La pandemia dio vuelta a la economía mundial y los Estados salieron al rescate, una vez más, del sector privado, que en tiempos normales suele denostar la intervención política. Reforzó tendencias que ya se venían dilucidando, desde las redes sociales, el delivery y el e-commerce hasta la preponderancia de China en el concierto global de naciones, pero también en relación al aumento de la desigualdad y fragmentación social, que es seguramente una de las consecuencias más delicadas. También afectó enormemente a sectores que venían con un panorama complicado, como es el pintoresco caso del desierto de cemento porteño de la calle Florida.
La larga estadía en el hogar modificó hábitos de consumo, aparecieron estrellas en el horizonte del consumo, desde barbijos hasta bicicletas. En cambio, otros gastos bajaron a cero y con ello el ingreso y la estabilidad de miles de laburantes. El 2020 también multiplicó ingresos de un puñado de favorecidos, no casualmente, los más ricos de los ricos. En este artículo trataremos de ponerle algunos números al año más inesperado, angustiante, iluminador e imprevisible, entre muchas otras cosas.
EL MUNDO PATAS PARA ARRIBA
En enero de 2020, el FMI proyectaba que la economía mundial crecería un 3,3 por ciento ese año. En abril, el pronóstico dio un giro total y quedó en un -3,0 por ciento. Finalmente, la caída fue del 3,4 por ciento. Entre las economías más grandes, las mayores bajas se dieron en España (11 por ciento), Argentina (10,5), Reino Unido (9,9), Italia (8,9), México (8,5) y Francia (8,2). Apenas China, India y Turquía son los países que actualmente gozan de niveles de actividad económica pre-pandemia.
El comercio global se redujo un 9 por ciento en 2020. El intercambio de bienes bajó un 6 por ciento, mientras que el comercio de servicios, con el turismo como el gran afectado, un 15 por ciento. Para el primer trimestre de 2021, el comercio de bienes está todavía unos puntos por debajo de la situación pre-pandemia y los servicios siguen mostrando una merma interanual superior al 15 por ciento. La inversión extranjera directa cayó un 42 por ciento en 2020 y todavía está cerca de un 30 por ciento por debajo del nivel posterior a la crisis subprime. En el caso de América del Sur, la baja fue del 46 por ciento. A contramano del mundo, las inversiones crecieron en China y en India. En el otro extremo, el ingreso de fondos al Reino Unido y a Italia se redujeron a cero.
A raíz de los paquetes fiscales expansivos, la deuda pública consolidada de todos los países llegó al 98 por ciento del PBI global, comparado con el 84 por ciento previo a la pandemia. De la mano de la expansión fiscal vino la fuerte baja de las tasas de interés en las principales economías del mundo, lo cual incentivó a los capitales financieros a buscar alternativas más atractivas en los mercados emergentes, una vez que pasó el derrape del segundo trimestre del 2020. Así, los bonos de países en desarrollo, con los asiáticos a la cabeza, muestran niveles récord, lo cual es un riesgo latente si es que la economía global da otro giro negativo. Para la Argentina, el flujo financiero positivo se ve reflejado en los precios de los commodities: la tonelada de soja arrancó el 2020 con un precio de 346 dólares en Chicago, llegó a un piso de 302 dólares a comienzos de marzo y actualmente está en 520 dólares, los mayores valores desde la crisis subprime.
LOBOS DE WALL STREET
En el mundo de las grandes corporaciones, los grandes ganadores, según su valor de mercado, son las redes sociales y otras plataformas online y las firmas de e-commerce. En la mayor parte de los casos, se trata de firmas que ya venían siendo las más dinámicas del mercado, con lo cual la pandemia reforzó tendencias previas. Una de las estrellas de la pandemia, la aplicación para videollamada Zoom, valía 67,28 dólares cada acción a comienzos de 2020 y actualmente está en 334 dólares
En el caso Spotify, el avance en el mismo período fue de 156 dólares a 285 dólares. Facebook avanzó desde enero de 2020 de 201 a 278 dólares y Netflix, de 345 a 524 dólares. Amazon subió de 2008 a 3091 dólares y la argentina Mercado Libre, de 663 a 1550 dólares. Los laboratorios también son ganadores. Entre ellos, sobresalen BioNTech, que pasó en algo más de un año de 29 a 108 dólares y Moderna, que avanzó de 20,51 a 156 dólares. En Johnson & Johnson, la evolución fue de 144 a 160 dólares.
