Brasil volvió a superar su umbral de contagios diarios por covid-19. El actual epicentro de la pandemia registró este viernes más 90.570 casos que se suman a los más de 11 millones confirmados de coronavirus. De acuerdo con el boletín diario del ministerio de Salud, también aumentó el número de personas que murieron por covid-19 en las últimas 24 horas con más de 2815 personas muertas. Es la segunda cifra más alta después de los 2841 fallecidos el pasado martes. En total Brasil ya superó las 290 mil víctimas. También es el segundo país con más contagios y víctimas mortales a causa del virus, con EE. UU. a la cabeza.
Una encuesta del instituto Datafolha revela que el 79 por ciento de la población brasileña considera que la pandemia en el país está “fuera de control”. Mientras que un 82 por ciento asegura tener miedo a ser víctima de covid-19. Un 18 por ciento de los brasileños piensa que la situación está en parte controlada y un dos por ciento dice que está totalmente controlada. Durante marzo, Brasil fue responsable de una de cada cuatro muertes por coronavirus en el mundo. El mismo sondeo reveló que el 56 por ciento de la población considera que Jair Bolsonaro no tiene condiciones para liderar el país.
Los datos fueron publicados en el diario Folha de Sao Paulo. El sondeo registra el colapso que deja la segunda ola de coronavirus en el país. Los especialistas atribuyen el aumento de contagios y muertes a las aglomeraciones durante las fiestas de fin de año. Entre esos contagios circula la nueva variante P1 que surgió en noviembre en Manaos, la capital del estado de Amazonas. Un informe de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) señaló que la pandemia provocó el mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia de Brasil. El boletín de la Fiocruz mostró una alarmante tasa de ocupación de camas de terapia intensiva: de los 27 estados de Brasil, 24 tienen una ocupación igual o superior al 80 por ciento.
Los datos recolectados por el instituto Datafolha indican que durante marzo se registró el mayor índice de temor a ser contagiado de coronavirus desde que fue detectado el primer caso en febrero de 2020. El sondeo indica que un 55 por ciento de la población tiene mucho miedo (en enero este era el caso para un 44 por ciento) y un 27 por ciento tiene un poco de miedo. Un 12 por ciento de los encuestados respondió no tener miedo, contra un 16 por ciento en enero pasado. El siete por ciento respondió que ya tuvo covid-19.
Con el colapso del sistema sanitario en gran parte del país, la mayor parte de los estados implementaron cuarentenas con toques de queda. Aunque estas medidas no fueron acompañadas por el Ejecutivo. El presidente Jair Bolsonaro endureció su rechazo a las restricciones anunciadas por los estados de Brasil. Este viernes el mandatario le pidió al Tribunal Supremo que limite los poderes de suspender actividades económicas que tienen los gobernadores y alcaldes
En la ciudad de Río de Janeiro, por ejemplo, el intendente Eduardo Paes decretó la prohibición del uso de las playas y del baño del mar durante este fin de semana. También implementó un toque de queda nocturno de 23hs a 5hs. Si bien los bares y cafés instalados en la costanera están autorizados para funcionar porque está permitida la circulación de personas en las playas, aunque está prohibida la permanencia.
Esta semana la ocupación de camas de terapia intensiva en la ciudad de Rio en la red pública llegó a 95%. Las medidas tienen como fin contener el avance de los contagios en una de las ciudades más turísticas del país y tendrán vigencia hasta las 5:00hs del lunes. La decisión del intendente Paes vino después de la muerte de un joven de 22 años que murió luego de esperar 40 horas por una cama de UTI para enfermos de covid-19 en la ciudad de San Pablo. También en San Pablo, cerca de 500 enfermos esperan un lugar en los hospitales de la ciudad. "Estamos en colapso, es un momento de extrema gravedad", lamentó al intendente de la ciudad, Bruno Covas.
Bolsonaro, por su parte, aplaudió las manifestaciones anti-cuarentena realizadas a raíz de las medidas implementadas por los gobernadores en Brasil para combatir la pandemia. Las declaraciones del mandatario contradicen las indicaciones del cardiólogo Marcelo Queiroga, a quien Bolsonaro nombró para asumir el cargo de ministro de Salud. Queiroga defiende el distanciamiento social para reducir los contagios. El médico reemplazará al general Eduardo Pazuello, que aún es el titular de esa cartera.