El ministro de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe Daniel Erbetta aseguró que el acuerdo firmado en estos días en la provincia --impulsado por el Ejecutivo a través del programa Más Justicia-- “es un avance porque reconoce un problema para empezar a resolverlo”. Diferenció lo que pasa en la provincia de lo que sucede con la justicia federal: “Nuestra justicia no es perfecta pero no perdió su nivel de autocrítica” y afirma que “acá no hay un Comodoro Py”. Pondera además los resultados de la reforma procesal penal que permitió, entre otras cosas, pasar de una tasa de esclarecimiento de homicidios “del 23% a una tasa que hoy llega al 60%”. Y sostiene que si esa reforma, que ya está aprobada a nivel nacional pero no se aplica, prosperara para el sistema federal “las cosas serían diferentes”. La división de poderes como respuesta a la tentación del doble control de fiscales del Senado santafesino.

Para Erbetta, “nadie puede empezar a resolver un problema sin antes reconocerlo y evidentemente nuestra provincia está atravesando una especie de crisis institucional que no es lo deseable. Y fundamentalmente en una provincia que siempre se ha caracterizado por un buen nivel de calidad institucional”. 

El ministro de la Corte sostiene que este acuerdo que se firmó, “esta especie de nuevo plan estratégico por más justicia para Santa Fe, impulsado por el poder Ejecutivo, con el poder Judicial y con la Legislatura es un mensaje claro al que también apeló el presidente de la Corte (Roberto Falistocco) cuando en su discurso habló de generar más institucionalidad” en la apertura del año judicial 2021.

Erbetta entiende que “generar más institucionalidad sólo se puede hacer con más diálogo, formulando las críticas pero sin descalificar, con mucha articulación entre los poderes y con mucha prudencia. Y es un plan que se puede sintetizar en la necesidad de generar un mayor acceso a la justicia, especialmente para los sectores más vulnerables en la provincia de Santa Fe”.

El ministro de la Corte sostiene que “hay un problema a nivel nacional que está bastante focalizado en la justicia federal y en particular en Comodoro Py. No es esa la realidad en el resto de la justicia en la República Argentina y no es esa la realidad en la justicia de la provincia de Santa Fe sin ninguna duda. Nuestra provincia tiene un poder judicial que tiene muchas debilidades, muchos aspectos a corregir, pero que no ha perdido su visión autocrítica y además ha generado diversas instancias con tribunales de enjuiciamiento con distintos resultados. En estos últimos años han sido destituido jueces, se han iniciado procesos contra fiscales dentro del Ministerio Público de la Acusación; con lo cual es una realidad muy diferente a la de la justicia federal”.

Erbetta fue más allá y aseguró: "A veces me sorprendo un poco de cómo los propios actores del Poder Judicial y del Ministerio Público de la Acusación de la justicia nacional no reaccionan frente a situaciones que son claramente inaceptables. No se puede aceptar por ejemplo que un fiscal que está procesado por espionaje con un procesamiento ratificado por Cámara, siga trabajando, siga acusando, siga investigando. Esto es inaceptable y no resiste la lógica más elemental”, dice sin mencionar a Carlos Stornelli. Y asegura que este tipo de cosas “en Santa Fe no ocurren. Y no ocurren además porque nosotros tenemos un sistema en la justicia penal que visibiliza muchas de estas cuestiones y las hace más transparentes. De modo que muchos de los problemas que le ha traído a la Argentina Comodoro Py se hubieran podido evitar, tal vez, si en el año 2014 la política hubiese implementado a nivel nacional la reforma procesal penal que está aprobada pero que no se implementa por la resistencia de Comodoro Py”.

Hay datos que son elocuentes, la tasa de esclarecimiento en materia de homicidios dolosos antes del 2014, con el anterior sistema de investigación y enjuiciamiento, no superaba el 22 23%. Hoy está entre el 55 y el 60%. "Hay que seguir avanzando porque en los países avanzados los homicidios tienen un nivel de esclarecimiento mayor", dijo Erbetta.

 

Para los creen que el problema de la seguridad es un problema de encarcelamiento, por distintas razones la tasa de encarcelamiento ha crecido de manera exponencial: Había 4500 presos en febrero de 2014 y en siete años rondan las 7100 personas privadas de su libertad. "Lejos de haber una 'puerta giratoria', da la sensación de que estaría más cerrada de lo que parece. Y esto responde a muchos factores, pero básicamente a que el nuevo sistema penal tiene una capacidad de intervención y de control mucho mayor al del sistema anterior. Lo que sucede es que en paralelo con esto han aumentado mucho los niveles de conflictividad y de violencia, particularmente en Rosario, por la presencia de un mercado minorista de droga que se han expandido de manera exponencial en los últimos años", concluyó el ministro de la Corte.