En Jujuy, un fuerte temporal de viento, lluvia y granizo azotó durante la noche del martes a las localidades del este y del sur de la provincia provocando la caída de decenas de árboles, voladuras de techos, suspensión del servicio eléctrico, destrozos de autos y rutas y daños en la infraestructura de viviendas y edificios públicos, entre ellos el Hospital Oscar Orías, de Libertador General San Martín.  

Según informó Oscar Jayat, el intendente de la ciudad cabecera del departamento de Ledesma, 112 kilómetros al noreste de la capital provincial, el temporal “empezó poco después de las 22.30 de anoche y se extendió por alrededor de 45 minutos, con abundante precipitación, mucho viento y granizo de gran tamaño, que fue lo más atípico, ya que no es una zona que acostumbre regularmente a ello”.

Por la magnitud del fenómeno climático, "se produjo la voladura de techos y la caída de árboles y postes en distintos sectores de la ciudad, pero fundamente en el barrio Ledesma, que es el más antiguo", donde se debió brindar asistencia a unas “cinco familias”, dijo el jefe comunal de Libertador General San Martín. También se reportaron “dos heridos leves” a quienes les cayó un árbol encima mientras se trasladaban en un vehículo.

Además, se registraron entre los daños “5 vehículos destruidos” y el derrumbe de techos y otras averías en el hospital zonal Oscar Orías, que de “momento permanece operativo solo en un 50%” y donde "se trabaja arduamente para relevar daño y realizar reparaciones".

"Acomodamos a los pacientes como se podía"

Según describió la doctora Cecilia Jordan, quién se encontraba a cargo de la guardia pediátrica del nosocomio, frente al hospital cayeron árboles que no solo destruyeron parte del edificio sino también algunos de los vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones. 

Hace rato pedimos que saquen estos árboles, porque hubo varios accidentes con los mismos. Lamentablemente me tocó a mí", dijo la profesional luego de revelar que dos de esos árboles cayeron encima de su auto --lo que causo "aparentemente la destrucción completa" del mismo--, del vehículo "de la doctora Barrios y del de uno de los chicos de Rayos".

Alrededor de las 22, contó Jordan, “estábamos en la guardia de pediatría y comenzó a entrar agua por todos lados. Se inundaron varias salas, cayeron los techos, un desastre. Acomodamos a los pacientes como se podía, (teníamos que) llevarlos a donde menos llovía y donde no se caían los techos". 

En el sector de clínica médica, además, “salía agua de los ventiladores, de los enchufes. Quedó destruida (la sala), porque queda en la parte de arriba y quedó mal, todo el techo cayó. En la guardia sufrimos lo mismo: cuando llueve se inunda, terapia intensiva también”. 

Otro de los espacios afectados fue el destinado para el descanso de los profesionales de la salud: "En nuestra pieza de médicos no teníamos lugar para dormir, conseguimos la sala de docencia donde nos prestaron sillones y colchas para poder descansar un poco”, detalló.

La lluvia provocó además el cierre de los pasos de ingreso a la ciudad. “No era accesible el acceso a Libertador. Las dos ambulancias que llegaron con pacientes graves adultos se dieron maña para llegar y se los tuvo que trasladar porque eran pacientes graves”, repasó Jordan.

Otras zonas con destrozos

Por fuera de Libertador, precisó el director provincial de Emergencias, Guillermo Siri, se prestó asistencia en dos barrios de la capital provincial, Suipacha y Punta Diamante, donde se produjeron anegamientos de calles y el desborde de canales. Ingresó agua en algunos domicilios, hecho por el que se vieron afectadas unas cinco familias, que no llegaron a tener que ser evacuadas.

Otra localidad donde se debió brindar asistencia fue en Monterrico, distante unos 43 kilómetros al sur de la ciudad capital, donde se registraron anegamientos en barrios atravesados por canales de agua, que habitualmente se desbordan ante lluvias fuertes.

También hubo daños en algunas rutas, informó Vialidad Provincial. Una de las más perjudicadas fue la provincial N° 61, a la altura de su cruce sobre el río Perico, en la localidad del mismo nombre, donde el agua se comió dos tramos de asfalto, cortando totalmente el paso, por lo que se recomienda circular por vías alternativas.