Tras dos días de paro, movilización y fuego cruzado entre el delegado de la Seccional San Martín de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Fermín Hoyos, y el intendente de General Mosconi, Isidro Ruarte, las partes llegaron a un acuerdo y el miércoles los empleados retomaron sus tareas normalmente.
El gremio que representa a los municipales denunciaba que el jefe comunal no estaba cumpliendo con lo acordado, que era respetar lo que la provincia negoció para cerrar las paritarias 2020, esto es, un bono de $10.000 y un aumento del 4,5%. Pero además exigía que a partir de febrero se comience a pagar el primer tramo, de 8%, de aumento por las paritarias de este año, que en septiembre alcanzarán el 40,5%.
“Comenzamos el paro el día lunes y el martes nos llamaron para dialogar”, contó Hoyos a Salta/12. El delegado gremial dijo que en la reunión con Ruarte reiteró que no bajarían los brazos hasta que el municipio no pagara el bono de fin de año y un total de 12,5% de aumento retroactivo a febrero, y que corresponde al 4,5% de las paritarias 2020, más un 8% del primer tramo de 2021.
En el acuerdo al que finalmente arribaron se logró que el Ejecutivo municipal comience a pasar a planta a una veintena de “los que ellos denominan contratos políticos, pero son laburantes que barren las calles, levantan la basura, y los tenía cobrando $10.000 y sin pagarle las asignaciones familiares”. Hoyos recordó que sobre ese reclamo llegó a tildar de ladrón al intendente “por robarle el dinero que les corresponde a los niños por ese beneficio”. “Ahora nos quedan 10 que los vamos a seguir discutiendo hasta mayo para terminar con esos contratos basura”, añadió, pero aclaró que sobre esos salarios, el municipio reconocerá un incremento del 30% “hasta que pasen a ser contratados de carrera”.
También informó que existen otros contratos de “eventuales, que Ruarte dice que trabajan dos o tres horas” y que ganaban entre $2.500 y $5.000. El planteo de ATE al que accedió finalmente el jefe comunal, fue que ningún trabajador, “por el hecho de tener ya relación de dependencia, puede cobrar menos de $8.000”.
“Él (por el intendente) se hacía el que no quería pagar, lo intimamos con una nota en la Secretaría de Trabajo y siguió haciendo oídos sordos, por eso el lunes avanzamos con el paro general”, sostuvo el referente sindical.
Con respecto a los dichos de Isidro Ruarte acusándolo de pedir un 10% de retorno a los comerciantes de la zona a cambio de que los trabajadores cambien los vales que otorga el sindicato en sus negocios, Hoyos negó todo: “Está caliente porque no me puede coimear como a los otros sindicatos”, retrucó.
Y añadió que todos los proveedores con los que ese gremio tiene acuerdos jamás tuvieron una queja, “porque nunca se les cobró un centavo y tampoco les permito que le recarguen un centavo a los afiliados”, y subrayó que no les debe nada y que les paga al día a todos, “somos el único gremio serio, responsable y con un patrimonio suficiente para enfrentar esos gastos”.
Sobre la amenaza del jefe comunal, quien declaró que su municipio no hará más las retenciones de los afiliados de ATE en el recibo de sueldo, el gremialista explicó que “lo dijo de calentura, si hasta sus asesores me dijeron que me quede tranquilo porque el municipio está obligado a hacer los descuentos por la Ley 23.551 (de Asociaciones Sindicales)”.
Más conflictos en puerta
Fermín Hoyos destacó que el de Mosconi no era el único foco, ya que en esta semana tendrán reuniones con miembros del ejecutivo de Santa Victoria Este y Aguaray por los mismos motivos: que garanticen para sus trabajadores, el mismo acuerdo que rubricó la provincia para la administración pública.
“El argumento de toda la vida de los intendentes es el que la plata no alcanza”, expresó y contó que en Aguaray el interventor Adrián Zigarán “juraba que entraban $17 millones y se gastaban 16 y medio en sueldos, pero en diciembre presentaron un presupuesto en donde tienen ingresos por $40 millones mensuales, entonces nos mienten”. Y adelantó que hoy mantendrán un encuentro “con el secretario de Gobierno, porque el interventor no da la cara y dice que está enfermo”.
Mientras que por la tarde los recibirían el intendente de Santa Victoria Este, Rojelio Nerón, con varios de sus funcionarios para negociar y escuchar su propuesta, “pero si no hay acuerdo, los compañeros están decididos a parar toda la municipalidad”, advirtió Hoyos.