La construcción de la memoria no tiene tiempo. Tampoco final. Es siempre un presente continuo sobre un pasado que algunos se empecinan en enterrar y al que hay que visibilizar para no olvidar ni repetir. De todas las maneras posibles y cuantas veces sea necesario. Ese sendero transita Contracciones, la obra de teatro que se estrenó hace 20 años para la primera edición del ciclo Teatro x la identidad, y que este miércoles regresa a los escenarios (físicos y virtuales) para contar esa historia de amor y dolor con la maternidad y la identidad en el centro de la escena. Un puente temporal que une dos décadas, y que muestra  que todavía falta mucho para que en Argentina haya Memoria, Verdad y Justicia. “Reponer esta obra, luego de haber sido estrenada 20 años atrás, nos lleva a mirar el recorrido caminado. Es una historia poética, lírica, pero real y terrible”, subraya Marta Betoldi, la autora y co protagonista de la obra, junto a Laura Azcurra.

Dos mujeres embarazadas, en tiempos diferentes, que registran minuciosamente su cotidianidad en diarios íntimos. Dos vidas cruzadas por la búsqueda de la identidad, que tejen la historia de una madre y su hija nacida en cautiverio. Esa es la trama de Contracciones, la pieza que a las 20 se presenta en el Teatro Andamio 90, con entrada libre y gratuita via streaming a través de Vivamos Cultura. La obra está basada en la historia de Juliana García, quien a los tres años vio como un grupo de tareas de la dictadura irrumpía en su casa de Villa Adelina para secuestrar a su papa y a su mamá, que cursaba un embarazo de cinco meses.

“Cuando la estrenamos pisaba los 40 años y Laura Azcurra los 20”, rememora ante Página/12 Betoldi, guionista televisiva de larga trayectoria (Socias, Ciega a citas, Solamente vos). “Acababa de parir -agrega- a mi segundo hijo. La maternidad y el parto los tenía impregnados en la piel. Haber escuchado en pleno puerperio de boca de Juliana García la carta que su padre le había escrito a su madre al enterarse que estaba embarazada, me había dado la sensibilidad precisa para escribir dos monólogos entrecruzados de madres que durante 9 meses le escriben un diario íntimo y sensorial al hijo o hija que está en su vientre. Mientras el personaje de la madre vive un embarazo pleno, el de la hija es un embarazo mucho más conflictivo por no saber su verdadera identidad, ya que es apropiada. Esa duda, esa herida, no le permite convertirse en madre y atravesar un parto. Como si su propia memoria sensorial le impidiera atravesar una circunstancia que la vuelva al momento más trágico de su historia: el de la apropiación”.

La reposición de Contracciones se da exactamente dos décadas después de su estreno en aquella primera edición de Teatro x la Identidad, en la que 41 obras se presentaron en 14 salas distintas de la Ciudad de Buenos Aires. Muchas cosas pasaron desde entonces. No solo en materia de Derechos Humanos, sino también en torno al disparador de esta obra: en 2009 Juliana García pudo conocer a su hermana (la nieta Nº 97) parida en una maternidad clandestina. “Hoy Juliana, luego de 20 años, presenciará la función teniendo una hermana que había perdido hacía demasiado tiempo y volverá a ver Contracciones luego de ser madre”, detalla Betoldi. Tras la función, habrá una charla-debate con la presencia de la misma García, junto a la nieta restituida Claudia Poblete.

La mirada de Juliana sobre la obra no será la única distinta. También lo será para las protagonistas. En especial para Azcurra, que la protagonizó a los 19 años y que ahora ronda por los cuarenta y con un hijo a cuestas. “Volver con esta obra significa mucha movilización emocional”, reconoce Azcurra. “Cuando la abordé a los 19 fue comprender que los actores también tenemos un rol social, al expresar, comunicar y decidir hablar de estas temáticas. Tiene una carga emocional mucho más fuerte, porque sabemos que como actrices y comunicadores estamos abrazando una causa, abrazando a las Abuelas, entendiendo que hasta que no recuperemos a los nietos no vamos a tener tampoco nosotros nuestra identidad certera”, puntualiza la actriz.

Traducida al francés y al inglés, Contracciones tuvo un largo recorrido por distintos países del mundo a lo largo del tiempo. La obra contó con montajes en París, Londres, Lille, Ciudad de México, Miami, Santiago de Chile, Cádiz, Lyon y Madrid, entre otras ciudades. Además de la reposición en Andamio 90, Contracciones se presentará el sábado en el Centro Cultural Cultura del Sur (Temperley) y el Viernes 2 de abril en el Teatro Séptimo Fuego (Mar Del Plata). “Siempre dijimos que Contracciones, a pesar de su temática tan trágica, es una obra esperanzadora, porque apuesta e ilumina la vida que resistía a tanta muerte", reflexiona Betoldi. "Y esa herida abierta podía cicatrizar. El lenguaje poético en que está escrita es una caricia para sanar. La cicatriz cierra pero deja marca para que nunca más nos olvidemos que existe. Y esa misma cicatriz nos recuerda la fuerza y potencia que tiene la vida frente a la muerte y la verdad frente a la mentira. El arte salva, el arte ilumina”.