El recorrido de San Lorenzo en la Copa Libertadores dio un paso más ante la Universidad de Chile, y el objetivo de sumarse a la fase de grupos sigue adelante.


El equipo de Dabove utilizó el gol conseguido en la ida para comenzar el duelo con más tranquilidad. El otro factor favorable fue la gran cantidad de jugadores visitantes que no pudieron estar presentes, debido a los contagios de covid-19.

San Lorenzo salió decidido a convertirse en protagonista, y en la primera aproximación al arco rival, Di Santo ganó de cabeza en el área y la pelota pegó en el travesaño.

El ex Chelsea de Inglaterra tuvo su revancha unos minutos más tarde, y convirtió el primer gol a los 13 minutos, al conectar un córner de Angel Romero. El envío llegó después de que el arquero De Paul evitó la caída ante Herrera.

Lo que mostró el local en los primeros 20 minutos fue lo mejor del ciclo de Dabove. El equipo hacía circular la pelota con toques de primera, y asociaciones entre los jugadores que le permitía adelantarse de manera productiva. En ese marco, Romero fue el encargado de encabezar los circuitos ofensivos, y estuvo bien acompañado por Ramírez y Herrera.

La urgencia de los chilenos, que tenían la obligación de convertir al menos un tanto, provocó que buscaran avanzar, pero no tenían claridad en los últimos toques para poder exigir con seriedad a Devecchi. Larrivey estaba muy estático en la puerta del área, ya que la pelota no le llegaba con fluidez.

La opción que buscaron los chilenos fueron los desbordes por los costados, y luego lanzar la pelota al medio, pero los centrales del local respondían con firmeza.


La Universidad buscó mayor profundidad en el segundo período, aunque las limitaciones de algunos de sus integrantes atentaban contra sus buenas intenciones.

Las aspiraciones de los visitantes se vieron frustradas cuando Angel Romero marcó el segundo gol, con un toque de derecha al lado del palo. A esa altura, se hizo todo demasiado difícil para la Universidad, que anímicamente ya no tenía las respuestas anteriores.

El técnico Dabove decidió que San Lorenzo no arriesgara más cuando reemplazó a Romero por el defensor Pittón. La victoria puede servir para que el envión positivo del equipo de Boedo se consolide en el futuro, tanto en el ámbito local como en el internacional.