Después de un año para el olvido, con una caída de 9,5%, apenas medio punto por debajo de la media nacional, la actividad económica en Rosario comienza a mostrar números positivos. De acuerdo al último informe elaborado por el Centro de Información Económica (CEI), que depende de la Secretaría de Desarrollo y Empleo municipal, el indicador de facturación total de los locales habilitados en la ciudad arrojó en diciembre un aumento de 0,4%, en valores constantes, y de acuerdo a los datos provisorios correspondientes a enero, la suba respecto al mismo mes del 2020 fue del 1,4%. "Tuvimos en el año casi los mismos puntos de caída a nivel nacional, sólo que en los dos últimos meses acá tuvimos un repunte, por primera vez en mucho tiempo tenemos el (comparativo) interanual positivo, y contra un mes que no fue de pandemia, con rubros industriales que están tirando muy para adelante", destacó en diálogo con Rosario/12 el titular de la cartera de Desarrollo y Empleo, Sebastián Chale.

La información publicada por el CEI correspondiente a facturación a valores corrientes, que surge de las declaraciones juradas presentadas mensualmente por los contribuyentes del Régimen General del Derecho de Registro e Inspección (Drei), marcó en diciembre un quiebre sobre el comportamiento del acumulado enero-diciembre 2020 que tuvo una caída de 9,5% respecto al mismo período del año anterior, con un incremento del 0,4%, mientras que los datos de enero, todavía en análisis, muestran una mejora de 1,4%. "Hay rubros industriales que más rápido y más fuerte están reaccionando", dijo Chale, quien el pasado jueves mantuvo una reunión virtual con los directivos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos. "El clima ahí es de relativo optimismo", contó.

El funcionario municipal planteó que la industria tiene mucho impacto en el producto pero menos impacto a nivel agregado en el empleo, aunque tracciona en otros rubros. Cuando la industria produce a buen ritmo busca a otros sectores, comerciales y de servicios. "Todo el polo de frío y refrigeración de Rosario tiene problemas de abastecimiento, que haya chapa entregada en tiempo y forma, pero no de demanda. Diferente es la situación del comercio, que creció algo en el mayorista, está más estable aunque todavía no puede despegar; mientras que el sector servicios, hotelería, gastronomía, esparcimiento, es el que está más complicado", señaló Chale.

En el desagregado correspondiente al análisis sectorial, con la apertura de los principales sectores de actividad, la evolución de la facturación a diciembre de 2020 arrojó que en el promedio la industria manufacturera --metales, productos de metal y maquinaria, alimentos, bebidas y tabaco, petróleo, productos químicos, caucho y plásticos, fabricación de componentes electrónicos y equipo eléctrico, vehículos y equipo de transporte, minerales no metálicos, textiles, confecciones y cuero-- tuvo un incremento del 22,2%, mientras que el del comercio fue de 7,3%.

Los servicios privados, muchos de ellos con muy poca actividad desde que comenzó la pandemia –intermediación financiera y servicios de seguros, inmobiliarios, empresariales y de alquiler, transporte, almacenamiento y comunicaciones, alojamiento y servicios de comida, comunitarios, sociales y personales–, cayeron en promedio un -16,8%, por debajo de la construcción que marcó la mayor caída: -24,4%.

"La recaudación todavía no tiene un impacto fuerte, pero tenemos mejores perspectivas. Nosotros proyectábamos el año pasado una cosa y después en marzo-abril tuvimos un derrumbe de casi el 40% de la recaudación. Hoy tenemos casi todas las actividades funcionando, lo que está limitado es por aforo, capacidad o por turno", concluyó Chale.