Alfajores para todos

Todo argentino tiene su top ten personal de los mejores alfajores del país. Pero desde su llegada a la familia del restaurante Café San Juan, Mecha Solís sumó un competidor a la contienda que sin dudas merece un lugar en el podio. De importante tamaño (tanto que habilita a comérselo en dos veces y hasta a compartirlo), son alfajores que vienen en tres sabores distintos: de avellanas bañados en chocolate con leche, de dulce de leche bañados en chocolate amargo y de pasta de maní bañados en chocolate blanco ($1400 la media docena). Próximamente, se rumorea, podría sumarse al elenco estable uno nuevo de fruta. 

Verdaderas bombas de sabor que se consiguen en la Vermutería de Lelé Cristóbal de la calle Chile y que se pueden comprar sueltos, en su cajita para llevar, o como uno de los postres recomendados dentro del menú. Y aunque estos alfajores son un viaje de ida, no es la única cosa rica que ofrece Mecha. El flan y el tiramisú compiten de cerca, lo mismo que el Jimmy Neutron, un postre que homenajea (o parodia) al viejo Shimmy. Por último, ofrecen también tortas (desde $1200 el kilo, con pedido anticipado) como la Mechini, el Crumble de manzanas, un Borrachín (con vainillas y cremoso de chocolate) y la Caribeña, una torta de ananá y coco rellena de chocolate blanco y queso crema que es para llorar de alegría. Para quien se anime, algunas de estas recetas están subidas en su Instagram @mecha.solis.

Los alfajores fueron parte de una idea desarrollada en 2020 para lograr productos a buen precio y a la vez masivos para el delivery del restaurante durante la pandemia. Pero si bien Mecha encontró un espacio de pertenencia en la pastelería, no es el único camino que le gusta recorrer. Pronto, promete, saldrá al mercado una línea de conservas que ya está produciendo junto a Lelé Cristóbal. Estas conservas se usan hoy en exclusiva en la cocina de Café San Juan, pero estarán también disponibles para llevar. 

Dulce o salado, todo lo que venga de las manos de Mecha Ortiz es garantía de felicidad.

Los productos y postres de Mecha Solís se consiguen en CSJ La Vermutería: Chile 474. Pedidos: 11-4300-9344.

El santuario de la medialuna

Pocas cosas tan argentinas como la medialuna, un verdadero emblema nacional al que Margarita Festa Von Neufforge quería rendirle homenaje cuando abrió Nuna, una panadería que combina tradición local, clásicos históricos y un fuerte legado familar. Sin bien Margarita tiene una carrera vinculada a la publicidad, la gastronomía siempre cruzó su vida. Está casada con el campeón argentino de pastelería Ariel Gravano y es hija de los creadores de Festa, una pequeña empresa láctea. Con el apoyo de su familia encontró un espacio en Olivos, lo remodeló y hace pocos meses inauguró Nuna. 

Para las medialunas desarrollaron una receta al estilo marplatense, sin huevos, hicieron pruebas para encontrar el punto de fermentación exacto y, después de varias pruebas, encontraron lo que buscaban: una medialuna bien clásica, sin doradura (esa cubierta con las que suelen pintarlas), sino con un almíbar de vainilla suave. A las tradicionales se sumaron las rellenas con dulce de leche, crema pastelera, membrillo, crema de avellanas y canela y nuez, entre otras opciones (desde $420 la docena). También hay sabores estacionales como las de crema de frambuesa con almíbar de pomelo que hicieron para San Valentín o las que se vienen para Pascuas, rellenas de ganache de chocolate con leche y cubiertas con chocolate y almendras. Por su lado, las medialunas de grasa están inspiradas en el croissant francés y pueden venir solas o con jamón y queso.

Las medialunas son sin dudas el producto estrella de la panadería pero varios van por los merengues de la Abuela Nelly, basados en una receta original de la abuela de Margarita, que vienen solos o en una pavlova (desde $150 las tres unidades). Como toda panadería que se precie, también hay sándwiches de miga, preparados con un pan especial, untados con queso mascarpone Festa y rellenos con jamón y queso, polpeta y jamón crudo o mortadela y pesto (desde $150). A esto se suman productos sin tacc y veganos, desarrollados con una manteca vegetal de palma. 

Una panadería para agendar, llena de cosas ricas, gran calidad y precios amigables.

Nuna & Co. queda en Av. Del Libertador 2735, Olivos. Horario de atención: martes a domingos de 9 a 19. Pedidos: 11-6643-9372.

Helados y algo más

Ubicada frente a la Catedral de San Isidro, ocupando una esquina de dos plantas con una gran vista y salones afuera y bajo techo, Dolce es la gran novedad en el rubro heladerías de Zona Norte. El helado allí es una constante, no importa si hace un frío que duele o un calor que deshidrata. La única discusión será sobre los gustos a pedir. 

Dolce ofrece una carta donde están todos los sabores tradicionales de siempre, y otros más juguetones como el de Cheescake, Cookies o incluso uno de Volcán de chocolate ideal para los clientes más golosos (desde $210 el vaso chico a $920 el kilo). También tienen una serie de barritas heladas con combinaciones varias ($239) como la de helado de maní, confitura de frutos rojos, base de masa sablé de maní y chocolate con leche; o la que viene rellena de helado de avellana con coulis de mango y maracuyá, base de masa sablé y chocolate crocante de avellana. Para aquellos que prefieren las frutas refrescantes, es muy rico el helado de naranja y jengibre, lo mismo el de frutos rojos. Y a tono con la moda, vale la pena pedir los helados de avellana y de pistacho; en ambos casos parten del fruto seco natural, lo tuestan, lo pelan y procesan hasta obtener una harina que luego pasan por un molino para refinarla y obtener así una pasta de textura lisa y homogénea.

Además de helados, Dolce tiene una buena carta de cafetería y pastelería que comparte con Bloosom, el restaurante de mismos propietarios que se encuentra en el piso de arriba. Hay una amplia selección de mini cakes como la Red Velvet, la NY Cheescake clásica con frutos rojos o la Chaja Gorlero de crema, merengue crocante, duraznos y dulce de leche (todas se pueden encargar en tamaño grande con 48 de antelación). También se puede elegir entre los distintos budines, facturas y medialunas, así como alfajores de maicena y otro de masa de almendras, ambos irresistibles. 

Un precioso lugar para un merecido y dulce descanso.

Dolce by Bloosom queda en Av. Del Libertador 16246, San Isidro. Horario de atención: lunes a domingos de 8 a 24. Pedidos: 11-4732-0449.