Desde Roma

La batalla para la reestructuración del principal partido de centroizquierda de Italia, el Partido Democrático (PD), que comenzó el domingo después de haber elegido como nuevo secretario general al ex primer ministro Enrico Letta, no se presenta fácil. No sólo porque el nuevo secretario deberá lidiar con las divisiones y polémicas internas que provocaron la renuncia del ex secretario Nicola Zingaretti, sino porque apenas pronunciado el discurso de inauguración de su gestión, recibió duras críticas de la derecha, de la Liga de Matteo Salvini y de Forza Italia de Silvio Berlusconi, dos partidos que como el PD son parte del actual gobierno de Mario Draghi.

En su discurso de apertura de la asamblea que debía votarlo, Letta mencionó varios de los temas de los que piensa ocuparse para remodelar la estrategia del PD, desde la ecología a la igualdad de género, pero también el ius soli, el derecho a ser italiano que deberían tener todas las personas nacidas en la península, aunque sus padres no fueran italianos. El ius soli existe en Argentina y en Estados Unidos, por ejemplo, pero no en Italia donde rige el ius sanguinis, es decir el derecho de ser italiano sólo para quienes son hijos o nietos de italianos, sin importar dónde han nacido, aunque puede obtener la ciudadanía quien ha sido residente en Italia muchos años y pagado los impuestos regularmente. Esto ha limitado tremendamente la vida de los migrantes, cuando Italia y toda Europa en general los necesita para trabajar y pagar tasas al estado, porque la población tiene pocos hijos y envejece cada vez más. Italia es considerado junto con Japón, uno de los países más viejos del mundo por la edad media de sus habitantes. Según datos de 2019, los mayores de 64 años en Italia eran el 22 por ciento de la población, el doble que en Argentina.

Letta propuso relanzar la discusión sobre el ius soli ahora. “Yo estaría muy contento si el gobierno de Mario Draghi fuera el que da vida a la normativa sobre el ius soli”, señaló. Enseguida le contestó Maurizio Gasparri, senador de Forza Italia. “Ius soli es una elección equivocada y que no tiene sentido en este momento. Es más, quisiéramos que el gobierno empezar a bloquear los desembarcos de migrantes rápidamente”.

Algo parecido comentó Salvini. “¿Letta y el PD quieren relanzar el ius soli, la ciudadanía fácil para los migrantes? Si el nuevo secretario empieza así, parte mal. Busquemos una solución para los problemas que tienen los italianos y los extranjeros ya legalmente residentes. No perdamos tiempo en estupideces”.

Doctor en Ciencias Políticas, Letta enseñó en varias universidades y hasta hace pocos días lo hacía en el Instituto de Estudios Políticos de París, la ciudad donde vivía. En la década del 1990 se volcó a la política, habiendo sido ministro varias veces entre 1999 y 2013. De 2013 a 2014 fue primer ministro pero renunció porque el PD le retiró su confianza, nombrando en su lugar a Matteo Renzi, el ex primer ministro que provocó también la caída del gobierno de Giuseppe Conte. A los 54 años, el domingo fue elegido en la asamblea del PD por voto electrónico. Consiguió 860 a favor y 2 contrarios.

Según varios analistas de la prensa italiana, Letta querría hacer una verdadera “revolución” y quiere partir de las pequeñas sedes que el PD tiene en barrios y ciudades, y de los jóvenes, y por eso el sábado visitó sorpresivamente una sede del PD en el barrio Testaccio de Roma, donde él mismo trabajó cuando era joven. Pero también es consciente de que debe formar una sólida alianza con el Movimiento Cinco Estrellas, con cuyo ahora máximo dirigente y ex premier, Giuseppe Conte, se encontrará seguramente en los próximos días. Ambos tienen varias cosas en común: están llamados a “refundar” y reorganizar sus partidos, y tienen una amplia predisposición al diálogo. Y además, como resaltó la prensa italiana, tienen en común el hecho de que ambos fueron desplazados del gobierno por Renzi. La alianza entre PD y M5S por lo demás, sería el único camino posible, según algunos analistas, de frente a las elecciones administrativas previstas para antes de fin de año, y las políticas de 2023. Y teniendo en cuenta además, que los dos partidos están atravesando una dura crisis, el M5S con la expulsión de 40 de sus parlamentarios que no quisieron votar al gobierno de Draghi y el PD con las peleas internas y la renuncia de Zingaretti.

Letta prometió que el lunes presentará al partido un “vademecum de ideas” para que se discutan en los círculos o centros PD durante dos semanas. Y luego ver los resultados que serán discutidos en una nueva asamblea. En el discurso, el nuevo secretario subrayó también que el tema mujer será “puesto al centro” de las preocupaciones, y también el ecológico, al que le dan mucha importancia tanto el M5S como el gobierno de Draghi, que creó un ministerio especializado. Otro punto importante fueron los jóvenes. “Tenemos que ser un partido de los jóvenes. Si no logramos interesar a los jóvenes fracasaremos”, dijo, bregando además por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, entre norte y sur del país y entre las distintas generaciones. Europa, su unidad, sus políticas, su solidaridad y en particular las próximas generaciones de la Unión Europea, será otro tema por tratar.

"Tenemos que definir con claridad el alma y la identidad de nuestro partido y contemporáneamente debemos pensar en un nuevo modelo de desarrollo”, había dicho por su parte la presidenta del PD, Valentina Cuppi, al abrir la asamblea para elegir a Letta el domingo por la mañana. La renuncia de Zingaretti “fue un acto político muy fuerte que nos empuja a hacer un análisis profundo del partido”, añadió.

También Letta recordó a Zingaretti, del que dijo ser amigo desde hace tiempo. “Una importante relación de sintonía. Hicimos muchas cosas juntos y muchas cosas haremos. Trabajaremos juntos. Es un honor sustituirlo en el cargo”, dijo, subrayando como prioridad para su partido el “construir una nueva centroizquierda liderada por el PD”.