Desde Santa Fe

“El problema de la policía y el delito tenía que ver con los altos jefes. El caso paradigmático es el de comisario Alejandro Druetta que terminó siendo un narco policía”, dijo el ministro Jorge Lagna. El 11 de marzo, el Tribunal Oral N° 3 de Rosario condenó al ex jefe de Drogas Peligrosas en el sur de la provincia a 10 años de prisión por “tráfico de estupefacientes, en la modalidad de comercio, doblemente agravado por haberse cometido mediante la concurrencia de tres o más personas en forma organizada y por su condición de funcionario público”. Y le aplicó una “inhabilitación absoluta” por el tiempo de la condena.

“Conozco bien el caso”, recordó Lagna. “Cuando era diputado, denunciamos en la Cámara el tema de Druetta y la cantidad de actas (de procedimientos) fallidas, nulas, que eran deliberadas” porque “propiciaban que los narcos siguieran libres”.

“Después, me topé con Druetta en el sur. Yo era secretario de Gobierno en la Municipalidad de Venado Tuerto, donde fue muy duro lo que pasó (en 2012), con amenazas a un fiscal (Eduardo Lago) que lo investigaba", durante el gobierno de Antonio Bonfatti. "Hoy, aquel jefe de la Policía anti Drogas termina condenado a 10 años de prisión".

“Hay responsabilidades políticas” --insistió Lagna-- porque Druetta “no solo fue ratificado” en su cargo luego de aquellas amenazas que denunció el fiscal Lago, sino que después fue “ascendido” por el ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro.

“Nadie se tiene que enojar cuando uno opina sobre” el caso Druetta. “Hay responsabilidades políticas de quiénes lo pusieron ahí y lo mantuvieron. No hablo de otra cosa, ni hago elucubraciones de otro alcance. Yo era secretario de Gobierno” del intendente José Luis Freyre cuando “los ex ministros (de Gobierno Rubén) Galassi y (de Justicia, Juan) Lewis fueron a Venado Tuerto a decir de manera brutal que el fiscal Lago estaba vinculado a crímenes (del estallido de diciembre de 2001) cuando en realidad se había ido de luna de miel”. A Lago “le arruinaron la carrera y la vida, fue amenazado, estuvo con custodia mucho tiempo. La pasó muy mal porque había denunciado una cartelización de la policía y la droga (en 2012). Hoy, nueve años después esto quedó a la vista, se comprobó que lo decía que era cierto”.

--Druetta grababa sus conversaciones telefónicas. Las escuchas se ventilaron en el juicio. Y Sain reveló dos, las que tuvo con Pullaro, que era diputado y con el senador Lisandro Enrico

--Sí, también hablaba con narcos. Por eso hablo de responsabilidades políticas y no de otra cosa. Yo también coincido que hay que mirar para adelante. Hay que separar los roles de la justicia y del Poder Ejecutivo. La división de poderes es sagrada. Las investigaciones tienen que ir por el carril de la justicia. El P.E. tiene que dedicarse a prevenir y conjurar el delito y los legisladores a legislar. Si nosotros respetamos esas bases de la democracia vamos a mejorar mucho. Por eso, nadie se tiene que enojar y tenemos sentarnos a hablar de los temas que le duelen a la ciudadanía. Hoy la seguridad le duele a la ciudadanía y limita otros derechos, como la libertad. El problema tiene causas múltiples. La fórmula mágica de arreglarlo todo con más patrulleros, más balas y más policías fue un fracaso en el mundo, aunque a veces da votos. Tiene que haber un Estado presente en educación, desarrollo y seguridad y tenemos que prepararnos para un escenario más complicado si se da esta segunda ola de pandemia.