Las aerolíneas, en el otro wing, siguen por debajo de su valor previo a la pandemia. American Airlines estaba a comienzos de enero de 2020 en 28,44 dólares y ahora cotiza 25,17 dólares, aunque tocó un piso de 9 dólares el 15 de mayo. En el caso de Delta, estaba en 58 dólares y ahora mide 50 dólares con un mínimo de 19 dólares. La acción de Lufthansa cotizaba 13,8 euros antes de la pandemia y ahora está en 12,11 euros.
Según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la facturación del e-commerce en el país creció en 2020 un 124 por ciento: fueron 164 millones de operaciones. El rubro estrella fue la electrónica: el Indec midió en el último trimestre del 2020 un aumento interanual de las ventas de celulares del 95,7 por ciento y en televisores, del 71,4 por ciento. La palabra “notebook” fue la más buscada en Mercado Libre. El boom de ventas de computadoras abrió el juego para abusos de precios.
Otro ganador neto fue el sector de bicicletas. La venta de bicis el año pasado en la Argentina habría ascendido a un record de 1,7 millones, frente a las 600 mil de 2019 y 800 mil de 2018, según la Cámara industrial de la Motocicleta y Bicicleta. Los registros de Google reflejan un aumento de la movilidad en bicicletas del 83 por ciento. Junto al pico de ventas, hay demora en la entrega y un encarecimiento notable de las bicis.
Sin duda el objeto número uno del 2020 fue el barbijo. Un cálculo de Naciones Unidas ubica la demanda global de barbijos quirúrgicos en el orden de los 2400 millones. Una dinámica parecida se verificó en las ventas de alcohol en gel y sanitizantes así como también en respiradores y otros productos demandados por los sistemas de salud.
LOS MAS GOLPEADOS
Según el Indec, la caída en las pernoctaciones de parte de turistas en 2020 frente a 2019 estuvo entre el 90 y el 100 por ciento entre abril y noviembre del año pasado. En diciembre, la caída interanual se recortó a un 66 por ciento. En todo el 2020 se hospedaron 5,8 millones de viajeros (gracias a los meses “normales” de enero y febrero), contra los 21 millones del 2019.
En la ciudad de Buenos Aires, el símbolo del derrumbe es el microcentro, que ya venía sufriendo por la expansión de otros núcleos turísticos e incluso de zonas de oficinas. Los comerciantes de la calle Florida hablan de 272 locales cerrados sobre un total de 1286 (es decir, una quinta parte). En términos más generales, el local a la calle quedó en jaque, ante las posibilidades del e-commerce. Según la Federación de Consumo e Industria de la CABA, cerraron 19 mil locales porteños en 2020. Otro rubro golpeadísimo por la pandemia fue la cultura, con salas de teatro y música y artistas sin posibilidad de trabajar.
A causa de la pandemia, América latina retrocedió doce años en términos de pobreza y veinte años en cuanto a la indigencia. En términos absolutos, más de 20 millones de personas pasaron a ser pobres económicamente el año pasado y 8 millones cayeron en la indigencia. Las restricciones sanitarias primero y la caída de la demanda después afectaron de sobremanera a los trabajadores más precarizados. En la medida en que la crisis económica va a continuar junto con la propia pandemia, se estima que hasta 50 millones de personas podrían pasar a ser nuevos pobres en la región.
En cambio, un informe de la ONG Oxfam advierte que en el mismo período los multimillonarios aumentaron su riqueza en 3,9 mil millones de dólares. En el extremo, las diez personas más ricas tuvieron un incremento de su riqueza en 540 mil millones de dólares. Según Oxfam, la pandemia aumentó la desigualdad en todos los países del mundo a la vez.