El expresidente de Brasil, Michel Temer fue absuelto por la justicia brasileña en el marco de un proceso de corrupción en su contra por presuntamente beneficiar a empresas del sector portuario y recibir sobornos a cambio. La justicia de Brasilia también absolvió a otras cinco personas porque consideró que la Fiscalía no presentó elementos suficientes para determinar que un delito fue cometido.

El juez Marcus Vinícius Reis Bastos, del 12 º Tribunal Federal del Distrito Federal, recibió el caso después de que Temer perdiera los fueros en 2019. Según el juez la denuncia no explica qué sobornos habría recibido el exmandatario por haber firmado el decreto 9.048/2017 que supuestamente benefició a empresas en el puerto de Santos, en la ciudad de San Pablo.

En la sentencia que absuelve a Temer, señalan que "no se indicó una sola razón por la que terceras personas gastarían cantidades en nombre de un funcionario público durante un período de tiempo indefinido, sin ninguna indicación de que el funcionario estuviera facultado para realizar el acto oficial deseado", según recogió el portal de noticias UOL. El juez también absolvió al dueño de la empresa Rodrimar, Antonio Celso Greco y al exejecutivo de Rodrimar, Ricardo Conrado Mesquita y a otros tres acusados, informó el diario Folha de Sao Paulo. Según el matutino el decreto preveía el aumento del plazo de contrato de 25 a 35 años y con posibilidad de ser prorrogado hasta 70 años.

Decreto portuario

La denuncia fue presentada por la fiscal general, Raquel Dodge, a fines de diciembre de 2018, cuando Temer aún estaba en funciones y contaba con el fuero que la legislación de Brasil otorga a los jefes de Estado. La investigación sobre el caso del decreto portuario fue abierta en septiembre de 2017 a partir de revelaciones y pruebas recogidas bajo acuerdos de colaboración judicial en la que algunos acusados señalaron la participación de Temer como jefe de Estado.

Para realizar la denuncia, la fiscal Dodge, se apoyó en un informe presentado por la Policía Federal donde apuntaba que existían indicios de que Temer sancionó un decreto que alteró la ley de puertos a beneficio de algunas empresas del sector portuario. Según el Ministerio Público Federal, Rodrimar fue una de las empresas que más se benefició por la firma del decreto. Rodrimar es señalada por los investigadores del caso como una de las responsables por el pago de coimas a Temer, quien habría recibido unos 32,6 millones de reales (unos 8,3 millones de dólares) de dinero ilícito.

Historial de arrestos

Los múltiples procesos contra Temer, estuvieron paralizados durante su mandato y fueron reactivados luego de que perdiera los fueros tras la asunción de Jair Bolsonaro. En 2019 Temer fue arrestado en dos ocasiones. En marzo de 2019 pasó cuatro días tras las rejas en un caso en el que la Fiscalía lo acusaba de beneficiarse de sobornos pagados por diferentes empresas y de ser el principal líder de una organización criminal que durante 40 años desvió 500 millones de dólares de recursos públicos. En mayo de 2019 el exmandatario pasó varios días en prisión preventiva por otro proceso en el que fue acusado de haber recibido sobornos a cambio de contratos de obras en la planta nuclear Angra 3 en Río de Janeiro. Temer fue liberado y responde a esos procesos en libertad.

Temer,actualmente de 80 años, asumió después del golpe institucional a la expresidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff en mayo de 2016. En ese momento Temer era el vicepresidente de Rousseff. El político comandó el partido del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) por más de diez años. Desde que reemplazó a Dilma a mediados de 2016, el líder del MDB ha sido objeto de diversas sospechas por corrupción, incluso con denuncias formales presentadas. Pero mientras fue jefe de Estado la Cámara de Diputados se negó a despojarlo de sus fueros e impidió la eventual apertura de un juicio penal en su contra.

Los ilustrados del golpe

El año pasado salió su libro “La opción: cómo un presidente logró superar logró superar grave crisis y presentar una agenda para Brasil”. Ahí cuenta cómo un año antes de la destitución de Rousseff, él se reunía con altos mandos militares, entre ellos, el general Eduardo Villas Boas, que en ese entonces era comandante máximo del Ejército, y Sergio Etchegoyen, jefe del Estado Mayor.

Hace un mes Villas Boas también publicó su libro General Villas Boas: conversaciones con el comandante. Sus revelaciones coinciden con las del expresidente absuelto recientemente, el excomandante admite haberse reunido muchas veces con el entonces vicepresidente Michel Temer, en plena conspiración para desfechar el golpe institucional contra la expresidenta del PT, Dilma Rousseff.