Por unanimidad, los jueces Juan Carlos Reynaga, Enrique Lilljedahl y José Camilo Quiroga Uriburu, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca, condenaron ayer martes a los 9 miembros de una banda que se dedicaba al transporte y venta de estupefacientes en la provincia. La investigación se inició en 2014 y concluyó a mediados de 2017. Durante los procedimientos lograron secuestrar más de 30 kilos de marihuana, 2 kilos de cocaína y casi medio millón de pesos.
El debate comenzó el 17 de febrero y se desarrolló de manera virtual. Durante las 12 jornadas desfilaron más de 40 testigos quienes complicaron la situación procesal de los 9 imputados: Walter Alejandro, Brizuela, quien fue condenado a 14 años de prisión como organizador y financiador de la banda, delito agravado por el número de personas. Carlos René Trejo y Laura Elizabeth Juárez, condenados a 7 años cada uno por comercialización. En tanto, Juan Marcelo Salazar y Franco Rocabado Ojeda, recibieron una pena de 6 años por transporte de los estupefacientes. A José Ramón del Valle Ponce e Iván Aníbal Galíndez, les correspondió una pena de 5 años por venta de la droga. Mientras que, por facilitar el lugar para la venta de la sustancia prohibida, fueron condenados a 3 años de prisión en suspenso Héctor Raúl Carrizo y María Dora Fernández.
En sus alegatos, los fiscales Rafael Vehils Ruiz y María Virginia Miguel Carmona argumentaron que los investigadores demostraron que se trataba de una banda con roles que estaban perfectamente definidos: un organizador que financiaba, quienes la transportaban, luego aquellos que la vendían y, finalmente, los que ponían a disposición la casa para resguardar la droga.
La investigación
La investigación se inició en septiembre de 2014 con una denuncia anónima que advertía a las autoridades que Brizuela se dedicaba a la venta de cocaína y marihuana junto a otras personas. En aquel momento, los investigadores identificaron la casa de Carrizo como el lugar donde se guardaba la droga, sin embargo, durante el allanamiento, Brizuela, en compañía de Galíndez, pudieron escaparse.
Casi dos años después, en octubre de 2016,durante otro allanamiento, lograron detener a Galíndez, pero Brizuela, a bordo de un automóvil, volvió a huir dejando atrás a tres policías lesionados, quienes no pudieron aprehenderlo. Fue Trejo, esta vez, quien ayudó a su cómplice en el escape y quien también fue detenido.
En ese procedimiento, se secuestraron 30 kilos de marihuana y medio kilogramo de cocaína que estaban enterrados cerca de la vivienda, ubicada en cercanías del Río del Valle, en la zona sur de la ciudad Capital.
El líder de la banda fue finalmente detenido 1 año después, en octubre de 2017. Esta vez, y por escuchas telefónicas, los investigadores obtuvieron el dato de que se esperaba la llegada de "mulas". Los transportistas Salazar y Rocabado Ojeda fueron sorprendidos en plena evacuación de cápsulas de cocaína que habían ingerido en Bolivia para poder traerlas hasta Catamarca.
Tanto Brizuela, como Rocabado Ojeda y Salazar, permanecían con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial, con los plazos vencidos, desde 2017.
Los operativos se realizaron bajo la órdenes del juez federal de Catamarca y trabajó personal de las distintas fuerzas: la Dirección Drogas Peligrosas de la Policía de la provincia; la Agrupación Octava Catamarca de Gendarmería Nacional y la delegación local de la Policía Federal.
Durante las pesquisas se incautaron billetes de distinta denominación que sumaron más de medio millón de pesos, también secuestraron títulos de distintos automóviles y propiedades, además de 30 kilos de marihuana y 2 de cocaína.
Entre las pruebas incorporadas a la causa, había más de 60 CDs con escuchas y capturas de whatsapp.