Joana Bolling, integrante del seleccionado argentino de handball que mañana y el domingo buscará su clasificación a los Juegos de Tokio 2020 en el Preolímpico de España, tiene una historia muy especial.
La jugadora de 25 años no estuvo en Río 2016, en la primera participación histórica de La Garra en unos Juegos Olímpicos, ya que en esa época decidió detener su carrera deportiva para donarle un riñón a su padre Elnes Bolling, ex jugador profesional de básquet nacido en Islas Vírgenes. Ahora la realidad es diferente y Joana puede soñar con ser olímpica.
"Se me pone la piel de gallina de sólo pensarlo. Es el sueño de mi vida. Sería el mayor objetivo cumplido por lejos. Estar en una Villa Olímpica para mí sería lo mejor", contó Bolling en una entrevista con el sitio oficial de Tokio 2020.
Bolling, extremo izquierdo de Elche, sabe que Argentina no la tiene fácil en el Preolímpico de Llíria, donde mañana debutará contra Suecia (a las 14.15, por DeporTV), y el domingo se medirá ante España, a las 15.30.
"España es subcampeona del mundo y Suecia es número 7 del mundo. Todos venimos de la misma situación, de estar muchos meses sin jugar, sin entrenar. Pero no dejan de ser dos equipos importantes”, consideró Bolling, que jugó para Argentina el Mundial 2019 en Japón, donde el equipo no pasó de la primera ronda.