Aunque el riesgo de una segunda ola de coronavirus y el temor por la posible llegada de las nuevas cepas que circulan en la región y el mundo están cada vez más cerca, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires analiza una flexibilización de los protocolos en las escuelas bajo el argumento de que la cifra de contagios es baja. Una de las medidas que se busca flexibilizar es el uso del tapabocas en los recreos al aire libre, así como también la habilitación de los comedores escolares y la reorganización de los ingresos y egresos escalonados. El anuncio de las autoridades porteñas generó un masivo rechazo por parte de los docentes, que tildaron de "marketinera" a la propuesta de la administración de Horacio Rodríguez Larreta y consideraron que además "atenta contra la salud de toda la comunidad educativa".
"El anuncio del gobierno porteño es totalmente contradictorio. Por un lado, el ministro de Salud, Fernán Quirós, dice que hay que extremar los cuidados porque se viene la segunda ola y luego sale a avalar la flexibilización del uso del barbijo", señaló a Página/12 la titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Angélica Graciano. "Si están de campaña que hagan otras promesas pero que no comprometan la salud de la comunidad educativa".
El miércoles todos los gremios recibieron un comunicado de parte de la cartera de Educación porteña, que conduce Soledad Acuña, anunciando la inminente flexibilización de las medidas de cuidado en las clases presenciales bajo el argumento de que "las escuelas no son foco de contagio" y que por eso se continuará en la dirección de ir "ganando más espacios de presencialidad". Un día después, los gremios fueron citados a una reunión con las autoridades del ministerio para ser informados de la comunicación recibida.
"Siempre dijimos que el protocolo de vuelta a clases presenciales debía ser un protocolo en constante construcción. Que fuera lo suficientemente dinámico como para poder adaptarlo a distintas situaciones o escenarios", señaló Acuña. Según la ministra, en el ámbito educativo los casos de covid-19 confirmados acumulados en un mes fueron 1215 y representan sólo el 0,17 por ciento del total de personas que asisten a las escuelas. El 60 por ciento de los casos positivos detectados fueron docentes. El 40 por ciento restante, alumnos.
En base a estos datos es que desde el gobierno porteño analizan la posibilidad de habilitar los comedores en escuelas, permitir que los estudiantes puedan quitarse el tapaboca en espacios al aire libre y por períodos cortos de tiempo y reorganizar los ingresos y egresos a las escuelas para ir "recuperando más instancias de normalidad y bienestar".
El secretario adjunto del sindicato de maestros Ademys, Jorge Adaro, cuestionó la flexibilización de protocolos al señalar que la ministra Acuña "dijo que el regreso presencial fue exitoso cuando hay más de mil casos de contagios". "Esto tiene un costado claramente perverso", destacó. En la misma línea, se expresó la secretaria general del gremio, Mariana Scayola: "Hacen esta propuesta porque tienen una lectura o evaluación de este mes de presencialidad que es opuesto al que hacemos nosotros. Ellos celebran la cantidad de contagios que hay mientras que nosotros nos preocupamos".
Para la dirigente, la propuesta del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es "negacionista" de la situación sanitaria que está atravesando el país. "Mientras que la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, alerta a la población de que hay que extremar los cuidados para evitar una segunda ola, el gobierno porteño está planteando una flexibilización de los protocolos. Es incoherente", sostuvo Scayola.
Desde el gremio UTE-Ctera están convocando a no cumplir con estas medidas. "El chico en la escuela debe estar con barbijo siempre. Nosotros y la comunidad educativa nos autodefendemos la salud más allá de los anuncios que hagan. Las políticas de marketing no las cumplimos, cumplimos las políticas de cuidado", advirtió el secretario adjunto del sindicato, Eduardo López, en diálogo con este diario.
También el senador nacional y titular del PJ porteño, Mariano Recalde, se pronunció en contra de la la flexibilización de los protocolos sanitarios en las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires. "Rodríguez Larreta está buscando diferenciarse y en esto tenemos que tener una política en común", reclamó Recalde, quien calificó la actitud del jefe del gobierno porteño como "un error y un acto que conspira contra la salud de la gente".