Desde este lunes a la mañana la mamá de Maia Yael Beloso busca desesperadamente a su hija, con quien vivía en situación de calle en el barrio porteño de Villa Lugano. Maia, una niña de siete años, se separó de su madre cuando un hombre al que habían conocido hacía poco tiempo, le prometió llevarla hasta un local donde le cambiaría su bicicleta por una más grande. A las nueve y media de la mañana el hombre se la llevó y nunca la regresó junto a su madre. La Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 54, a cargo de Laura Belloqui, lleva adelante la investigación, mientras que las fuerzas de seguridad nacionales y de la Ciudad buscan a Maia. El Ministerio nacional de Seguridad activó el Alerta Sofía, un sistema de difusión de búsqueda de niños, niñas y adolescentes extraviados, previsto para casos de extremo riesgo.
Maia y Estela, su madre, vivían en el cruce de la autopista Dellepiane y la avenida Escalada, en el barrio porteño de Parque Avellaneda. Según relató a este diario Gabriela Núñez, prima hermana de la mujer, “ellas tienen una casa en González Catán donde vive la abuela y los otros hijos de Estela, pero desde hacía varios meses estaban quedándose en Capital, en la calle”. Estela había conocido hace algunas semanas a un hombre que “cartoneaba” por la zona y que, según difundieron vecinos del barrio, se llamaría Carlos Alberto Savanz. “Él le decía a la nena que era linda, que quería ayudarla. Le traía galletitas y regalos, socializaba con ella todo el tiempo”, precisó Núñez, que además de familiar de la niña es vecina del barrio Cildáñez, y agregó que “el hombre le dijo a Maia que le iba a cambiar la bici por una más grande, más linda, pero cuando fuimos al local el dueño nos dijo que ahí no vendían bicicletas”. En el local, un negocio de compraventa de todo tipo de productos, no quedó registro de la supuesta visita del hombre y la niña. Al ver que Maia no volvía, la madre denunció lo ocurrido en la comisaría vecinal N°9, a cargo de la Policía de la Ciudad.
Este martes a la mañana, cuando se cumplían 24 horas del extravío de Maia, vecinos y vecinas del barrio Cildáñez que conocían a la mujer y a su hija cortaron la autopista en reclamo por la búsqueda. “Tienen tres móviles y los tienen estacionados”, reclamó a la Policía de la Ciudad una vecina, que se manifestaba junto a Élida, la abuela de la niña. “Por favor les pido que me la traigan, que me la devuelvan antes de que tenga que ir a un descampado a buscarla muerta”, señaló acongojada la mujer. Mientras los vecinos se movilizaban, Estela permaneció en la comisaría a la espera de respuestas. A lo largo del día la concentración fue creciendo con la llegada de personas autoconvocadas y organizaciones sociales que se solidarizaron con la familia de Maia, y cerca de las cinco de la tarde la autopista quedó intervenida por completo. “Ella siempre venía a comprar al quiosco que tenemos, venía con esa sonrisa tan linda que tiene”, relató una vecina, que sostenía un cartel con una fotografía de Maia, y agregó: “es la hija de todo el barrio”.
El primer rastro que apareció fue la bicicleta que Maia había ido a “cambiar” por otra, tal como el presunto responsable de su desaparición le había prometido. “La encontraron en un contenedor, pero de él no hay rastros, ¿cómo es que no pueden encontrarlo?”, se preguntó Gabriela. Si bien habían circulado versiones sobre posibles antecedentes penales del presunto responsable, los organismos involucrados en la investigación confirmaron que, hasta el momento, no se constató que existieran. Por su parte, fuentes del Ministerio Público Fiscal aseguraron a este diario que “la familia no reconoció fotográficamente” al presunto autor, de nombre Carlos Alberto Savanz, por lo cual “siguen buscando al autor” de la desaparición de Maia. Mientras las fuerzas de seguridad llevaban adelante rastrillajes en diferentes barrios y los vecinos y vecinas seguían reclamando por la aparición de la niña, Estela fue trasladada a la comisaría vecinal, la misma donde radicó la denuncia el lunes por la mañana, y al llegar sufrió un desmayo, por lo que tuvo que ser asistida por el SAME.
Alerta Sofía para Maia
En medio de la búsqueda de Maia, el Ministerio nacional de Seguridad activó el Alerta Sofía, un sistema de alerta que difunde de manera inmediata y masiva la imagen e información del niño o niña desaparecido. El mecanismo se aplica “en casos de extrema gravedad, cuando se sospecha que se necesita el apoyo de una comunidad para encontrar a la persona porque se cree que el riesgo es muy alto”, señaló a Página/12 Leticia Risco, coordinadora del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) de la cartera nacional de Seguridad, y remarcó que “se presume que está en riesgo su integridad física o su salud, como en este caso --el de Maia-- que se va en compañía de una persona que no es de su entorno”.
El sistema se llama así en homenaje a Sofía Herrera, una niña de tres años que desapareció el 28 de septiembre de 2008 en un camping de la ciudad de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego, y su búsqueda todavía sigue vigente. La primera vez que se activó el alerta fue cuando se denunció el extravío de Abril Caballe, de 10 años, que apareció luego de más de una semana de una intensa búsqueda. “En este caso veníamos hablando desde el lunes a la noche con la Fiscalía que lleva el caso y estuvimos de acuerdo en que era una situación de Alerta Sofía”, precisó Risco y detalló que la decisión se basó en “la corta edad de la menor” y en que “hay una persona que la sustrae de su entorno”.
El mecanismo crea un equipo de seguimiento de la búsqueda, que permanece en comunicación constante tanto con las fuerzas de seguridad como con la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), parte del Ministerio Público Fiscal. “Yo sólo les pido que se pongan en nuestro lugar, que piensen en sus hijas y nietas”, reclamó la prima de Estela, madre de Maia, y volvió a pedir que “por favor hagan algo”.