El National Catholic Reporter (NCR), una publicación de los Estados Unidos que refleja la posición de los sectores católicos más progresistas de ese país, hizo una dura crítica en su editorial señalando que “el decreto del Vaticano sobre las uniones homosexuales corre el riesgo de convertir a Francisco en un hipócrita”
El texto comienza señalando que “hay muchas palabras y frases elogiosas que podríamos usar para describir al Papa Francisco que el mundo ha llegado a conocer en estos últimos ocho años. Genuino. Pastoral. Mente abierta. Preocupado por los pobres, la humanidad, el medio ambiente. Amigo de los marginados”. Sin embargo, se señala, “la decisión del Papa de aprobar el decreto del 15 de marzo de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano que ordena a los sacerdotes católicos que no ofrezcan bendiciones a parejas del mismo sexo recuerda una palabra que es mucho más amarga en la garganta. Hipócrita”.
Días atrás la Congregación para la Doctrina de la Fe, el máximo organismo vaticano en asuntos doctrinales, respondió negativamente a una consulta que le fue realizada acerca de algunas iniciativas que “proponen caminos de crecimiento en la fe, con el fin de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida”.
La determinación, que tuvo la aprobación del Papa, reconoce que las uniones homosexuales pueden tener "elementos positivos", pero que "no están ordenadas al plan del Creador" y, en consecuencia, la Iglesia "no bendice ni puede bendecir el pecado".
En su editorial NCR se pregunta si Francisco, que respaldó esta decisión, es “el mismo hombre que, cuando se le preguntó en 2013 sobre un sacerdote gay en el servicio del Vaticano, respondió : ‘Si una persona es gay y está buscando al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?’”.
NCR sigue cuestionando a Francisco cuando duda si se trata del mismo hombre “que se ha reunido con parejas LGBT a lo largo de su papado, incluso durante su visita a Estados Unidos en 2015 “ y “¿El mismo que le dijo al sobreviviente de abuso chileno Juan Carlos Cruz en 2018 que ‘no importa que seas gay’ y ‘Dios te hizo así y te ama como eres’?”. Para concluir con la pregunta acerca de si es el mismo Papa “que intervino personalmente por una pareja gay italiana para asegurarse de que sus tres hijos pudieran ser criados como católicos”.
El editorialista reconoce que las mencionadas actitudes de Jorge Bergoglio no modificaron la doctrina de la Iglesia Católica porque para que ello ocurra se necesita una revisión acerca de la doctrina de la sexualidad que se inició en el concilio Vaticano II (1962-1965) pero que aún permanece inconclusa y también una reconsideración del papel que la Congregación para la Doctrina de Fe tiene que jugar en estos temas.
No obstante lo cual, sigue afirmando NCR en su editorial, “llegamos al punto del absurdo, y la hipocresía, cuando un Papa dice que quiere dar la bienvenida a las personas LGBT a la iglesia, pero luego simplemente no puede tolerar que quieran tener relaciones amorosas, al igual que el resto de la humanidad”.
En otro pasaje del texto se señala que “seguramente, mientras el mundo se tambalea para salir de la mayor crisis de salud y económica en un siglo, hay asuntos más urgentes en los que el Vaticano debe enfocarse en lugar de considerar cómo Dios ve o no las uniones homosexuales”. Sin embargo, sigue diciendo el NCR, “para las parejas católicas LGBT y sus familias, el momento es especialmente desafortunado”. Porque el Papa que se propone "construir puentes y no muros" con su determinación ahora él mismo “ha erigido otra barrera”.