Policías estadounidenses develaron que un joven de 21 años estuvo detrás del tiroteo en el supermercado de Colorado en el que murieron diez personas. Identificado como Ahmad Alissa, el atacante está hospitalizado con una herida de bala en una pierna, de la que se recuperaría a la brevedad para luego ser trasladado a prisión.
El tiroteo, ocurrido a la madrugada del lunes en el supermercado King Soopers de Boulder, renovó el debate sobre la necesidad de limitar la tenencia de armas en Estados Unidos. Las víctimas tenían edades que van de los 20 a los 65 años.
Según CNN y otros medios estadounidenses, el hombre iba armado con un fusil de asalto AR-15, un arma que suele utilizarse en este tipo de matanzas, un mal recurrente en Estados Unidos.
La comisaria agregó que agentes de la fuerza se enfrentaron a los tiros con Alissa dentro del supermercado y que un policía de 51 años, Eric Talley, padre de siete hijos, murió en ese intercambio de disparos.
Se trata del séptimo tiroteo masivo del año en Estados Unidos, según una base de datos elaborada por el diario USA Today y la universidad Northeastern University.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, envió un mensaje a la familia de las víctimas. "Hacen falta acciones para evitar que este flagelo continúe haciendo estragos en nuestras comunidades", señaló Pelosi.
"Mi corazón se rompe viendo este incidente indescriptible ocurrir en nuestra comunidad de Boulder", indicó por su parte el gobernador de Colorado, Jared Polis. "Las palabras no pueden hacer justicia a la tragedia que ha acontecido esta tarde", tuiteó por otro lado el alcalde de Boulder, Sam Weaver.
Este tiroteo ocurre días después de que otro joven de 21 años matara a ocho personas la semana pasada en ataques a varios salones de masaje propiedad de estadounidenses de origen asiático en el estado de Georgia, en el sureste del país.
Después, en 2012, un hombre fuertemente armado irrumpió en un cine que proyectaba una película de Batman en Aurora, Colorado, y mató a 12 personas. El agresor cumple ahora una pena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.