La reunión de Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA), dejó una foto que grafica hoy la relación del empresariado con el Gobierno en los puntos positivos y los contrastes más fuertes: hubo unanimidad sobre la premisa de que el crecimiento de la economía será mayor a lo expuesto en el Presupuesto 2021, pero también hubo quejas importantes por insumos importados para sustentar ese crecimiento y por el impuesto a la Ganancias para empresas. Además, en las últimas horas se sumaron argumentos contra el Sistema de Información de Precios SIPRE, que requiere a las grandes empresas detalles de volúmenes y valores que serán vendidos al comercio mayorista y minorista.
En el encuentro virtual que presidió el titular de la entidad, Miguel Acevedo, fueron invitados a participar el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Industria, Ariel Schale. Como ya ha ocurrido con otras funcionarios en reuniones similares. Allí, se habló del tema del “rebote” de la economía y se discutió largo sobre los dólares disponibles para pagar importaciones. Esa discusión, según fuentes industriales, es una novedad luego de años de estancamiento. Es lo que Acevedo describe como un conflicto del crecimiento y no de la crisis.
“Hay una mayor reactivación, no sé si será del 6 o del 7, pero se está moviendo, por eso precisamos garantizar el acceso a insumos”, expresó un empresario del interior. A lo que el Gobierno respondió que nunca faltaron partes para la industria, dado que fue el compromiso desde el minuto cero de la gestión. Hace unos días, en una reunión con empresarios del Consejo de las Américas, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, refirió a un crecimiento del 7 por ciento. Día después, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo lo mismo ante inversores extranjeros. Para los empresarios, ese rebote es probable “porque hay sectores que están vendiendo más”.
Incluso algunos adelantaron que se está viendo actividad más dinámica en el consumo, el rubro más planchado pero que puede ser el techo de la recuperación en una economía con 8 de cada diez pesos explicados por el gasto hogareño. Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), dijo a Página I12 que “cuando se crece se demanda importación, no nos oponemos a la administración del comercio, pero sí queremos garantizarnos los insumos. Puede ser más crecimiento, pero heterogéneo, no va a ser parejo, puede ser más alto pero desparejo”.
La información de precios no convence
“Lo están viendo los abogados, si es a fines estadísticos, es innecesario para nuestro sector porque ya están Precios Máximos y Cuidados. Si es para control de precios, ya estamos controlados, es una carga burocrática adicional muy fuerte, que se suma a toda la información fiscal”, dijo Funes a este diario sobre el SIPRE que se formalizó este miércoles en el Boletín Oficial. La iniciativa, que prevé que grandes empresas informes sobre volúmenes de venta y precios para sistematizar un esquema informativo que blanquee el funcionamiento del mercado. A los empresarios les molestó que los funcionarios no les adelantaran el tema en la reunión de la UIA, teniendo en cuenta el nivel de confianza que rige ese vínculo.
En las próximas horas habrá una reunión de Copal donde se analizará el tema, pero descartan que vaya a ir más allá de una queja. Naturalmente, plantearán que están en contra de las sanciones vigentes por incumplimiento de informar, basadas en la Ley de Defensa del Consumidor.
“Es inoportuno, generará más burocracia, por los montos de facturación también abarca a las pymes y estamos en un momento donde hay que pensar en el crecimiento, producción e inversión, y no creo que esta medida lo genere”, explicó a este diario el empresario cafetero Martín Cabrales, dirigente de UIA y Copal.
Las Ganancias y las inversiones
En la UIA hubo también tiempo para ir contra el impuesto a las Ganancias a empresas, que se debate en el Congreso como método para financiar la baja del tributo a personas físicas. “Ya tenemos bastante carga fiscal, y esto en plena pandemia va a ser perjudicial”, advirtió un líder metalúrgico. A su turno, Funes de Rioja expresó que “en el caso de los alimentos, ya hay 40 por ciento de impuesto, un 50 en bebidas y nos suben 35 por ciento más 7 por dividendos, es complicado”.
El proyecto propone alícuotas escalonadas en función del nivel de ganancia neta acumulada. El primer eslabón pagará 25 por ciento para ganancias netas de hasta 1 millón de pesos: el segundo 30 para entre 1.300.000 y hasta 2.600.000; y un último escalón tributará el 35 más los 7 por dividendos distribuidos.
La norma en debate también generó que la Cámara Argentina de Comercio (CAC), le enviara una carta a Sergio Massa, uno de los autores de la norma para personas físicas. Especifican allí que “de no mediar correcciones, los resultados, de este proyecto serán”, entre otros, que “casi la totalidad del sector empresario (en la medida que logre obtener ganancias) se verá alcanzado por alícuotas cercanas al 35 por ciento más la retención del 7 en el caso de distribuir utilidades a sus accionistas o socios”. Puntualizaron además que “se desalentará la inversión ya que la utilidad neta que pueda arrojar un proyecto se verá reducida por el incremento del impuesto”.
La entidad que preside Mario Grinman agregó también que “Argentina estará en una posición desfavorable respecto de otras economías potencialmente receptoras de inversiones (por ejemplo, los restantes integrantes del Mercosur), dado que la alícuota elegida supera a la vigente en la mayor parte de los países exportadores de capital, por lo que la imposición argentina solo parcialmente podrá ser computada como tax-credit”.