El duelo más esperado del fútbol argentino volvió a ofrecer otro enfrentamiento personal entre los arqueros del seleccionado nacional. Esteban Andrada y Franco Armani son los elegidos por el técnico Lionel Scaloni entre los jugadores locales, y en la cancha de Boca tuvieron varios aciertos y pocos errores.
El de River comenzó el encuentro con una acción en la cual se lo vio dubitativo, cuando no pudo retener la pelota ante una llegada profunda del equipo local, y necesitó otro tiempo para poder atraparla, ante la presencia amenazante de Villa y Tevez.
La situación mejor elaborada de Boca se dio a los 35 minutos, cuando Tevez conectó un centro desde la izquierda pero no pudo ante la presencia de Armani, que despejó la pelota hacia el otro lado. En el penal que ejecutó Villa eligió lanzarse hacia su izquierda, y la pelota ingresó por el medio del arco.
El ex Atlético Nacional de Colombia tuvo una reacción tremenda en el segundo tiempo, cuando en la misma jugada evitó el gol ante Tevez, luego Villa, y por último Maroni. En el final de la acción los jugadores de Boca reclamaron penal, debido a que Armani había golpeado supuestamente en el rostro a Maroni, pero no se llegó a apreciar.
Andrada, por su parte, cometió un error a los 18 minutos cuando salió afuera del área a tapar una llegada de De La Cruz. La falla fue subsanada por Lisandro López, que alcanzó a rechazar la pelota en la puerta del área chica antes de que ingrese en el arco.
River había conseguido el empate a través de Palavecino, en el cual Andrada no tuvo responsabilidad, y de inmediato evitó el segundo gol visitante sacando un zurdazo de Angileri, quien le pegó desde afuera del área.
Lo más curioso apareció a dos minutos del final del encuentro, cuando el ingresado Girotti desbordó por la derecha y lanzó la pelota al medio. Izquierdoz llegaba forcejeando con Julián Alvarez, y se vio sorprendido por la misma que le dio en la cara, y encima Andrada no tuvo estabilidad y erró su manotazo al intentar rechazar. El efecto que traía la pelota hizo que picara y siguiera paralela a la línea del arco, y Andrada llegó a recuperarse en ese instante para evitar el gol ante la llegada de Zuculini.
La actuación de ambos fue correcta, con participaciones que dejaron en claro que siguen siendo los dos mejores en su puesto. Los decisiones negativas, en este caso, terminaron siendo dos para el de Boca y una para el de River.
La Selección Argentina descansa en la seguridad que transmiten tanto Armani como Andrada, quienes lentamente se van perfilando como los arqueros que seguirán estando en cada compromiso del seleccionado, que tiene como meta final el desembarco en Qatar 2022. Lo que separa a cada uno de ellos del Mundial son un poco más de 600 días, y la competencia continuará en cada aparición hasta noviembre del año que viene.