes las composiciones propias como las versiones de otros autores, ¿La interpretación es un espacio de creación para el trío?
M.C.:- Sí, históricamente para el grupo fue importante tomar la música que nos emocione e intervenirla. Y ver si eso nos resuena. Porque también ha sucedido que hemos agarrado músicas que nos gustan, pero que no han llegado a resonarnos; sentíamos que no teníamos nada que aportar. Eso decanta naturalmente. Una cosa linda de Aca en ese sentido es que la música sola cae por su propio peso. Entonces, si eso no funciona no se hace. Intervenimos la música con desparpajo, nos adueñamos de esa composición.
J.C.:- La interpretación es una cosa casi indivisible entre la composición. De hecho, hay composiciones que terminaron de ser compuestas con los aportes de los intérpretes: cómo le baja el tiempo, cómo hace cierto énfasis en la palabra, cómo le cortan cierta estrofa. Hay un montón de decisiones que se toman. Yo habiendo compuesto algunas cosas me doy cuenta que la interpretación no es algo diferente; es el mismo laburo, solo que no arranca de la hoja en blanco. Más que resignificar, yo usaría la palabra apropiarse, hacerlo tuyo. No quiero darle un nuevo significado a las canciones, quiero poder decirlo como a mí me sale. Decirlo con mis palabras, mi cuerpo, mi manera de tocar, mi historia, el lugar donde vivo. Por suerte hay cosas que no podemos decir igual que nuestros contemporáneos o nuestras antecesoras.