El Tribunal Oral Federal 1 de Salta condenó a penas de entre 6 y 10 años de prisión a siete integrantes de una organización narcocriminal que en julio de 2018 fueron detenidos cuando intentaban transportar más de 20 kilos de cocaína.
La auxiliar fiscal Josefina Martínez Vázquez, de la Fiscalía de Transición de la Unidad Fiscal Salta, llevó adelante la acusación que el miércoles último derivó en la condena de José Mauricio Canillas a 10 años de prisión por ser considerado “organizador” del delito de “transporte de estupefacientes”, en dos hechos. La sentencia fue dictada en línea con el pedido de la fiscalía.
El Tribunal, integrado por los jueces Federico Díaz y Marcelo Juárez Almaraz y la jueza Marta Liliana Snopek, condenó también a Marcos Brian Quiroga, Sergio Alejandro Ortiz, Mario Renato García, Viviana Elizabeth Moreno, Adriana Beatriz Agüero y Maira Belén Brizuela.
En este caso se les impuso la pena de 6 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. Por otro lado, el Tribunal ordenó el decomiso de los vehículos secuestrados, e impuso multas a los condenados.
Los siete condenados fueron detenidos a partir de un operativo realizado el 19 de julio de 2018, en la Sección Senda Hachada, sobre la ruta nacional 34, donde personal de la Gendarmería Nacional detuvo la marcha de un vehículo VW Suran para realizar un control de rutina.
El auto era conducido por Sergio Ortiz, quien viajaba acompañado por su pareja, Viviana Moreno, y tres hijos menores de edad. Durante la requisa, los gendarmes advirtieron que el torpedo del vehículo no coincidía con su forma original. Incluso tenía los tornillos flojos, por lo que lo desmontaron y encontraron embutidos diez paquetes amarillos que contenían 10,845 kilos de cocaína.
Inmediatamente, la pareja fue detenida, se secuestró el vehículo y también otros elementos de interés para la investigación, como teléfonos celulares.
Este procedimiento aportó elementos para avanzar en una investigación que días después posibilitó otras detenciones.
Según explicó la fiscala en la audiencia, se llevaron a cabo distintas labores investigativas que confluyeron el 27 de julio de 2018 en la detención de Marcos Quiroga, Maira Brizuela y Adriana Agüero, cuando viajaban en un automóvil VW Fox.
También en este caso los acusados fueron detenidos en un puesto de control de Gendarmería Nacional, el de Pichanal. Al revisar detenidamente el vehículos los gendarmes advirtieron que en el sistema de calefacción delantero había diez paquetes que contenían 11,125 kilos de cocaína.
La investigación siguió y luego, tras reunir otros elementos de prueba, se logró la detención del resto de los integrantes de la organización delictiva, entre ellos Canillas, quien fue llevado a juicio como el principal responsable de los casos de transporte de droga desbaratados.
Otra de narcos, audiencia por el caso Lapad
En el TOF 1 Salta se está llevando a cabo los miércoles el juicio oral en el conocido como "Caso Lapad" contra Ramón Jesús Cortez, Teodoro Arias y su hijo Enzo, acusados por transporte de estupefacientes agravado como integrantes de una banda que el 18 de octubre de 2019 transportó 29 kilos de marihuana desde Coronel Juan Solá (o Estación Morillo), próxima a la frontera con Paraguay, a la ciudad de Embarcación, escala previa a su destino final que era la capital de Salta.
Once personas fueron detenidas por esa operación, entre ellas los jefes de la organización, Juan Lapad y su hijo Sergio, quienes ya fueron condenados a 6 años de prisión en un juicio abreviado.
Según se informó oficialmente, apoyándose en escuchas telefónicas, en las que se habla de ciertos datos aportados por "los tíos", la Fiscalía viene sosteniendo que habría vínculos políticos que eran utilizados por los líderes de esta organización.
La sospecha se sustenta, en que "Juan Lapad es hermano del senador por el departamento Rivadavia y también vicepresidente primero de la Cámara de Senadores de la provincia, Mashur Lapad, y de una funcionaria que ocupa un alto cargo en la justicia salteña".
La acusación corre por cuenta del fiscal general Eduardo José Villalba, en representación del Área PROCUNAR NOA de la Unidad Fiscal Salta.
En el debate ya declararon los gendarmes que llevaron adelante la investigación dirigida por la PROCUNAR NOA. Recordaron que la pesquisa se inició el 26 de julio de 2019, a partir de un informe que daba cuenta que tres personas se dedicaban a obtener droga de Paraguay para luego trasladarla a la localidad de Alto La Sierra, en el departamento Rivadavia, de Salta.
Un testigo sostuvo que se estableció que Eduar Santillán, también condenado a 4 años de prisión en un juicio abreviado, había acordado con los Arias la venta de una carga de marihuana.
Los testigos investigadores dijeron que la carga era para Juan Lapad. Explicaron que los Lapad querían una carga aún mayor de la secuestrada, pero que debieron conformarse con los 29 kilos que Santillán le entregó a los Arias, aunque se demoró mucho y eso generó tirantez y reclamos.
La droga, ¿es de ustedes?
El fiscal Villalba presentó al tribunal numerosas intervenciones telefónicas que apuntalaron las testimoniales. También declararon policías de la provincia y de la Federal que tuvieron distintas participaciones en los procedimientos que permitieron la detención de los integrantes de la organización. Los policías contaron que días antes del secuestro de la droga, Arias mantuvo varios diálogos con Sergio Lapad, y éste a su vez con su padre, y finalmente reportó que la marihuana ya estaba en Morillo a la espera de ser transportada a Embarcación, y desde ahí a Salta.
Los testigos también describieron cómo, a través de los teléfonos intervenidos y el impacto de los celulares en las antenas de la zona, se pudo seguir en tiempo real los movimientos de todos los implicados.
Y contaron un hecho curioso que se dio ese día: Sergio Lapad se comunicó con Cortez para que saliera a “barrer” la ruta provincial 5, elegida para el transporte, para alertar sobre la presencia de controles o vehículos de Gendarmería o de otra fuerza de seguridad. En eso andaba Cortez cuando fue detenido por la policía para que hiciera de testigo en otro procedimiento antidroga.
Esto se supo porque Cortez llamó a su pareja para contarle esa carambola. Ansiosa, al escuchar que había sido detenido por la policía, la mujer cometió la infidencia de preguntar: la droga “es de ustedes”. Cortez la tranquilizó y le recomendó que se quedase “tranquila, que está todo bien”. El final del día iba a confirmar que la preocupación de la mujer tenía sustento.